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El unicornio aparece relacionado con la muerte en la [[Barlaam y Josafat|historia de san Barlaam y Josafat]], una versión cristianizada de la vida de [[Buda Gautama]]. En este relato, Barlaam es un sabio eremita que convierte al príncipe Josafat (Buda) al cristianismo y le instruye con una serie de historias moralizadoras o ''exemplas'', muchas de ellas recogidas de otros compendios de origen oriental. Uno de estos ''exemplas'' es el relato sobre un hombre que se adentra en el bosque y huye del unicornio que lo persigue subiéndose a un árbol, donde espera que el animal siga su camino y lo deje en paz.{{harvnp|Gallardo Luque|2019|p=94}} Mientras tanto, recoge los frutos del árbol sin percatarse que sus raíces están siendo desgastadas por dos roedores, uno blanco y el otro negro, que cuatro serpientes lo sostienen más abajo y que, además, el árbol se encuentra junto a un pozo donde descansa un dragón. Al final, este hombre incauto termina cayendo al pozo y es devorado por la bestia.
 
Esta fábula oriental, que alcanzó gran difusión en el occidente cristiano medieval al insertarse dentro de otros escritos como salterios, libros de horas o sermonarios, expone un esquema simbólico donde el unicornio es figura de la muerte, que persigue al hombre como mortal que es, los dos roedores simbolizan el paso del tiempo (el blanco el día, el negro la noche) y el dragón la entrada al infierno, a donde el hombre cae porque tan solo se ha deleitado con los placeres terrenales −simbolizados—simbolizados por los frutos del árbol−árbol— en lugar de preocuparse por la redención de su alma.{{harvnp|Gallardo Luque|2019|pp=94-95}}{{harvnp|García Fernández|1997|p=649}}
 
=== Relación con otros animales ===
Las Etimologías de San Isidoro dicen que el ''rhinoceron'', también llamado ''unicornus'', derriba a los elefantes infiriéndoles una herida en el vientre, y el bestiario de Guillaume le Cler concreta que lo hace «tan fuerte bajo el vientre con su pezuña cortante como una hoja, que lo destripa del todo». Junto al elefante, otro de sus enemigos sería el león. Según el autor de la carta del Preste Juan, el león se detiene junto a un gran árbol y, cuando el unicornio se dispone a herirle, lo esquiva de manera que éste golpea el árbol con fuerza y su cuerno queda atascado en él, y entonces el león «lo mata con mucha astucia».
 
En un texto del género cortesano como ''Le Rommans de la Dame a la Licorne et du Biau Chevalier au Lyon'', el unicornio ha sido ofrecido a la dama por sus virtudes femeninas («Dama del Unicornio»), mientrasy será el animal que la proteja y guíe preservándola de toda impureza y vicio que la puedan apartar del amor verdadero —remitiendo a las tradicionales propiedades purificadores del cuerno—. Por otro lado, el caballero («Bello Caballero») recibe el emblema del león, símbolo de poder, de fuerza soberana e invencible, por su virilidad y valía.
 
== Iconografía medieval ==