Diferencia entre revisiones de «Operación Mangosta»

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En ella aparecen ya las acciones para encarecer y dificultar el transporte marítimo hacia Cuba, para provocar fracasos en las cosechas de alimentos y para impedir las ventas de [[níquel]], entre otras. Durante el período de vigencia del Plan Mangosta, en un lapso de unos 14 meses se registraron de ellas 716 sabotajes de envergadura contra objetivos económicos. Como respuesta, Cuba accedió a la sugerencia de la [[Unión Soviética]] de emplazar cohetes atómicos en su territorio, lo que condujo a la [[Crisis de los misiles de Cuba]] en octubre de 1962, el momento álgido de la [[Guerra Fría]].
 
== Documento completo de la Operación Mangosta en castellano(Español) ==
 
'''Junta de jefes del Estado Mayor '''
WASHINGTON 25, D.C.
13 de marzo de 1962
 
MEMORANDO PARA EL SECRETARIO DE DEFENSA
Asunto: Justificación de una intervención militar de los EE. UU. en Cuba (TS)
 
La Junta de jefes del Estado Mayor ha estudiado el memorando adjunto dirigido al Jefe de
Operaciones, Proyecto Cuba, en respuesta a una petición de dicho departamento de que se
describieran, de forma breve pero precisa, las posibles razones para justificar una intervención militar en Cuba por parte de los Estados Unidos.
 
La Junta de jefes del Estado Mayor recomienda que se haga seguir dicho memorando
en calidad de informe preliminar como arma de planificación y con el fin de recibir propuestas similares de otros estamentos, la totalidad de las cuales se utilizará para desarrollar una
estrategia con plazos específicos. Seguidamente, podrá estudiarse cada caso de forma
individual.
 
Asimismo, se ha decidido que sea un único organismo el que se ocupe de los aspectos
militares y paramilitares del plan básico, por lo que se recomienda que sea la Junta de jefes del Estado Mayor quien designe al organismo responsable de las operaciones militares y
paramilitares, tanto de las manifiestas como de las encubiertas.
 
'''Para la Junta de jefes del Estado Mayor:
L. L. LEMNITZER
Presidente
Junta de Jefes del Estado Mayor '''
 
1 Documento adjunto:
Memorando para el Jefe de operaciones, Proyecto Cuba
 
APÉNDICE DEL DOCUMENTO ADJUNTO A
BORRADOR
MEMORANDO PARA EL JEFE DE OPERACIONES, PROYECTO CUBA
Asunto: Justificación de una intervención militar de EE.UU. en Cuba (TS)
 
Se hace referencia al escrito remitido por el Jefe de Operaciones, Proyecto Cuba, al General
Craig, con asunto “Operación MANGOSTA” y fecha del 5 de marzo de 1962, en el que ''' se solicita una descripción breve pero precisa de las razones que la Junta de jefes del Estado Mayor considere justificativas de una intervención militar en Cuba por parte de los Estados Unidos. '''
 
Los proyectos que se detallan en el anexo adjunto se reenviarán como propuestas
preliminares en calidad de informe preliminar y como arma de planificación con el fin de recibir propuestas similares de otros estamentos, la totalidad de las cuales se utilizará para desarrollar una estrategia con plazos específicos. Seguidamente, podrá estudiarse cada caso de forma
individual.
 
Dicho plan, que deberá incluir los proyectos que se aprueben de entre los que se
sugieren en el anexo adjunto o en otros documentos, deberá tener como objetivo final el
aportar una justificación convincente para que los EE.UU. realicen una intervención militar
además de perfilar una cadena lógica de incidentes que se pueda entrelazar con otros
acontecimientos sin vínculo aparente con el fin de camuflar el objetivo final y de fomentar la necesaria sensación general de que Cuba actúa a gran escala de forma irreflexiva e
irresponsable, tanto contra los Estados Unidos como contra otros países. Dicha estrategia
también debe integrar y planificar de forma apropiada las medidas a adoptar. Lo que se busca con la aplicación de dicho plan es colocar a los Estados Unidos en la aparente situación de ser víctima de los agravios demostrables de un gobierno cubano irreflexivo e irresponsable y fomentar en la comunidad internacional la opinión de que Cuba constituye una amenaza para la paz en el hemisferio occidental.
 
Ya que el tiempo constituye un factor importante en la resolución del conflicto cubano,
se debe planificar la estrategia de tal forma que los proyectos sean operativos a muy corto
plazo.
 
