Diferencia entre revisiones de «Isabel Canori Mora»

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'''Isabel Canori Mora''' ([[Roma]], [[21 de noviembre]] de [[1774]] - Roma, [[5 de febrero]] de [[1825]]) fue una terciaria [[Orden Trinitaria|trinitaria]] y [[mística]] italiana del siglo XVIII, esposa y madre de familia, proclamada beata por el papa [[san Juan Pablo II]] el 24 de abril de 1994.
 
== Biografía ==
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Tuvo cuatro hijos, pero los dos primeros murieron a los días de nacer. Con el abandono de su esposo, fue forzada a vivir trabajando con sus propias manos para seguir al cuidado de sus hijas Marianna y Luciana. Dedicó mucho tiempo a la oración, los pobres y los enfermos.
 
En 1801 sufrió una misteriosa enfermedad que la puso al borde de la muerte. Se curó de forma inexplicable y tuvo su primera experiencia mística, en medio de las tribulaciones por las que pasaba la Iglesia de aquel tiempo, durante la persecución napoleónica, fue favorecida con los dones de la visión y de la profecía, ofreciendo sacrificios por el ''Santo Padre, por la Iglesia, por su marido, por Roma''<ref>José Hernández Sánchez, ''Espigando el patrimonio trinitario'', Roma, 1983, p. 418.</ref>. Profundiza, además, en la espiritualidad trinitaria ingresando a la Tercera [[Orden Trinitaria|Orden de la Santísima Trinidad]] en 1807.
 
El hogar de Isabel pronto se convirtió en un punto de referencia para mucha gente en busca de ayuda material y espiritual. Se dedicó especialmente a cuidar de las familias en necesidad. Para ella, la familia implicaba dar un espacio a cada persona, un lugar que dé frutos de vida, fe, solidaridad y responsabilidad. La familia era para ella el templo en el que recibía al ''al amado Señor, [[Jesús de Nazaret]]'' y a todos los que se dirigían a ella. A través de la auto negación, ella ofrecía su vida por la paz y la santidad de la Iglesia, la conversión de su esposo y la salvación de los pecadores. Respondió con dedicación a la vocación al matrimonio y la consagración secular. Sus admirables virtudes humanas y cristianas así como la fama de su santidad se difundieron a través de Roma, Albano y Marino, donde ganó fama de santidad.<ref>Cf. Paolo Redi, ''Elisabetta Canori Mora. Un amore fedele tra le mura di casa'', Roma, 1994, p. 69-71</ref>