Diferencia entre revisiones de «Historia medieval de España»

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A lo largo del siglo IX, coincidiendo con la época de crisis del Emirato de Córdoba, se produjo la repoblación de la zona entre la Cordillera Cantábrica y el río Duero. La ciudad de [[León (España)|León]] pasó a ser la capital del reino con [[Ordoño I]] en 856. Con [[Alfonso III de Asturias|Alfonso III "el Magno"]] la extensión de lo que ya se llama [[reino de León]] es de una dimensión considerable, la mitad del tercio norte peninsular. El proceso de [[monarquía patrimonial|patrimonalización de la monarquía]] se había completado de tal modo que a su muerte se divide el reino entre sus hijos (910), iniciándose una época de enfrentamientos entre esas nuevas entidades políticas, que también afectaron al vecino [[reino de Navarra]].
 
El proceso repoblador en esta extensa tierra de frontera, expuesta a las incursiones musulmanas, se realizó inicialmente con la institución de la [[presura]], que permitía a quien pudiera poner en cultivo y defender por sí mismo una tierra, considerarla propia; a veces se estimulaba la repoblación concediendo [[fuero]]s o privilegios locales mediante documentos, como la [[Carta Puebla de Brañosera]]. Con el paso de los siglos, a medida que la frontera se desplazaba hacia el sur, y según cada zona iba quedando relativamente segura, los descencientesdescendientes de los primitivos repobladores fueron siendo sometidos a condiciones sociopolíticas de menor libertad personal, vinculándose a los [[señorío]]s que establecían nobles laicos o eclesiásticos.
 
A comienzos del siglo X se había sobrepasado la línea del Duero, y ni siquiera un poderoso ejército reunido por Abderramán III pudo imponerse a una coalición cristiana ([[batalla de Simancas]], 930). Pero en el periodo siguiente, coincidiendo con el apogeo del poder del Califato y las campañas anuales de [[Almanzor]], que detuvieron la repoblación y obligaron al pago de tributos, la monarquía leonesa atravesó su periodo de mayor debilidad, tanto frente a los musulmanes como frente a los poderes aristocráticos locales. A pesar de ello, la institucionalización política se siguió desarrollando, produciendo incluso los pretenciosos títulos de ''rex magnus'' o ''imperator'' que aparecen en la diplomática de los reyes de León con otros reinos cristianos (y que parecen indicar un reconocimiento de superioridad protocolaria cuando lo utilizan el [[abad Oliba]] de Ripoll o [[Sancho Garcés III de Navarra]])<ref>Emilio Mitre, [http://books.google.es/books?id=TBL0FWIQAcgC&pg=PA252&lpg=PA252&dq=%22alfonso+V%22+imperator&source=bl&ots=LxjWcUNa7l&sig=TXxRDsHUa379R7vXWpeD1b3SSH4&hl=es&sa=X&ei=OtZEUL-uBIa40QXhnoG4Cw&ved=0CDEQ6AEwAA#v=onepage&q=%22alfonso%20V%22%20imperator&f=false Una primera Europa: Romanos, cristianos y germanos], pg. 252. Sebastián Quesada, [http://books.google.es/books?id=qFH9XGsppWEC&pg=PA244&lpg=PA244&dq=%22alfonso+V%22+imperator&source=bl&ots=dqbEOZX0Jk&sig=sDWcIvmKdch8gtsiRNf7q5fr-pc&hl=es&sa=X&ei=OtZEUL-uBIa40QXhnoG4Cw&ved=0CDcQ6AEwAQ#v=onepage&q=%22alfonso%20V%22%20imperator&f=false ''Diccionario de Civilización y Cultura Españolas''], Akal, 1997 ISBN 8470903055, Encuentro, 2011, ISBN 8499206514, pg. 244.</ref> o en las actas de algunos concilios (como el convocado por [[Alfonso V de León]] al que acudieron obispos, cargos cortesanos y grandes magnates de León y Asturias).