Diferencia entre revisiones de «Bree (Desperate Housewives)»

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Mientras [[Andrew Van De Kamp|Andrew]], hijo de Bree, acepta ser [[Homosexualidad|homosexual]]. Eso aterroriza a Bree debido a sus profundas creencias religiosas, quien no puede aceptarlo, instándolo a vivir una vida "normal" para no causar la ira de Dios, quien lo mandará al infierno y no al cielo con ella. Esto crea gran resentimiento en Andrew, quien planea tener un comportamiento heterosexual ante su madre y en el momento menos pensado, herirla para devolverle todo el dolor que ella le causa con esa actitud, a lo cual llama su "gran venganza". Después Bree se reconcilia con Rex porque descubre que le fue infiel por ser [[Sadomasoquismo|sadomasoquista]], Rex le dice a Bree que tiene unos gustos sobre el sexo que son pervertidos, pues le gusta que lo dominen y golpeen. Finalmente convence a Bree de que se pongan trajes extraños y usen cadenas y látigos en el sexo, lo cual no le agrada para nada a Bree, pero lo hace por el amor que siente hacia su esposo. George entra en la casa de Bree y encuentra los objetos de excitación sexual de Rex. George le miente a Bree diciendo que Rex ha estado contando en su hospital sobre lo que han estado haciendo en la cama, y Bree decide terminar con Rex, a quien en medio de una pelea con ella, le da otro infarto.
 
Bree tarda en llevarlo al hospital, tendiendo la cama y arreglando el cuarto primero, pues está en shock. En el hospital, los doctores le dicen a Bree que lo de Rex es serio, y Bree empieza a sentirse asustada. Rex le asegura a Bree que él no ha dicho nada a nadie sobre lo que hacen, y Bree empieza a sentirse convencida. Cuando Bree se va, el doctor de Rex le dice a Rex que han encontrado anomalías en los estudios que recién le practicaron y le comparte la teoría de que lo están envenenando, quizás con los alimentos que ingiere. Rex piensa que Bree lo envenenó en venganza por las humillaciones, y antes de morir escribe una nota que decía: "Bree, te entiendo y te perdono".
 
Mientras Bree espera en su casa a que operen a Rex, hace la limpieza general de su casa, la cuál siempre terminaba puliendo los cubiertos de plata. Al tiempo que lo hace, recibe una llamada en la que le informan que su esposo no resistió la operación y acababa de fallecer. Bree da las gracias y cualga el teléfono, se dirige hacia el comedor, termina de pulir la plata y acomoda el mantel de la mesa... al ver que la casa se encuentra perfecta, se sienta y rompe en llanto.