Diferencia entre revisiones de «François Duquesnoy»

Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
Sin resumen de edición
Línea 27:
Los expertos han destacado la finura del acabado de las superficies y la suavidad y dulzura con la que Duquesnoy dotó a la estatua. Según Bellori, el artista trabajó durante años en ella con un modelo vivo, teniendo como referente la estatua antigua de ''Urania'' del Capitolio. Duquesnoy consiguió un verdadero alarde de equilibrio clasicista; la figura está en un perfecto ''[[contrapposto]]'' y todo en ella es grácil elegancia. La santa gira suavemente el cuello con un movimiento compensado por la caída de vestido y manto.
 
Esta obra gozó de un gran éxito entre sus contemporáneos (Bellori la definió como «''un aria dolce di grazia purissima''»). Fue, sin embargo, durante el [[siglo XVIII]] cuando entró en el cánon de las esculturas modernas más admiradas, gracias a una copia de mármol que [[Guillaume Coustou]] envió a [[París]] ([[1739]]) para admiración del ambiente artístico francés. En aquellos tiempos se sentía una profunda devoción por los principios neoclásicos con los cuales la ''Santa Susana'' encajaba a la perfección.
 
=== El ''San Andrés'' del crucero de San Pedro ===
Línea 37:
Como otros escultores de la época, Duquesnoy fue requerido para restaurar e incluso completar estatuas antiguas, tales como torsos sin cabeza o extremidades. El ''Fauno Rondanini'' (1625-30, ahora en el [[British Museum]]) es una recomposición a partir de una de estas piezas. El resultado es una figura de ademanes típicamente barrocos muy del gusto de sus contemporáneos, pero que fue agriamente criticada por los neoclasicistas de finales del siglo siguiente. Otro ejemplo de este tipo de reconstrucciones es el Adonis conservado actualmente en el [[Museo del Louvre]].
 
Es en las figuras de pequeño formato donde Duquesnoy da lo mejor de sí mismo. Había comenzado su etapa romana ganándose la vida con la ejecución de este tipo de obras en bronce y marfil. Su producción posterior al ''San Andrés'' tampoco es de gran tamaño. Las tumbas de Andrien Vryburch ([[1629]]) y Ferdinand van den Eynde ([[1633]]-[[1640]]) en [[Santa Maria dell'Anima]] son sus proyectos más ambiciosos, pero serán una multitud de pequeños relieves y estatuillas en bronce, marfil, cera y terracota representando temas mitológicos o religiosos los que compongan el grueso de su obra. Estas pequeñas figuras serían muy apreciadas por los coleccionistas, que los pagarían al mismo precio que las genuínas antigüedades. Son característicos sus ''putti'', gráciles y delicados. El artista supo insuflarles algo de la inocencia infantil, gracias entre otros motivos, a su estudio del arte de [[Tiziano]], sobre todo la ''[[Ofrenda a Venus]]'' (hoy en el [[Museo del Prado]]), por la que el artista estaba fascinado. El tipo creado por Duquesnoy trascendería a todo el arte europeo posterior.