Diferencia entre revisiones de «Cora Mayers»

Contenido eliminado Contenido añadido
Línea 43:
A la Dra. Mayers pertenece el mérito de haber comprendido que las enfermeras debían extender sus prestaciones en todas las ramas asistenciales y fue por ello que obtuvo de la Universidad de Chile la aceptación para fusionar su Escuela de Enfermeras hospitalarias con la de Enfermeras Sanitarias, creando la Escuela de Enfermería de la Universidad de Chile, en la que en reconocimiento a su labor, se denominó a la Dra. Mayers como primera Directora en 1930, permaneciendo en este cargo hasta el día de su muerte, acaecida en enero de 1931.<ref>[http://www.museomedicina.cl/home/index.php/historia-de-la-medicina/180-dra-cora-mayers-1895-1931.html Dra. Mayers, Cora (1895-1931)]</ref>
==Controversia==
Causo gran revuelo el hecho que la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile hiciera un homenaje póstumo a Mayers incluyendo a su femicida ,Alfredo Demaría.<ref>[https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872017000901179 Tribute to the teachers Cora Mayers Glehy and Alfredo Demaría Andreani]</ref><ref> Tribute to the teachers Cora Mayers Glehy and [[Alfredo Demaría Andreani]] Rev. méd. Chile vol.145 no.9 Santiago set. 2017 </ref><ref group='nota'>El Dr. Alfredo Demaría Andreani
 
El Dr. Alfredo Demaría nació en Valparaíso en 1898 (Registro de nacimiento, Valparaíso, 1898). Durante sus estudios de Medicina en la Universidad de Chile, se destacó como uno de los dirigentes con mayor capacidad intelectual, siendo presidente del Centro de Alumnos de Medicina en 1919 cuando el presidente era Juan Gandulfo. En ese período, la organización sufrió una de las olas represivas más violentas de su historia. Entre julio y octubre de 1920 los dirigentes de la Federación fueron perseguidos por su cercanía al anarquismo y su trabajo social con los sindicatos y organizaciones de trabajadores, ola conocida como el “proceso a los subversivos”, que culminó con la muerte en la cárcel del estudiante y poeta José Domingo Gómez Rojas. El medio de difusión de los estudiantes era la revista Claridad, que tuvo entre sus redactores a Juan Gandulfo, Alfredo Demaría y Pablo Neruda, entre otros4. El Dr. Demaría obtuvo su grado de bachiller en Medicina en 1918 y de licenciado en Medicina en 1921 con su tesis titulada: Situación actual de la lucha contra las enfermedades venéreas (Tesis de licenciatura, 1922, Museo Historia de la Medicina, Universidad de Chile). En el prefacio de su tesis podemos leer lo siguiente: “Las enfermedades venéreas, o sea la sífilis, blenorrea y chancro blando, son las que presentan con mayor frecuencia entre todas las afecciones. Socialmente consideradas, son de una gravedad enorme, porque afectan la vitalidad de la raza y su profilaxis es difícil de realizar. Es casi imposible darse una cuenta exacta de la extensión y gravedad del problema, porque los enfermos ocultan su mal o no le dan la importancia que realmente tiene. En Chile el problema de las enfermedades venéreas está más agravado aún, por el alto porcentaje de afectados y por la intervención de otros factores como la incultura y el alcoholismo de la gran mayoría de la población.” Posteriormente a sus estudios de Medicina, el Dr. Demaría recibió el grado de doctor en Higiene Pública en la Universidad de Johns Hopkins, en los Estados Unidos, siendo el primer doctor sudamericano titulado en dicha disciplina y prestigiosa institución (Registro histórico de graduados, 1928, Universidad de Johns Hopkins). De vuelta en Chile se desempeñó profesionalmente como Director de Sanidad (1924) y luego como profesor titular del ramo de Higiene y Medicina Preventiva (1928) en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile5. El doctor Demaría sucedió en dicha Cátedra al Dr. Mamerto Cádiz, profesor de la Cátedra fusionada de Bacteriología e Higiene desde 1905, siendo por tanto el primer profesor de esta nueva, independiente y moderna Cátedra de Higiene y Medicina Preventiva3. Su sucesor en la Cátedra fue el afamado Dr. Lucio Córdova, quien en su clase inaugural con fecha de 15 abril de 1932 dijo sobre su inmediato antecesor: “… arrebatado desgraciadamente en los comienzos de la vida al progreso de nuestros servicios de Higiene y a la labor docente, que honraba con su brillante inteligencia y con su cuidada preparación científica. Su educación sanitaria la había adquirido en Estados Unidos de América, cuyos servicios de salubridad vigorosamente organizados y dotados de munificencia no sufrieron, como los de los países europeos, la acción disolvente de la lucha de cuatro años que consumió hombres y riqueza pública. Se adivina, a través de sus lecciones, esa precisión, ese cuidado de la exactitud, esa concordancia entre los detalles, que son las cualidades primordiales del organizador. Su enseñanza y el profesor mismo, respondía al momento en que se hacía oír, de mutaciones variadas, de reformas frecuentes de nuestras leyes sanitarias que buscaban la formula más conveniente para dar estabilidad, por algunos años, a los Servicios y al personal encargado de ellos”</ref>