Diferencia entre revisiones de «Aman»

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=== Segunda Edad del Sol: Anillos de Poder y caída de Númenor ===
Después de la Primera Edad del Sol, muchos de los Elfos exiliados regresaron a [[Aman]] y algunos Hombres fueron recompensados por los [[Valar]] por haber luchado valientemente en la guerra contra [[Melkor]]. Como [[Ilúvatar]] no permitía que los Hombres fueran inmortales, su premio fue vivir mucho más que los demás de su misma raza ([[edain]]) y ser mucho más hábiles y fuertes, parecidos a los Primeros Nacidos en fuerza y en esplendor. Estos Hombres fueron llamados los [[Dúnedain]] ([[Númenóreanos]]),; [[Elros]], hijo de Eärendil, fue su primer rey y de él descienden todos los reyes posteriores,; e Ilúvatar les regaló la isla de [[Númenor]] en el centro del gran mar Belegaer, entre la Tierra Media y las Tierras Imperecederas, pero tenían prohibido navegar hacia éstas. Los Númenóreanos progresaron en ciencia y en esplendor, llegando así a la cúspide de su conocimiento; tenían contacto con los Elfos de Tol Eressëa mediante las [[Palantiri]] (siete con los Dúnedain y una con los Teleri) conservando por mucho tiempo su amistad con los mismos.
 
[[Sauron]] el [[maia]], el más terrible y poderoso de los sirvientes de Melkor, se había negado a ir a juicio ante los Valar después de la Guerra de la Cólera y el destierro de su amo, por lo que huyó al este de la Tierra Media. Sauron tuvo entonces el deseo de controlar a todos los pueblos libres de la Tierra Media, a los Elfos por sobre todos los demás, porque sabía que ellos eran los más sabios, los más poderosos y que ellos poseían muchos secretos que aprendieron de los propios Valar, pues algunos de los Elfos exiliados y sus descendientes habitaban todavía en la Tierra Media, por lo que llegó ante ellos con una forma hermosa y se presentó a sí mismo como [[Annatar]], el Señor de los Dones, maia del séquito de [[Aulë]] enviado por los mismos Valar, y fue bien recibido por [[Celebrimbor]] (nieto de [[Fëanor]]) y los [[Gwaith-i-Mírdain]], herreros de grandes habilidades, quienes deseaban sobre todas las cosas el conocimiento máximo incólume de los secretos del mundo. Annatar, siendo un maia del séquito de Aüle, encajó perfectamente en los designios de los Noldor al aprovechar el deseo de estos de alcanzar el cénit del conocimiento y la creación con la finalidad de someterlos a sus propios designios. Allí persuadió a los Elfos para que forjasen los [[Anillos de poder]]. Para sí reservó la forja del Anillo Único en los fuegos del [[Monte del Destino]]. Pero Celebrimbor desconfió de Annatar y entregó los tres Anillos élficos antes de que Sauron regresara a [[Eregion]]. Fue la unión del conocimiento de los Elfos y Sauron lo que logró la creación de los anillos, puesto que ni el uno ni los otros hubiesen podido alcanzar dicha ciencia por sí solos.