Diferencia entre revisiones de «Manuel Belgrano»
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Belgrano se rodeó de la élite intelectual de España, y por aquel entonces se discutía sobremanera la reciente [[Revolución Francesa]]. Los cuestionamientos al [[derecho divino de los reyes]], los principios de [[igualdad]] y [[libertad]], y la aplicación universal de la [[Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano]], estaban en boca de todos. En esos círculos se consideraba imperioso refundar la nación bajo principios similares, y quienes no estaban de acuerdo eran tachados de tiranos y partidarios de ideas antiguas y desprestigiadas.<ref name="FLeducación"/> Años más tarde escribiría en su autobiografía:
{{cita|Como en la época de 1789 me hallaba en España y la revolución de Francia hiciese también la variación de ideas y particularmente en los hombres de letras con quienes trataba, se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre, fuere donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido, y aún las mismas sociedades habían acordado en su establecimiento directa o indirectamente.<ref name="Autobiografía">Belgrano, Manuel, ''Autobiografía'', pág. 23, Carlos Pérez Editor, Bs. As., 1968.</ref>}}
También se dedicó al estudio de las lenguas vivas, la economía política y el derecho público. Los autores que lo influyeron más profundamente fueron [[Pedro Rodríguez de Campomanes|Campomanes]], [[Gaspar Melchor de Jovellanos|Jovellanos]], [[Adam Smith]] y [[François Quesnay|Quesnay]]. Sus principales puntos de interés en las obras de tales autores eran aquellos referidos al [[bien público]] y la búsqueda del provecho general.<ref name="FLeducación"/> Belgrano pensaba por entonces que la teoría [[Fisiocracia|fisiocrática]] de Quesnay y los postulados de Smith podían aplicarse en forma complementaria en el Río de la Plata.
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