Diferencia entre revisiones de «Eulogio de Córdoba»

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|patrono=
|títulos = Arzobispo y martirmártir
|beatificación=
|canonización=
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'''San Eulogio''' (800-859) ha sido definido como el último hispano-romano de la [[Bética]]. Nació en torno al año [[800]] en [[Córdoba (España)|Córdoba]] en el seno de una familia de carácter senatorial. Recibió su primera formación en el colegio sacerdotal de la basílica de [[San Zoilo]], situada en el barrio de los Tiraceros. Después se integró en la escuela del abad [[Speraindeo]], el maestro santo y sabio que necesitaba, y ''"que en aquel tiempo endulzaba de prudencia a todos los límites de la Bética"''. Aquí coincidió con [[Paulo Álvaro]], más conocido como Álvaro de Córdoba, perteneciente a una de las familias más distinguidas de Colonia Patricia, con quien le unirá una amistad que durará hasta la muerte. Álvaro fue el primer biógrafo de San Eulogio, con la: ''Vita vel passio Divi Eulogii'' ([[860]]). En ella habla del linaje senatorial de su amigo, del encanto de su trato, de la gracia de su mirada, de la suave claridad de su ambiente y de la bondad e inocencia que se escondían en su cuerpo menudo.
 
Ordenado sacerdote, repartió su vida entre la contemplación dentro de los monasterios próximos a la ciudad y la cura pastoral. Su celo era tal que, como dice su biógrafo, ''"tenía gracia para sacar a los hombres de su miseria y sublimarlos al reino de la luz"''.
 
En [[848]] emprendió un viaje hacia [[Francia Occidental|Francia]], pero al querer atravesar por la [[Marca Hispánica]], encontró dificultades debido a la rebelión de [[Guillermo de Septimania]] contra el rey de Francia Occidental [[Carlos el Calvo]]. Intentó entonces pasar a [[Aquitania]] a través de [[Pamplona]], pero allí también se estaba produciendo el levantamiento del conde [[García Íñiguez de Pamplona|García Ennecones o Íñiguez]]. Acogido por el obispo de Pamplona [[Wilesindo|Gilesindo]], comenzó a viajar por los monasterios pirenaicos para difundir entre las autoridades eclesiásticas [[mozárabes]] de [[al-Ándalus]] importantes obras de la cultura cristiana y occidental. En [[Monasterio de Leyre|Leyre]] halló una ''[[Vida de Mahoma]]'' que contenía debates teológicos cristianos;<ref>María Jesús Viguera Molins, ''Aragón musulmán'', Zaragoza, Mira editores, 1988, págs. 87-88. ISBN 84-86778-06-9</ref>en [[San Pedro de Siresa]], ya en [[Aragón]], descubrió obras de tradición grecolatina que no habían sido conservadas en la Córdoba del [[Califato de Córdoba|Califato]], como la ''[[Eneida]]'', poesía de [[Horacio]] y [[Juvenal]], fábulas de [[Aviano]] o ''[[La ciudad de Dios]]'' de [[Agustín de Hipona|San Agustín]], que a partir de ese momento formaron parte de la cultura hispánica andalusí.<ref>Antonio Ubieto Arteta, ''[http://www.derechoaragones.es/es/catalogo_imagenes/imagen.cmd?path=1452&posicion=18&formato=jpg&anchoMaximo=640&altoMaximo=1000&idBusqueda=9 Historia de Aragón. La formación territorial]'', Zaragoza, Anubar, 1981, vol 1, págs. 14-15. ISBN = 84-7013-181-8.</ref> Regresó siguiendo el camino de [[Zaragoza]], [[Bílbilis]] ([[Calatayud]]), [[Arcobriga|Arcóbriga]], [[Sigüenza]] y [[Alcalá de Henares|Compluto]] ([[Alcalá de Henares]]), deteniéndose en [[Toledo]] junto al obispo [[Wistremiro]], para cuya sede vacante será elegido Eulogio más tarde ([[858]]) como metropolitano. Este viaje fue sumamente útil al sacerdote cordobés. Recogió experiencias, descubrió la mentalidad de los cristianos independientes del poder musulmán y pudo enriquecer las escuelas de Córdoba con libros latinos que no se encontraban en la España musulmana.
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Con la sucesión en el trono omeya de [[Mohamed I de Córdoba|Muhammad I]] en septiembre del [[852]] se endurecieron las medidas contra los cristianos. Eulogio, vigilado siempre, se veía obligado a cambiar constantemente de morada, siendo detenido a principios del [[859]] por haber ayudado a ocultarse a una joven llamada Leocricia, hija de padres musulmanes, que había sido convertida por la monja Liliosa. Lucrecia y Eulogio fueron llevados ante el juez. El prestigio personal de Eulogio y su dignidad de obispo electo de Toledo hicieron que el juicio se desarrollara ante el emir, el cual tuvo que oír de sus labios una defensa ardiente del [[cristianismo]]. Se intentó conseguir de él aunque fuese un simulacro de retractación: ''"Pronuncia una sola palabra y después sigue la religión que te plazca"'', le dijo uno de los que rodeaban al emir, pero él siguió disertando acerca de las promesas del [[Evangelio]]. En vista de esto fue condenado a decapitación. ''"Este ''-dice Álvaro-'' fue el combate hermosísimo del doctor Eulogio, éste su glorioso fin, éste su tránsito admirable. Eran las tres de la tarde de un sábado, 11 de marzo de [[859]]"''. Su cuerpo fue sepultado en la basílica de San Zoilo.
 
En diciembre delde 883, [[Alfonso III el Magno]] obtuvo del emir [[Mohamed I de Córdoba|Muhammad I]] sus reliquias y las de Santa Leocricia. El encargado de la petición y del traslado fue el presbítero toledano Dulcidio. Colocadas en la [[Cripta de Santa Leocadia]] en la [[catedral de Oviedo]] en enero delde [[884]], fueron trasladadas a la Cámara Santa en [[1303]], y allí se veneran.
 
== Obras ==