Diferencia entre revisiones de «Estetización de la política»

Por otra parte, el fracaso de la modernidad anunciado por filósofos, pensadores y artistas como [[Nietzsche]], [[Baudelaire]], Las propias Vanguardias, [[Freud]], entre otros, sirvió para que el valor de culto señalado por Benjamin se comience a destruir. El rasgo que caracteriza la modernidad es la sobrevalorización de la razón como la facultad más alta y más importante del ser humano, omitiendo e incluso desacreditando otras facultades como el instinto, el cuerpo, el placer, etc. Las críticas hechas por los pensadores lograron desarticular esa idea de Verdad que la modernidad traía consigo, dejando vació e inexistente ese espacio metafísico y "verdadero" que creaba la modernidad y su racionalización. Esto es la famosa [[muerte de dios]] enunciada por [[Nietzsche]], la pérdida de fundamento absoluto. La caída de ese espacio propicia, aunado a la desmesura de la tecnología, el desgaste del valor de culto artístico y su inevitable repercusión en la modificación de la experiencia. Esta pérdida de fundamento se conecta inevitablemente a la pérdida del aura, pues ya nada está total y absolutamente privilegiado y por lo tanto nada es intocable. Además, como todo puede ser reproducido a través de la fotografía, por ejemplo, puede llegar a lugares a los que el original no podría, gracias a esto las masas pueden tener acceso a las obras de arte que sólo los burgueses tenían.