Diferencia entre revisiones de «Castillo de Salvatierra (Ciudad Real)»

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A mediados del siglo XII la frontera entre cristianos y musulmanes avanzó hasta el valle del Guadiana, lo que dejaba a Salvatierra como punta de lanza en plena línea de vanguardia. En 1158 se creó la [[Orden de Calatrava]]. A lo largo de estos años este castillo debió estar bajo el control calatravo pues ya en 1170, en el seno de las primeras luchas internas por el maestrazgo, parece que el maestre D. García y sus partidarios "''fueronse al castillo de Salvatierra''".
 
La misión de Salvatierra como elemento de control del territorio siempre fue importante, aunque su verdadero protagonismo como vanguardia de la cristiandad llegó como consecuencia de la derrota cristiana en la [[batalla de Alarcos]] (1195) tras el desastre de [[Alfonso VIII]] y las tropas cristianas, supuso un importante retroceso de las huestes cristianas en la zona, llegando a perder el castillo de [[Calatrava La Vieja]], centro de la Orden de Calatrava y que había sido reconquistado a mediados del siglo XII. La Orden de Calatrava quedó al borde de la extinción, moralmente hundida y territorialmente reducida a su máxima expresión. Sin embargo, en 1198, el maestre [[Martín Pérez de Siones|D. Martín Pérez de Siones]], con 400 caballeros y 700 peones, entraron por [[Manzanares]] desde tierras de [[Zorita de los Canes]] y, tras la supuesta traición de un musulmán, conquistaron el castillo. A partir de este momento, el castillo se convierte en escenario de acontecimientos memorables que han gestado el mito y la leyenda de esta fortaleza como "''castillo de salvación''". En pleno territorio musulmán, rodeados de un perímetro de 100 kilómetros, los calatravos decidieron encastillarse en Salvatierra y trasladar aquí su convento y sede de la Orden que, a partir de ahora, se llamará "''[[Orden de Salvatierra''"]]. La importancia de esta hazaña es más simbólica y moral que puramente táctica, valorándose por unos como una "obra de Dios" y por otros como una auténtica humillación. Así lo percibió el propio califa almohade [[Al-Nasir]] en una carta comunicando la pérdida de Salvatierra: "''había hecho de ella los cristianos como unas alas para ir a todas partes y la había dispuesto para que fuese la llave de las puertas de las ciudades y humillarse a los hijos de Dios con sus grandes fosos y torres...''".
 
Durante los años siguientes, el castillo de Salvatierra se convirtió en un referente para el occidente cristiano y los calatravos, lo fortificaron y poblaron ante la incomprensible inquietud de los musulmanes: "''la fortaleza llamada de Salvatierra había caído en manos de los adoradores de la cruz, y la presencia de un campanario en la torre de su iglesia, era un afrenta para los musulmanes que, en los cuatro puntos cardinales alrededor de esta plaza, oían a los muecines glorificar a Allah, y llamar a la oración...''" Se trataba por tanto de un guerra psicológica.