Diferencia entre revisiones de «Francisco Murguía»

De ascendientes liberales, nace en la Hacienda de Mahoma, municipio, de Mazapil, Zacatecas el 4 de marzo de 1873, hijo de José María Murguía y de Emeteria López de Lara. Su padre modesto ranchero, por su filiación política opuesta a Don Porfirio Díaz, fue perseguido por las fuerzas del gobierno de este, hasta obligarlo al exilio optando por eso a trasladarse con su familia, primero a Parras Coahuila y mas tarde a San Antonio, Texas, lugaren donde el joven Francisco aprendió y trabajó en varios oficios, entre ellos la fotografía, profesión con la que después, en los albores del siglo XX regreso a México, donde establece un estudio fotográfico en Monclova, Coahuila. En esta plaza se adhirió al aún incipiente movimiento Maderista, optando por las armas, peleando varios combates contra las tropas federales en apoyo y de acuerdo al Plan de San Luis, Promulgado por Madero en 1910. Para noviembre de 1911, derrocado y exiliado de México Porfirio Díaz, Francisco I. Madero asume Constitucionalmente la Presidencia. Murguía entonces forma parte de uno de los cuerpos de "Carabineros de Coahuila", comandado por Gregorio Osuna; así, como militar del ejército federal combatió en el norte a las tropas rebeldes de Pascual Orozco. Más tarde  en febrero de 1913, a raíz del premeditado asesinato del Presidente Madero, Victoriano Huerta usurpa la Presidencia de la República. Murguía fue de los primeros que se solidarizó con el Plan de Guadalupe, incorporándose a las fuerzas de Pablo González Garza, con quién participó en las campañas de ese año en el noroeste del país. A mediados de 1914, al derrumbarse el espurio gobierno de Victoriano Huerta, Venustiano Carranza lo nombra Gobernador y Comandante Militar del Estado de México. Como General Constitucionalista asiste a la Convención de Aguascalientes donde demostrando su lealtad se opone a la renuncia del primer Jefe Venustiano Carranza. Cuando este sale para Veracruz, Murguía organiza una columna de miles de hombres.Tras la convención se hace manifiesta la disidencia de Villa y Zapata hacia Carranza.  Murguía marcha para Michoacán a reunirse con Manuel M. Diéguez con la finalidad de juntos combatir el villismo en el occidente del país: recuperan Guadalajara el 18 de enero de 1915, que se encontraba defendida por Calixto Contreras y Julián Medina. Durante el resto de ese año realiza una intensa campaña contra Francisco Villa en la zona del Bajío. Participa en los combates de Celaya, Trinidad, Santa Ana del conde (es en este último donde Obregón pierde el brazo) y en la toma de León. Esta batalla de León particularmente, comandada por Murguía, representa la mayor afrenta y derrota para Francisco Villa, por lo que Francisco Murguía comienza a ser conocido como el “Héroe de León”. En 1916 es designado Jefe de Operaciones en Durango y en 1917 de Chihuahua, ya con Grado de General de División. En este último cargo entró en violento conflicto con su antecesor, Jacinto B. Treviño González. En 1920, cuando las fuerzas disidentes, unidas mediante el “Plan de Agua Prieta” contra el Presidente Carranza, iniciaron en los primeros días de mayo una ofensiva armada que amenazaba destruir materialmente el Gobierno. El Presidente decidió trasladar su gobierno a Veracruz; el General Murguía siempre  leal a Carranza, recibió de este el nombramiento de Jefe de la Fuerza, llamada Columna de la Legalidad.  Al frente de ella, en un largo convoy de trenes abandonan la ciudad de México. Tras muchos combates y con mucha dificultad logran llegar a la estación de Aljibes, Puebla, lugar donde por falta de agua y carbón las locomotoras son abandonadas. Allí, enterados de que una fuerza muy grande al mando del General Guadalupe Sánchez venia tras ellos, Carranza con un pequeño grupo de alrededor de cuarenta hombres entre militares y civiles toma la opción de dirigirse hacia la supuesta seguridad de los estados del norte, remontando hacia la sierra de Puebla. Poco tiempo después y tras penoso avance se incorpora a la  perseguida columna un individuo de nombre Rodolfo Herrero, quien es presentado al Señor Carranza por Francisco de P.Mariel. Este nuevo jinete ya incorporado a la pequeña columna les sugiere se dirijan hacia un pequeño caserío de nombre Tlascalantongo, lugar donde les aseguró, podrían pernoctar y resguardarse de la lluvia pertinaz desatada desde la tarde. Así, después de una humilde cena,  los integrantes del grupo son acomodados en varios modestos jacales de vara y palma, en donde tras las fatigosas jornadas pronto se disponen a descansar. Hacia las 4:30 de la madrugada del día 20, fueron despertados por una recia y tupida balacera dirigida hacia el jacal del Presidente; sorprendidos, poco a poco los acompañantes fueron llegando hasta la puerta del jacal del Sr. Carranza, percatándose de que el presidenta había sido asesinado de varios impactos de bala, por una horda de sicarios comandados por Rodolfo Herrero. Tras  muchas dificultades los dispersos sobrevivientes fueron llegando hasta un poblado llamado Xicotepec, lugar donde se encuentra el General Murguía con el pequeño grupo que había trasladado el cadáver del Presidente para ser velado. En ese lugar, el día 23 de mayo el General Murguía en su calidad de jefe militar da su última orden disolviendo el objeto y la fuerza militar de la llamada Columna de la Legalidad. Acompañando el cuerpo de Carranza, para ser entregado a sus familiares, el General Murguía y un pequeño grupo de leales abordan el tren en Necaxa, Puebla pero al llegar a las orillas de la capital, en Ecatepec, el tren es interceptado por fuerzas militares, siendo aprehendidos los acompañantes para ser llevados los civiles y los militares, a la Penitenciaria del Distrito Federal y a la Prisión militar de Santiago Tlaltelolco, respectivamente. En ese lugar, el General Murguía es enterado por parte de la Secretaría de Guerra de su baja en el ejercito, siendo juzgado por falta de espíritu militar. Murguía el reo, se defiende argumentando: '''“…se me acusa delealtad!''' Murguía permanece en prisión hasta los últimos días de Noviembre, cuando es puesto en libertad. Ya libre en su casa se entera de que es vigilado y sintiendo su vida en peligro, con ayuda de su hermano y algunos amigos, tras un minucioso plan optan por huir hacia el norte con la finalidad de llegar a Estados Unidos. Es así como llegan a Saltillo, Coahuila, donde en enero de 1921 hace público El Plan de Saltillo, manifiesto mediante el cual como ciudadano, en pleno uso de sus derechos desconoce al gobierno del General Álvaro Obregón, y llama a la ciudadanía a un levantamiento armado en su contra. Dicho levantamiento pronto comienza a fraguar con el apoyo de antiguos correligionarios, desde el exilio en San Antonio, Texas.