Diferencia entre revisiones de «Guerra de los Cien Años»

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[[Archivo:16th-century unknown painters - Philip the Bold - WGA23677.jpg|miniatura|izquierda|upright|[[Felipe II de Borgoña]], apodado el Atrevido, en un cuadro anónimo del siglo {{SIGLO|XVI}}.]]
 
Carlos V falleció finalmente en septiembre de 1380,{{harvnp|Mitre Fernández|1990|p=133}} con cuarenta y dos años de edad. Su hijo y tocayo heredó el trono con tan solo doce años; al ser menor de edad, sus tíos lo tutelaron.{{harvnp|Perroy|1982|p=155}} Estos formaron un consejo de regencia que sustituyó al consejo real, impidiendo al mismo tiempo la creación de la gran junta prevista por Carlos V.{{harvnp|Perroy|1982|p=155}} Los regentes fueron deshaciéndose progresivamente de los consejeros del rey difunto, si bien no todos perdieron sus puestos y otros que lo hicieron los recuperaron luego.{{harvnp|Perroy|1982|p=156}} Los tíos del rey, hermanos de su difunto padre, [[Luis I de Anjou|Luis de Anjou]], [[Juan de Berry]] y [[Felipe II de Borgoña|Felipe de Borgoña]], acapararon el poder junto con su primo, [[Luis II de Borbón|Luis II duque de Borbón]], pese a lo que había dispuesto Carlos V.{{harvnp|Perroy|1982|p=155}} El reinado anterior se había caracterizado por la afirmación del poder real frente a la nobleza. De hecho, ya ha sido desangrado por los efectos de las batallas de Crécy y Poitiers o la gran plaga y sus reminiscencias regulares, pero también se enfrenta a una caída significativa en sus ingresos de la tierra, el campo ha sido despoblado por la peste y devastado de forma duradera por el saqueos resultantes de la estrategia de tierras desiertas y la acción de las compañías mercenarias: los campesinos huyeron y sus tierras fueron a menudo en barbecho, abandonadas (fueron graves en particular, las viñas destruidas, que conducen a dificultades duraderas en la producción de vino, y que era esencial en una época en que el agua rara vez era segura). Obviamente con el regreso del orden, las cosas mejoraron, las tierras se recolonizaron, pero muchos señores cedian sus tierras en alquiler o aparcería, lo cual era menos rentable, pero otorgaba ingresos más regulares y les permitía estar presentes en la corte para beneficiarse de la generosidad de su señor supremo. La hacienda real había acumulado fondos a merced de que los impuestos se habían vuelto permanentes, lo que permitía la Corona comprar la fidelidad de los señores feudales. Los tíos del nuevo rey aprovecharon esta circunstancia para emplear en provecho propio el dinero de la Corona, manteniendo a costa del erario real grandes grupos de partidarios{{harvnp|Coulet|2007|p=416}} y verdaderos principados. El duque de Anjou acabó partiendo a conquistar el [[reino de Nápoles]] que reivindicaba para sí desde 1382, pero sufragó la expedición a costa del erario.{{harvnp|Coulet|2007|p=415}}{{harvnp|Perroy|1982|p=155}} Al duque de Berry se lo apartó nombrándolo lugarteniente del rey en el Languedoc, donde se dedicó a esquilmar el territorio como ya había hecho antes su predecesor en el cargo, su hermano el duque de Anjou.{{harvnp|Perroy|1982|p=155}} La marcha delde hermanolos hermanos dejó a [[Felipe II de Borgoña|Felipe el Atrevido]] como figura preponderante del consejo, junto con su primo el duque de Borbón.{{harvnp|Perroy|1982|p=155}}{{harvnp|Guizot|2004|loc=Volumen III}}
[[Archivo:Charles VI bedridden and his physician.jpg|miniatura|upright|Carlos VI en cama, en una miniatura de finales del siglo {{SIGLO|XV}}.]]
En cuanto a la guerra anglo-francesa, los primeros años de la década de 1380 se caracterizaron por el mantenimiento de la superioridad franco-castellana y las rebeliones en los dos reinos enfrentados.{{harvnp|Mitre Fernández|1990|p=134}} La flota castellana incendió [[Gravesend]]{{harvnp|Sherborne|1967|p=170}} en 1380 y la imposición de un nuevo tributo para mejorar las defensas del reino, reunir fondos para una incursión en Francia y pagar la boda del rey desencadenó la [[Rebelión de Wat Tyler|rebelión de los campesinos del sureste]],{{harvnp|Perroy|1982|p=149}} apoyados por parte de la población londinense, que pusieron en un brete al Gobierno inglés.{{harvnp|Mitre Fernández|1990|p=134}} También hubo en Francia varias rebeliones, fundamentalmente antifiscales,{{harvnp|Perroy|1982|p=157}} en diversos puntos del reino: en Ruan, París y en Flandes.{{harvnp|Mitre Fernández|1990|p=134}} En este, [[Felipe de Artevelde]], hijo del asesinado Jacobo, se alzó en la primavera de 1381 y solicitó apoyo inglés.{{harvnp|Mitre Fernández|1990|p=134}}{{harvnp|Perroy|1982|p=157}} La actitud anglófila del conde, [[Luis II de Flandes|Luis de Male]], no había bastado para impedir la nueva revuelta de Gante y que esta solicitase la ayuda inglesa, obligando al duque a pedir la de su yerno, el duque de Borgoña, que hizo que el consejo real francés decidiese enviar una expedición para sofocar el alzamiento.{{harvnp|Perroy|1982|p=157}} Los franceses batieron a los rebeldes en [[Batalla de Roosebeke|Roosebeke]] el 27 de noviembre de 1382, pero en mayo de 1383 los rebeldes recibieron refuerzos ingleses (una supuesta cruzada acaudillada por el obispo de Norwich con el beneplácito del papa romano), a los que los franceses contuvieron en agosto, tras haberse apoderado de Dunquerque y haber sitiado en vano Ypres.{{harvnp|Mitre Fernández|1990|p=134}}{{harvnp|Perroy|1982|pp=152, 158}}