Diferencia entre revisiones de «Crónicas reales»
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Los primeros en ocupar este cargo fueron [[Ferrán Sánchez de Valladolid]] y el [[canciller de Castilla]] [[Pero López de Ayala]] (1332-1407).
Ferrán Sánchez de Valladolid fue cronista de [[Alfonso XI]] y se le encomendó la tarea de historiar los hechos del pasado reciente y, desde éstos, valorar las circunstancias del presente:
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{{cita|(...) et por que fuessen sabidas las cosas que acaesçieron en los tienpos del rey don Alfonso, su visabuelo, el sabio, e en tienpo del rey don Sancho el bravo, su abuelo, e en tienpo del rey don Fernando su padre, mandólas escivir en este libro (...) |GÓMEZ REDONDO, Fernando. ''[[#Notas|Historia de la prosa medieval, I]]''}}
Para ello se valió de los materiales alfonsíes reelaborados en la corte de [[Sancho IV de Castilla|Sancho IV]]. A él se deben, en mayor o menor medida: ''La [[Crónica de Alfonso X]]'', ''La [[Crónica de Sancho IX]]'' y ''La [[Crónica de Fernando IV]]'', ''La [[Crónica de Alfonso XI]]''
== La Crónica de Alfonso X ==
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[[Alfonso X]] es mostrado como un rey débil, contrafigura de Alfonso XI, el Justiciero.
== La Crónica de
{{VT|Sancho IV el Bravo}}
Es muy diferente a la anterior, pues tiene dos objetivos: justificar el linaje del rey que encarga esta tarea historiográfica y mostrar la maldad de los poderosos, cuyas actitudes tantos problemas trajo al reino y al rey.
== La Crónica de
{{VT|Fernando IV de Castilla}}
Su protagonista es la reina-madre [[María de Molina]]. La gran preocupación del cronista es presentar las actitudes con que la reina se enfrenta a los problemas que acarrea la minoridad del heredero y mostrar el enfrentamiento entre los poderes nobiliarios y regalistas. Según Gómez Redondo [[#Notas|(2)]], ''La trama de la crónica se divide (...) en siete unidades narrativas'':
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# Continuidad linajística y muerte del rey (capítulos 19 y 20).
== La Crónica de
{{AP|Crónica de Alfonso XI}}
{{VT|Alfonso XI}}
A pesar de los tres casos anteriores, quizás ésta sea la primera crónica que podría calificarse propiamente como real; es decir, al cronista sólo le interesa contar (de forma muy viva, puesto que es coetáneo de lo que narra) aquello que atañe a este monarca y por ello organiza los hechos con la intención de afirmar un saber histórico muy concreto, que sirva de apoyo al nuevo entramado cortesano que el rey quiere crear.
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