Diferencia entre revisiones de «Escuela granadina de pintura»

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Durante el [[siglo XVI]] sería casi más exacto hablar de la pintura en [[Granada]]. En la primera mitad del siglo, aparte la gran figura de [[Pedro Machuca]], sobresale la de un miniaturista, [[Juan Ramírez (artista)|Juan Ramírez]]. Pintor de retablos también, se le ha atribuido por Gómez Moreno las tablas de la ermita de los Mártires en el Museo granadino. Pero la gran obra [[Renacimiento|renacentista]] que marca, según Angulo, la nueva época del triunfo del rafaelismo, es el retablo de Santa Ana (1531) en la Capilla de Pulgar. También con Machuca trabajó en el retablo de la Santa Cruz de la Capilla Real Jacobo Florentino ([[Jacopo Torni]]). De más resonancia e influencia fueron las pinturas hechas de 1532 a 1546 en el Peinador de la reina de la Alhambra por los italianos [[Julio de Aquiles]] y [[Alejandro Mayner]]; obra decorativa, al fresco, con escenas de la conquista de Túnez y abundante y fina ornamentación de grotescos.
 
Tras de ese momento renacentista los nombres a recordar en la segunda mitad del siglo son secundarios; [[Juan de Palenque]] y después [[Juan de Aragón]], típico [[Manierismo|manierista]], cuya actividad enlaza con la de [[Pedro de Raxis]], que marca el paso al [[siglo XVII]]. En el primer cuarto de este siglo destaca, junto con éste, el toledano [[Juan Sánchez Cotán]], monje en la cartuja de Granada. Otros nombres del momento son los del caballero [[Pedro de la Calle]] y el del arquitecto y pintor [[Blas de Ledesma]], famoso por sus fruteros y floreros, a quien erróneamente haidentificó querido identificar Sterling[[Stirling-Maxwell]] con el toledano [[Blas de Prado]]. De una generación siguiente hay que recordar a [[Juan Leandro de la Fuente]], que firma en 1638 y 1639 una ''Pentecostés'', y un ''San Félix Cantalicio'', en el Ayuntamiento y en los Capuchinos, obras de fuerte vigor plástico y sólida factura. Los demás pintores que siguen dan una impresión más pobre e inexpresiva. Descuella, no por su calidad sino por su magisterio, [[Miguel Jerónimo de Cieza]] (1611-85), con quien se inician [[Esteban de Rueda]], [[Felipe Gómez de Valencia]], [[Ambrosio Martínez de Bustos]] -también poeta y popular por sus ''Inmaculadas''-, sus propios hijos, Vicente y [[José de Cieza]], y [[Pedro Atanasio Bocanegra]].
 
Vuelto [[Alonso Cano]] a Granada, en 1652, atrajo hacia sí a todos los artistas; a los que comenzaban y a los ya maduros. Casi se podría decir que los rasgos que caracterizan a la escuela son los rasgos de su estilo. Se impone así, en todos, la búsqueda de lo ideal y elegante en los tipos, la huida de lo realista y de la escena de género, prestando poca atención al retrato y casi ninguna al bodegón. Abundan también en todos las ricas entonaciones de color, con concretas preferencias de paleta, como el empleo del asfalto, y asimismo el gusto por la pintura flamenca, que habría impulsado [[Pedro de Moya]], de quien se dice que viajó a Flandes e Inglaterra. Los tipos de Cano se repiten por todos, aunque los maticen y desarrollen otros rasgos apuntados en su arte. Así hacen Bocanegra, [[Juan de Sevilla]] o, en [[Málaga]], [[Juan Niño de Guevara]]. El citado Gómez de Valencia (1637-79), buen dibujante, como Cano, gusta de repetir con acierto el tema del ''Descendimiento'' que incorporó aquel procedente de [[Van Dyck]]. Los demás siguen el estilo de Cano, directa o indirectamente. Así ocurre con los hijos de Cieza, Juan, José y Vicente.