Diferencia entre revisiones de «Judeoconverso (España)»

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El problema para la Inquisición era que la Monarquía tenía necesidad de los marranos portugueses porque un grupo de ellos eran grandes financieros que podían conceder préstamos a la deficitaria Hacienda real -ya en 1604-1605 [[Felipe III de España|Felipe]] consiguió del papa el perdón general a los marranos portugueses por delitos anteriores a cambio de un donativo de casi dos millones de ducados-. El [[Conde-Duque de Olivares]], [[valido]] de [[Felipe IV de España|Felipe IV]], protegió a los banqueros y comerciantes marranos portugueses, sobre todo después de la bancarrota del Estado de 1626 que supuso la quiebra para los banqueros genoveses que hasta entonces habían sido los principales financiadores de la Monarquía y que a partir de entonces pasaron a serlo los portugueses. En 1628 Felipe IV concedió "a los banqueros portugueses la libertad para comerciar y establecerse sin restricciones, esperando de ese modo recuperar parte del comercio con las Indias, que ahora estaba en manos extranjeras".<ref>{{cita libro |apellido=Kamen |nombre=Henry |enlaceautor=Henry Kamen |año=2011 |páginas=279-281 |cita= }}</ref>
 
Se dijo incluso que el Conde-Duque había iniciado negociaciones con judíos descendientes de los expulsados en 1492 que vivían en el norte de África y Oriente Próximo para regresaran dándoles garantías sobre su seguridad.<ref>{{cita libro |apellido=Kamen |nombre=Henry |enlaceautor=Henry Kamen |año=2011 |páginas=281 |cita= }}</ref> En una carta de 8 de agosto el [[padre Pereyra]] escribía: "''El valido [Olivares] anda en que entren los judíos en España''". Un cronista anotaba: "''He sabido como cosa cierta que se trata de restituir y traer a los judíos, que están en las sinagogas de Holanda y otras partes… Opónese la Santa Inquisición''".<ref name=perez244>{{cita libro |apellido=Pérez |nombre=Joseph |enlaceautor=Joseph Pérez |año=2009 |páginas=244 |cita=}}</ref>
 
Al parecer lo que pretendía Olivares era servirse de las redes marranas sefardíes que se habían extendido por Europa y Oriente Próximo con su epicentro en Ámsterdam, y que estaban constituidas "a base de relaciones de negocio, complicidades religiosas y lazos de parentesco". Gracias a ellas "un marrano, nada más llegar a una ciudad o tierra desconocida, entra rápidamente en contacto con otros marranos, parientes o amigos de amigos, que le ayudan y, muchas veces, le dan la oportunidad de practicar el judaísmo o incluso le incitan a judaizar cuando había dejado de hacerlo".<ref name=perez244>{{cita libro |apellido=Pérez |nombre=Joseph |enlaceautor=Joseph Pérez |año=2009 |páginas=244 |cita=}}</ref>