Diferencia entre revisiones de «Martillos de Pitágoras»
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La [[leyenda]] de los '''martillos de Pitágoras''' relata la historia de cómo [[Pitágoras]] ([[siglo VI a. C.]]) llegó a descubrir los fundamentos de la música, al pasar por enfrente de una [[Herrero|herrería]] y escuchar el sonido de cuatro martillos.
<blockquote>Pitágoras habría buscado por largo tiempo los criterios racionales que determinaran las consonantes musicales. Un día, guiado por la divinidad, pasó por una herrería de la cual emergían sonidos musicales armoniosos. Se acercó con asombro, pues los timbres musicales parecían provenir de los martillos que, al ser golpeados de manera simultánea, producían sonidos [[consonancia|consonantes]] y [[disonancia|disonantes]]. Al examinarlos,
La leyenda – que puede rastrearse hasta el ''[[Enchiridion harmonices]]'' de [[Nicómaco de Gerasa|Nicómaco]], siglo II d.C.<ref>Weiss, Piero, and Richard Taruskin, eds. Music in the Western World: A History in Documents. 2nd ed. N.p.: Thomson Schirmer, 1984. 3. Print.</ref> – se demuestra falsa, al menos en lo que a los martillos respecta. Estas proporciones son de hecho relevantes en lo que hace a la longitud de una cuerda (i.e. una [[monocuerda]]): utilizando los intervalos fundamentales, es posible construir los siete tonos básicos de la [[escala diatónica]] utilizada en música moderna, y Pitágoras ciertamente pudo haber tenido gran influencia en el descubrimiento de estas proporciones, pero las proporciones no guardan la misma relación con el peso de los martillos y los tonos producido por ellos.<ref>[http://books.google.com/books?id=ioa9uW2t7AQC&pg=PA143&lpg=PA143&dq=pythagoras+hammers+myth&source=bl&ots=wtLXShWfVQ&sig=LlyPLjIoE0O25ieAj9-2h7J1Qq8&hl=en&ei=itsgTduSB8L7lwf6os3UCw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=4&ved=0CCoQ6AEwAw#v=onepage&q=pythagoras%20hammers%20myth&f=false Christensen, Thomas, ed. The Cambridge history of Western music theory. Cambridge: Cambridge University Press, 2002. 143. Print.]</ref> Supuestamente, Pitágoras remarcó que el martillo A producía consonancia con el martillo B cuando eran golpeados al unísono, y el martillo C producía consonancia con el martillo A, pero los que martillos B y C eran disonantes. El martillo D producía tal consonancia con el martillo A que parecían estar "cantando" la misma nota.
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