Diferencia entre revisiones de «Regalismo en España»

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El primer conflicto con la Santa Sede del [[reinado de Felipe V]] se produjo en plena [[Guerra de Sucesión Española]] cuando el papa [[Clemente XI]] el 15 de enero de 1709 reconoció como rey al otro pretendiente a la Corona el [[Carlos III el Archiduque|Archiduque Carlos]], presionado por el ejército [[Sacro Imperio Romano Germánico|imperial]] que había sitiado Roma tras derrotar al ejército borbónico francés en el norte de Italia.<ref>{{cita libro |apellido=Mestre |nombre=Antonio |apellido2=Pérez García| nombre2=Pablo |año=2004 |páginas=506 |cita=La derrota del ejército francés en el norte de Italia permitió a los austríacos llegar a Roma, que fue sitiada. El papa Clemente XI, acosado por el embajador imperial, marqués de Prié, cedió a la firma de dos tratados el 15 de enero de 1709. El primero, militar, apenas tenía trascendencia para España. En cambio, el segundo de carácter político, entrañaba el reconocimiento del archiduque como rey en abstracto, pero sentaba las bases para una posterior aceptación como rey católico de España}}</ref> La respuesta de Felipe V fue expulsar de la corte de Madrid al [[nuncio]] papal [[Antonio Félix Zondadari]] el 10 de marzo. Poco después, el 22 de abril de 1709, Felipe V promulgaba un decreto por el que se reconocía la independencia de hecho de los obispos españoles respecto a Roma al establecer que en el procedimiento de las causas eclesiásticas se volviera al uso «que tenía antes que hubiese en estos reinos nuncio permanente». Así, los obispos tendrían que ejercitar su [[jurisdicción]] sobre «lo que cabe en su potestad», tanto en materia de [[dispensas]] como de justicia, de los que antes de la ruptura se ocupaba la curia romana.<ref>{{cita libro |apellido=Mestre |nombre=Antonio |apellido2=Pérez García| nombre2=Pablo |año=2004 |páginas=506-507 |cita=}}</ref>
 
La ruptura con el papa y el decreto posterior provocaron las protestas de la jerarquía católica española más antirregalista. El [[cardenal Portocarrero]], [[Alonso de Monroy]], arzobispo de Santiago, y el [[cardenal Belluga]], obispo de Murcia, enviaron sendos escritos al rey, el último de ellos en forma de un contundente ''[[Memorial (religión)|Memorial Antirregalista]]'', que no vería la luz pública en Roma hasta la década de 1740. En todos ellos aparecen las ideas propias de la corriente antirregalista: "un anti[[episcopalismo]] radical, pues, a su juicio, las reivindicaciones [[episcopalismo|episcopales]] constituyen un peligro para la Iglesia; predominio del centralismo romano y exaltación del poder pontificio; temor al regalismo que consideran un peligro de [[cisma]]; [[Inmunidad jurídica|inmunidad]] de los privilegios eclesiásticos, apoyados por Roma, y que consideran básicos para la conservación del catolicismo en España y rechazo de cualquier atisbo de [[secularización]] que pudiera expresar la autonomía del poder político".<ref>{{cita libro |apellido=Mestre |nombre=Antonio |apellido2=Pérez García| nombre2=Pablo |año=2004 |páginas=507-508 |cita=}}</ref>
 
