Ayudas a la navegación

Las ayudas a la navegación marítima incluyen aquellos sistemas capaces de dar una posición más o menos exacta a las embarcaciones durante sus travesías, lo que permite establecer las rutas adecuadas y evitar en lo posible accidentes como encallamientos o naufragios.

Evolución

Ya en la antigüedad se encendían hogueras en puntos estratégicos de la costa como acantilados, islas, cabos o entradas a puerto, lo que permitía a los marineros identificar su posición en condiciones de visibilidad reducida.

En la Edad Media fueron surgiendo las primeras cartas de navegación, con mapas cada vez más detallados de las líneas de costa. Sin embargo, estas cartas de navegación sólo son útiles con luz diurna, por lo que de noche seguían siendo imprescindibles las señales luminosas. Las hogueras evolucionaron hasta convertirse en los actuales faros, primero como meras construcciones que resguardaban de las inclemencias del tiempo; luego sustituyendo el fuego de carbón o leña por lámparas de aceite, añadiendo ópticas y lentes que permitieron concentrar el haz de luz y aumentar el alcance de su visibilidad; y por último, con la aparición de la electricidad, incluyendo bombillas y automatizando todo el sistema.

A lo largo del siglo XX se han producido los mayores adelantos, incluyendo sistemas de radio, mediante radar, o vía satélite que ubican los barcos con una precisión de metros en cualquier parte del mundo.

Enlaces externos

• Puertos del Estado

Véase también

• Navegación marítima