Diferencia entre revisiones de «Bernard Palissy»

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Tras su reedición por el geólogo y vulcanólogo francés Barthélemy Faujas de Saint-Fond en 1777, científicos de prestigio como [[Georges Louis Leclerc|Buffon]], [[René Antoine Ferchault de Réaumur|Réaumur]], [[Georges Cuvier|Cuvier]] y [[Antoine-Laurent de Jussieu|Jussieu]] le elogiaron y vieron en él el fundador de la [[agronomía]] de la [[geología]] y de la [[química]], y el primero en sentar las bases de la [[cristalografía]].<ref name='Lecoq'>Ver artículo de Anne-Marie Lecoq, ''Morts et résurrections de Bernard Palissy'', Revue de l'Art, número 78, 1987, págs. 26-32 [http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/rvart_0035-1326_1987_num_78_1_347667]</ref> Lo referente al agua, la sal y varias técnicas agrícolas en la [[enciclopedia de Diderot y D'Alembert]] está directamente adaptado de sus estudios.
 
El siglo XIX redescubre a Palissy como el ejemplo del hombre sencillo, alejado de los manuales sabios (presumía de no leer libros) y de las ciencias de los doctores, capaz de desarrollar un pensamiento original e inovador. Es hugonote y mártir, y más allá de la [[Ilustración]] encarna el saber láico y la lucha por el progreso. Bernard Palissy inspiró a [[Balzac]] dos personajes de sus novelas: Balthazar Claës, protagonista de ''[[La búsqueda del absoluto]]'', y David Séchard en ''[[Las ilusiones perdidas]]''.<ref name=Lecoq/> En 1852, el poeta [[Alphonse de Lamartine|Lamartine]] le dedica líneas elogiosas en su libro ''Historia de la humanidad a través de sus hombres ilustres'' y alaba sus dotes de escritor.<ref name=Lecoq/> El culto creado en torno a la vida y obra de Bernard Palissy en el siglo XIX encontró pocos detractores, con la notable excepción del director de la ''[[Manufacture nationale de Sèvres'']],<ref>Una de las más importantes y antiguas fábricas de porcelana de Europa, creada en el siglo XVIII, en [[Sèvres]], cerca de París.</ref> Alexandre Brongniart, que no le perdonaba el no haber divulgado el secreto de fabricación de sus esmaltes.<ref name=Lecoq/> En efecto, Palissy no creó escuela ni formó discípulos.
 
Es en el siglo XIX que el arte de Bernard Palissy volvió a despertar el interés de los ceramistas y de los coleccionistas, y se dio una corriente de seguidores como Charles Avisseau en [[Tours]], Georges Pull en París o Alfred Renoleau en [[Angoulême]].<ref>Artículo publicado con motivo de la exposición de las obras de Alfred Renoleau en el museo de Angoulême en 2008 [http://anciens-st-paul-angouleme.org/spip.php?article124]</ref> El entusiasmo por sus obras dio lugar a atribuciones abusivas de obras o fragmentos descubiertos, por lo que buena parte de su legado cerámico volvió a ser examinado por expertos a finales del siglo XX.<ref>Sobre la revisión de las obras atribuidas a Palissy en las colecciones del Museo Metropolitan de Nueva York, léanse el artículo de Jessie Mc Nab, ''Palissy et son «école» dans les collections du Metropolitan Museum of Art de New York'', en la revista ''Revue de l'Art'', 1987, número 78, págs. 70-76 [http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/rvart_0035-1326_1987_num_78_1_347671]</ref>