Pero la ruptura también movilizó a los regalistas, empezando por el obispo [[Francisco Solís]] que escribió un ''Dictamen que de Orden del Rey dio el Illmo. Sr. D. Francisco Solís, Obispo de Córdoba y [[Virrey]] de Aragón en el año 1709 sobre los Abusos de la Corte Romana por lo tocante a las [[Regalía]]s de S.M. y Jurisdicción que reside en los Obispos'', en el que defendió la independencia de los obispos respecto de Roma, al ser consagrados [[iure divino]], lo que les permitía convocar [[concilio]]s —siguiendo, pues, los principios del [[episcopalismo]] y del [[conciliarismo]]—, y señalando además al centralismo romano como la principal causa de la decadencia de la Iglesia. Así propone, siguiendo el ejemplo de los [[Concilios de Toledo]] de la época [[visigodos|visigoda]], que el rey convoque un concilio de todos los obispos españoles que apruebe las medidas necesarias para llevar a cabo la reforma eclesiástica.<ref>{{cita libro |apellido=Mestre |nombre=Antonio |apellido2=Pérez García| nombre2=Pablo |año=2004 |páginas=509 |cita=}}</ref> Con esta última propuesta, Solís defiende seguir el ejemplo del [[galicanismo]] y en su escrito alaba la [[Pragmática Sanción de Bourges]]:<ref>{{cita libro |apellido=Mestre |nombre=Antonio |apellido2=Pérez García| nombre2=Pablo |año=2004 |páginas=510 |cita=}}</ref>
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Otro tema donde se manifestó el regalismo fue en la cuestión de las [[manos muertas]] que fue tratada en el [[Consejo de Castilla]] y a cuyo debate Campomanes aportó su ''Tratado de la Regalía de Amortización'', en el que proponía que no se admitieran nuevas adquisiciones de bienes por parte de la Iglesia, para impedir que aumentaran los bienes [[amortización (Antiguo Régimen)|amortizados]] en el reino. Pero en la votación final del Consejo de Castilla la tesis regalista resultó derrotada y Carlos III siguió su "consulta".<ref name=mestre520>{{cita libro |apellido=Mestre |nombre=Antonio |apellido2=Pérez García| nombre2=Pablo |año=2004 |páginas=520 |cita=}}</ref>
[[Archivo:Josep Climent i Avinent, atribuït a Josep Vergara.jpg|thumb|Retrato del obispo de Barcelona [[José Climent]] en el paraninfo de la Universidad de Valencia, atribuido a [[José Vergara]]]]
Donde se mostró inflexible Carlos III fue en el tema del [[derecho de asilo]] eclesiástico que ya Macanaz había atacado. Así que cuando un desertor se refugiaba en un templo acogiéndose a la [[Inmunidad jurídica|inmunidad]] de las iglesias, cuando salía, a diferencia de sus antecesores que no lo castigaban, Carlos III los enviaba a trabajos forzados todo el tiempo que les quedaba de servicio militar. Y tampoco admitió que los obispos cuestionaran sus actuaciones, como le sucedió al obispo de Cuenca, [[Carvajal y Lancaster]], que escribió una carta al confesor del rey protestando por la anulación de hecho del derecho de asilo y por el Tratado de la Regalía de Amortización de Campomanes, y por ello se le abrió un proceso en el que "el castigo no fuero duro, pero sí constituía una advertencia a los prelados para que supieran la obediencia que debían a las directrices del monarca". Más dura fue la respuesta a la petición del [[episcopalismo|episcopalista]] obispo de Barcelona [[José Climent]] que fue obligado a dimitir en 1775 por querer convocar un concilio y ejercer la jurisdicción ''iure divino'' sobre el [[clero regular]] que según el derecho canónico no estaba sometido a la autoridad del obispo sino al superior de la orden respectiva.<ref>{{cita libro |apellido=Mestre |nombre=Antonio |apellido2=Pérez García| nombre2=Pablo |año=2004 |páginas=520-521 |cita=}}</ref>
 
La medida regalista más radical aprobada por Carlos III fue la [[expulsión de los jesuitas de España de 1767]], acusados de ser los instigadores del [[Motín de Esquilache]] del año anterior, ya que se trataba de la orden religiosa más vinculada al papa debido a su "cuarto voto" de obediencia absoluta al mismo. Según Antonio Mestre y Pablo Pérez García, la expulsión "constituye un acto de fuerza y el símbolo del intento de control de la iglesia española. En ese intento, resulta evidente que los principales destinatarios del mensaje eran los [[clero regular|regulares]]. La exención de los [[clero regular|religiosos]] era una constante preocupación del gobierno y procuró evitar la dependencia directa de Roma (de ahí una de las razones del [[episcopalismo]] gubernamental). Por eso, dado que no pudo eliminar la exencion, procuró colocar a españoles al frente de las principales órdenes religiosas [como dijo el [[conde de Floridablanca]] en su Instrucción reservada había que evitar que «''se elijan a los que no son gratos al soberano y si, en cambio, a los agradecidos y afectos''»]. Así el P. [[Francisco X. Vázquez]], exaltado [[antijesuitismo|antijesuita]], al frente de los [[agustinos]], mientras [[Juan Tomás de Boxadors]] (1757-1777) y [[Baltasar Quiñones]] (1777-1798) fueron los generales de la orden [[dominicos|dominicana]]. Por lo demás, intentaron conseguir de Roma un [[Vicario General]] para los territorios españoles, cuando el general era extranjero".<ref>{{cita libro |apellido=Mestre |nombre=Antonio |apellido2=Pérez García| nombre2=Pablo |año=2004 |páginas=521-522 |cita=}}</ref>