Dado que el objetivo final es una intervención militar en toda regla, se recomienda que
sea la Junta de jefes del Estado Mayor quien designe al organismo responsable de las
operaciones militares y paramilitares, tanto de las manifiestas como de las encubiertas.
 
ANEXO DEL APÉNDICE DEL DOCUMENTO ADJUNTO A
JUSTIFICACIONES PARA UNA INTERVENCIÓN MILITAR EN CUBA
 
(Nota: Las acciones que se describen a continuación no son más que unas propuestas
de planificación que no están dispuestas en orden cronológico ni ascendente. El conjunto de
éstas y de otras similares que se reciban de otros estamentos se utilizará como punto de
partida para desarrollar una planificación única, integrada y con plazos específicos que, a su
vez, debe permitir que se evalúen los proyectos de forma individual dentro de un contexto de acciones acumulativas y correlacionadas destinadas a cumplir inexorablemente con el objetivo de justificar adecuadamente una intervención militar de los EE.UU. en Cuba.)
 
Dado que lo más adecuado es que la intervención militar en Cuba por parte de los EE.UU. se base en una provocación legítima, se puede desarrollar ''' un plan de encubrimiento y decepción ''' (en el que se incluirían las acciones preliminares necesarias como las desarrolladasen respuesta al Task 33c) que constituya un primer paso para provocar reacciones por parte de Cuba. Se hará hincapié en el hostigamiento y en acciones de decepción con el fin de convencer a la población cubana de lo inminente de la invasión. Durante todo el período de aplicación del plan, nuestras fuerzas armadas estarán en disposición de pasar de forma inmediata de la maniobra a la intervención real si la reacción de Cuba así lo justifica.
 
Se deberán planificar una serie de incidentes bien coordinados que se producirán tanto
en Guantánamo como en sus inmediaciones y que deberán tener toda la apariencia de haber
sido producidos por fuerzas cubanas hostiles.
 
Incidentes que darían pie a un ataque verosímil (no están en orden de ejecución):
Difundir rumores (muchos). Usar emisora clandestina.
 
Desembarcar cubanos pro-americanos uniformados “al otro lado de la verja” para que lleven a cabo el aparente ataque contra la base.
Capturar a saboteadores cubanos (pro-americanos) dentro de la base.
Provocar disturbios cerca de la entrada principal de la base (con cubanos pro-americanos)
Hacer explotar municiones dentro de la base. Provocar incendios.
Incendiar una aeronave dentro de la base aérea (sabotaje).
Desde fuera de la base, lanzar proyectiles de mortero por encima de la verja y producir algunos daños en las instalaciones.
Capturar equipos de asalto que se aproximen por el mar o que provengan de los alrededores
de la ciudad de Guantánamo.
Capturar un grupo de milicianos que intenten asaltar la base.
Sabotear un barco en el puerto. Grandes incendios – naftalina.
Hundir un barco cerca de la entrada del puerto y realizar funerales por las víctimas (ficticias) (este punto puede sustituir al anterior).
La respuesta de los EE.UU. consistirá en llevar a cabo operaciones ofensivas con el fin de
garantizar el suministro de agua y electricidad, así como destruir emplazamientos de artillería y de mortero que constituyan una amenaza para la base.
Las fuerzas armadas americanas deberán emprender acciones militares a gran escala.
Hay varias formas de orquestar un incidente del tipo “Remember the Maine”:
Se puede volar un barco americano en la Bahía de Guantánamo y acusar a Cuba.
Se puede volar un barco teledirigido (sin dotación) en cualquier punto de las aguas territoriales cubanas o cerca de La Habana o de Santiago, haciendo que parezca el espectacular resultado de un ataque cubano por aire o por mar, o por ambos, ya que la mera presencia de aviones o barcos cubanos intentando averiguar las intenciones de dicho navío podría constituir una prueba bastante convincente de que los cubanos atacaron y asaltaron el buque. El hacerlo cerca de La Habana o de Santiago puede incrementar la verosimilitud, sobre todo para aquellas personas que hayan oído la explosión o hayan visto el incendio. Seguidamente, los EE.UU. pueden realizar una operación de rescate aéreo/marítimo con el respaldo de cazas americanos para “salvar” a los supervivientes de su dotación ficticia. Al publicarse la lista de bajas en la prensa norteamericana puede producirse una conveniente sensación de indignación a nivel nacional.
 
