Diferencia entre revisiones de «Marioneta»

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== Historia ==
=== Grecia, Roma y Edad Media ===
La técnica de muñecos manipulados con hilos era común entre los griegos, que llamaban a esas figuritas ''neurospasta'', palabra que viene a significar "objeto puesto en movimiento por hilos", expresando así su naturaleza. [[Aristóteles]] habla de ellos cuando dice que si "aquellos que hacen mover figuritas de madera tiran el hilo que corresponde a éste o al otro de sus miembros, éste obedece al momento, y se ve así cómo mueven la cabeza, los ojos, las manos, de modo que parece una persona viva". También, ya en la cultura romana, habla de ellos [[Horacio]].<ref>Diccionario enciclopédico popular ilustrado Salvat (1906-1914)</ref>
 
La presencia de muñecos movidos con cuerdas en algunos primitivos [[grabado]]s europeos sugiere cierta posibilidad de transición entre las [[máscaras atelanas]] de los romanos y la marioneta medieval. El erudito titiritero cubano Freddy Artiles menciona como uno de los más antiguos, un grabado del siglo XII del Códice ''Hortus Deliciarum'' (1140) del abate Herralde de Lanosberg, en el que aparecen dos jóvenes jugando con marionetas de hilos simulando guerreros que pelean sobre una mesa en una [[torneo medieval|justa]] imaginaria (una puesta en escena gráfica de la técnica de los ''bavastels'').<ref group='nota'>La tradición de los ''bavastels'' se remonta al siglo XII, cuando aparecen documentados en los reinos hispanos los títeres conocidos con ese nombre de resonancia levantina o catalana, aunque se les supone ascendencia italiana y un posterior desarrollo en Francia, y más tarde en el resto de las cortes europeas. A pesar de la prohibición del [[Corán]] de representar la figura humana, se concede a los titiriteros árabes la evolución y perfeccionamiento técnico de aquellos ''bavastels'', con su apariencia de muñecos de madera policromada y cuerpo completo, que suspendidos en posición horizontal de gruesos cordeles les hacían bailar.<ref>[http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/documenta-titeres--0/html/ff1a973e-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html]</ref>También menciona Artiles otro grabado que muestra el taller de un titiritero fabricando los muñecos y concluye que aquellas figurillas con el cuerpo entero y articulaciones sencillas podían considerarse herederas de las marionetas [[cultura romana|romanas]].
Los artistas que construían y manejaban los muñecos recibieron en España el nombre de titereros (así se lee en ''El Quijote'') o titiriteros. Como otros [[cómico de la legua|cómicos de la legua]] actuaban por lo general al aire libre, en [[Corral de comedias|corrales]], o en los interiores de los [[mesón|mesones]]. En el [[Siglo de Oro español]] la palabra titiritero amplió su [[campo semántico]] y empezó a aludir no sólo a los artistas de marionetas sino también a los [[saltimbanqui]]s, [[acrobacia|acróbatas]], [[prestidigitación|prestidigitadores]] y [[volatinero]]s. Ello produjo una serie de connotaciones negativas para el término "titiritero" que quedó asociado a aquellos que viven en los caminos y viven de sus diversas artes en el mundo de la [[farándula]]. También se les confundía o asimilaba en muchos casos con el charlatán. La figura del charlatán del siglo XVIII es un falso médico, con remedios falsos que lo curan todo. Encandilaban con su charla a los espectadores, tanto en espacios abiertos como en los salones donde eran invitados; estas personas tenían a gala el desprecio de los conocimientos antiguos y aseguraban que los suyos, más modernos, eran los que tenían valor. Eran profesionales de la palabra y con ella embaucaban y deslumbraban a su público. Hasta tal punto se apoderaron de la palabra títere que con ellos surgió la ''titeretería'', el arte o la ciencia de los charlatanes.<br />
 
=== Títeres en España ===
Los artistas que construían y manejaban los muñecos recibieron en España el nombre de ''titereros'' (así se lee en ''El Quijote'') o titiriteros. Como otros [[cómico de la legua|cómicos de la legua]] actuaban por lo general al aire libre, en [[Corral de comedias|corrales]], o en los interiores de los [[mesón|mesones]]. En el [[Siglo de Oro español]] la palabra titiritero amplió su [[campo semántico]] y empezó a aludir no sólo a los artistas de marionetas sino también a los [[saltimbanqui]]s, [[acrobacia|acróbatas]], [[prestidigitación|prestidigitadores]] y [[volatinero]]s. Ello produjo una serie de connotaciones negativas para el término "titiritero" que quedó asociado a aquellos que viven en los caminos y viven de sus diversas artes en el mundo de la [[farándula]]. También se les confundía o asimilaba en muchos casos con el charlatán. La figura del charlatán del siglo XVIII es un falso médico, con remedios falsos que lo curan todo. Encandilaban con su charla a los espectadores, tanto en espacios abiertos como en los salones donde eran invitados; estas personas tenían a gala el desprecio de los conocimientos antiguos y aseguraban que los suyos, más modernos, eran los que tenían valor. Eran profesionales de la palabra y con ella embaucaban y deslumbraban a su público. Hasta tal punto se apoderaron de la palabra títere que con ellos surgió la ''titeretería'', el arte o la ciencia de los charlatanes.<br />
 
[[Cervantes]] se refiere a esta forma teatral en dos ocasiones: en ''[[El retablo de las maravillas]]'', entremés de 1615, y en los capítulos XXV y XXVI de la segunda parte de [[Don Quijote de la Mancha]], publicada aquel mismo año.<ref>{{cita libro|url=http://cvc.cervantes.es/literatura/clasicos/quijote/edicion/parte2/cap25/nota_cap_25.htm |apellido=Cervantes|nombre=Miguel de|título=Análisis de los capítulos XXV y XXVI en el CVC.|fechaacceso=19 de marzo de 2015|}}</ref>