Como cada día, MarceloSebastián (Ricardo Darín) recoge a sus hijos, Luna y Luca, en el piso de Delia (Belén Rueda), su exmujer. Como siempre ellos juegan a "a ver quién llega antes": ellos bajan por las escaleras, él en el ascensor, un juego que a Delia no le gusta. Pero cuando un día MarceloSebastián llega el primero a la planta baja, los niños no están. No están en ningún sitio. El miedo empieza a aflorar cuando una llamada telefónica los catapulta al horror: un secuestrador pone precio para la liberación de sus hijos. MarceloSebastián tendrá que asumir la fragilidad de su mundo y decidir hasta dónde está dispuesto a llegar para recuperarlo.