En la zona de Miami, así como en otras ciudades de Florida, y hasta en el mismo
Washington, se puede organizar una campaña para desatar el terror hacia el ‘comunismo
cubano’ entre los cubanos que desean obtener refugio en EE.UU. Se puede hundir un barco
lleno de cubanos rumbo a Florida (real o simulado). Podemos fomentar agresiones a
refugiados cubanos que vivan en EE.UU., llegando incluso hasta el punto de producirles
heridas reales, y asegurarnos de que se divulgan masivamente en los medios de
comunicación.
 
Asimismo, para difundir una imagen de irresponsabilidad del gobierno cubano, puede
ser de utilidad hacer explotar unas cuantas bombas de plástico en lugares cuidadosamente
escogidos, arrestar a agentes cubanos y divulgar documentos preparados que demuestren lo
implicada que está Cuba.
 
Se puede simular un obstruccionismo “con origen en Cuba y apoyado por Castro”
contra algún país caribeño cercano (al estilo de la invasión de la República Dominicana del 14 de junio). Sabemos que, actualmente, Castro está respaldando acciones clandestinas y
subversivas contra Haití, la República Dominicana, Guatemala y Nicaragua, y posiblemente contra algunos países más. Se pueden magnificar dichas acciones así como ingeniar algunas más y sacarlas a la luz. Por ejemplo, se le puede sacar provecho a lo sensible que está la fuerza aérea de la República Dominicana a las intrusiones que se hagan en su espacio aéreo. Se pueden organizar incursiones nocturnas de aeronaves “cubanas” del tipo B-26 o C-46 para quemar campos de caña. Se pueden hallar bombas incendiarias soviéticas, lo cual se puede combinar con la intercepción de mensajes “cubanos” a los movimientos clandestinos de la República Dominicana, así como con los envíos “cubanos” de armas que serán descubiertos o interceptados en la playa.
 
Se puede reforzar la provocación utilizando aviones tipo MIG pilotados por americanos
que realicen acciones de hostigamiento contra aviones civiles, que ataquen barcos y que destruyan aviones teledirigidos de las fuerzas aéreas de los EE.UU. Basta con pintar
adecuadamente un F-86 para convencer a los pasajeros de que han visto a un MIG cubano, sobre todo si el piloto del avión en el que están volando les avisa de ello por los altavoces.
Aunque el principal inconveniente de esta sugerencia parezca ser el incremento del riesgo que conlleva hacerse con una aeronave o modificarla, los EE.UU. tienen capacidad de producir unas copias verosímiles del avión MIG en unos tres meses.
 
Se debe dar la sensación de que los intentos de secuestro de aviones y embarcaciones
civiles se siguen produciendo como medidas de hostigamiento fomentadas por el gobierno
cubano. Simultáneamente, se deben favorecer las deserciones genuinas de cubanos por mar y aire, tanto a nivel civil como militar.
 
Existe la posibilidad de provocar un incidente que demuestre, de forma convincente, que un avión cubano ha atacado y derribado un vuelo civil chárter con origen en los EE.UU. y con destino a Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela. El país de destino se escogerá de tal forma que la ruta del vuelo tenga que atravesar el espacio aéreo cubano. El pasaje puede consistir en un grupo de universitarios de vacaciones o cualquier grupo de personas que compartan algún interés determinado y que sirva de justificación para haber organizado un vuelo chárter.
 
En la base aérea de Eglin se pintará y numerará una aeronave para convertirla en un duplicado exacto de un avión civil registrado perteneciente a una sociedad anónima de la CIA con base en la zona de Miami. En el momento escogido, se debe reemplazar el avión auténtico con el duplicado, al que se subirán los pasajeros seleccionados, todos con identidad falsa meticulosamente preparada. Entonces se adaptará al avión auténtico para dirigirlo por control remoto.
 
Las horas de despegue de ambos aviones deberán programarse para que puedan encontrarse al sur de Florida, momento en el cual el avión con pasajeros deberá descender a la altitud mínima y dirigirse directamente a un campo auxiliar en la base aérea de Eglin, en donde todo estará preparado para evacuar al pasaje y devolverle al avión su aspecto original. Mientras tanto, el avión teledirigido seguirá volando siguiendo la ruta establecida y, cuando se encuentre sobre Cuba, deberá enviar un “MAY DAY” en la frecuencia de socorro internacional avisando de que está siendo atacado por un MIG cubano. La transmisión se interrumpirá cuando el avión teledirigido sea destruido mediante una señal de radio.
 
 
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