Diferencia entre revisiones de «Ned Kelly (película de 2003)»

película de 2003 dirigida por Gregor Jordan
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(Sin diferencias)

Revisión del 14:15 23 ene 2008

Película dirigida por Gregor Jordan (Buffalo Soldiers), Ned Kelly narra las hazañas de uno de los fugitivos más buscados de la historia por la Corona de Inglaterra. Protagonizada por Heath Ledger, Orlando Bloom, Geofry Rush y Naomi Watts, Ned Kelly ha sido recibida con frialdad tanto por la crítica como por el público.

Estamos a mediados del siglo XIX. Ned Kelly (Ledger) es un muchacho problemático que acaba de salir de prisión por un delito que no había cometido y que sólo desea reunirse con su familia y amigos. Las cosas se truncan cuando un policía trata de cortejar a su hermana de una forma poco ortodoxa provocando ciertos enfrentamientos. Un simple altercado conducirá a una serie de acontecimientos en espiral que terminarán con la madre de Kelly en prisión por intento de asesinato, dictándose una orden de busca y captura contra el propio Kelly. Éste huirá con su hermano y unos amigos e intentará por todos los medios poner fin a la situación y demostrar la corrupción policial. El paso del tiempo convertirá a Kelly en el mayor fugitivo que hasta entonces se había conocido, ofreciéndose una recompensa de más de ocho mil libras por su cabeza.

La película, basada en hechos reales, comienza con una breve exposición del personaje de Kelly (con el típico flash back) y su salida de la cárcel, para a partir de ahí entroncar con los problemas entre la policía y la familia, que provocará la escapada de Kelly y sus vanos intentos por aclarar la situación. Aunque Ned Kelly no aburre le falta algo tan sustancial como es ese aura que debe envolver al espectador al menos mínimamente para que éste sea cómplice de lo que está viendo. Ese halo nunca llega a existir del todo y eso se debe a la indiferencia con la que está tratada la historia. Personajes desterrados, perseguidos o desahuciados ha habido muchos en el cine y con resultados dispares, pero lo más importante al contar este tipo de historias es que hay que saber magnificar al héroe, al hombre inocente y sus valores, sus proezas y sus miserias, y además saber contarlas. Ned Kelly no sale airosa de ninguna de estas premisas; ni engancha su historia, ni enganchan sus personajes y eso debido a las maneras narrativas de la película.

Gregor Jordan dirigió otro film de corte similar, la modesta Buffalo Soldiers, una crítica sarcástica que se mofaba con sarna de la vida en el ejército. Como en aquella, Jordan acomete una dirección de lo más plana, limitándose a traducir en imágenes las palabras del libreto punto por punto, con oficio pero sin personalidad. Durante el visionado de Ned Kelly uno tiene la impresión de que no es esa la mejor perspectiva para enfocar la historia. Uno de las mejores virtudes de la película es el realismo con el que está reflejada la época y la crudeza de algunas secuencias, especialmente aquella en la que Kelly dispara a uno de los agentes y muere en sus brazos, pero aún así las líneas argumentales de la película van desvaneciéndose poco a poco, fracasando casi todas ellas. A saber: la relación amorosa entre Kelly y la granjera es excesivamente fría y queda inconclusa (atención a la horrible secuencia de amor entre ambos); nunca sabemos qué le ocurre a su madre; la supuesta revolución popular apoyando a Kelly se resuelve con un par de planos; el policía que lo empezó todo no vuelve a hacer acto de presencia; y la escena final en la posada está rodada con menos emoción que una redifusión del festival de la OTI, un buen punto de partida que acaba desmoronándose.

El personaje de Ned Kelly podría haber sido muy interesante, pero le falta carácter y algo de desarrollo. Piénsese por ejemplo en el Benjamín Martin que interpreta Mel Gibson en El Patriota. Kelly es también un hombre bondadoso que de repente se ve envuelto en una guerra personal, en este caso contra los agentes de su Majestad, pero que carece, o más bien no se muestra convenientemente, del carisma necesario para sobrellevar todo el peso de la película. Heath Ledger (que interviene en off para aportar cierta entidad) nunca consigue que nos creamos que es un fugitivo renegado y no por su falta de aplicación. Ledger debe haberse documentado para imitar algunos gestos de la leyenda, puesto que no ceja en realizar todo tipo de muecas con la boca y cojeras varias, muy logradas para personalizar al personaje pero a pesar de sus empeños (Ledger no es tan mal actor como algunos dicen) no parece un papel adecuado para su edad, complexión y forma de interpretar, es decir, un miss-casting.

El resto del reparto tampoco está demasiado acertado. Orlando Bloom, un personaje más que de alguna manera no encaja con el actor, Geoffrey Rush no recita más de tres frases durante toda la película y se nota que no está cómodo en el papel.

A pesar de su monotonía Ned Kelly nunca se hace pesada y entretiene lo necesario para pasar el rato, pero es una pena que una historia tan lucida se haya quedado por falta de aplicación en un film de lo más intrascendente.

Lo mejor: Los intentos agradecidos de Hearth Ledger por encajar en el personaje. Lo peor: Todo y nada al mismo tiempo. Le falta gancho pero no aburre. El momento: Cuando Kelly, tras haber dado muerte a un agente, se da cuenta del absurdo de la situación.