Diferencia entre revisiones de «Ramón Berenguer I»

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[[Archivo:Map Iberian Peninsula 1030-es.svg|thumb|La [[península ibérica]] en el año [[1030]].]]
 
Los nobles del Penedés, reunidos alrededor de su líder Mir Geribert, son contrarios al poder condal porque este mantiene la paz con los musulmanes, la cual es beneficiosa para los comerciantes de Barcelona y para el conde por las [[parias (tributo)|parias]] que cobra a los reyes [[taifas]] musulmanes, pero que es ruinosa para los [[aristócrata]]s que sólosolo pueden acceder a las riquezas de los musulmanes mediante el saqueo y el botín. Los [[Barón|barones]] del Penedés tampoco aceptan que el conde otorgue derechos de franqueza, garantía y seguridad de bienes a las comunidades campesinas, ya que eso les impide imponerles impuestos. De esta forma, aboliendo las garantías y concediendo, en un acto de soberanía, el derecho a sus ''castlans'' de imponer tributos a los hombres libres, Mir Geribert afirmaba su condición de líder de los nobles feudales. Otro motivo de disputa entre el [[conde de Barcelona]] y la nobleza era su apoyo a las pretensiones del [[Monasterio de Sant Cugat del Vallés]], el cual basándose en unas concesiones realizadas doscientos años atrás por [[Ludovico Pío|Luis el Piadoso]], se proclamaba propietario de extensos dominios en el área de la frontera. De esta forma, cuando un noble llevaba a cabo un intento de colonización y este tenía éxito, el monasterio reclamaba sus derechos sobre el territorio exhibiendo ante los jueces los pergaminos de Luis el Piadoso, por lo que siempre obtenían sentencias favorables a sus intereses y contrarias a los clanes nobiliarios como el vizcondado; de esta forma, muchas familias nobles decidieron prescindir de los tribunales, donde siempre tenían las de perder, y apoderarse por la fuerza de los bienes de la abadía.
 
El rechazo de los nobles a la autoridad condal les llevó a una irreductible enemistad con Ermesenda, única titular efectiva de la autoridad condal desde la muerte de su hijo Berenguer Ramón I y la minoría de edad de sus nietos. La condesa reúne un equipo de cortesanos como su hermano Pere, [[obispo de Gerona]], el [[abad Oliva]], el juez Ponç Bonfill March y nobles relacionados con la administración, con relaciones con un territorio, el condado de Osona, donde las transformaciones sociales no habían sido tan profundas como en el área de frontera del Penedés. Estos se comprometieron junto con Ermesenda en la defensa de la autoridad condal y de la legalidad vigente ante las usurpaciones de los nobles feudales.