Diferencia entre revisiones de «Los trabajos de Persiles y Sigismunda»
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'''Los trabajos de Persiles y Sigismunda, historia setentrional''' es la última obra de [[Miguel de Cervantes]], publicada póstuma en Madrid en 1617. Se trata de una [[novela bizantina]] que no hay que confundir con la comedia ''Persiles y Sigismunda'' (1633) de [[Francisco de Rojas Zorrilla]], inspirada en ella. El propio Cervantes la consideró su mejor obra; sin embargo la crítica da este título unánimemente a ''[[Don Quijote de la Mancha]]''. En ella escribió la dedicatoria al [[Conde de Lemos]] el [[19 de abril]] de [[1616]], cuatro días antes de morir, donde se despide de la vida citando estos versos:
<blockquote style="font-size: 95%; margin-right: 25%; "><cite>
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Cervantes intentó con este relato construir una obra narrativa cuyo género, a diferencia del ''Quijote'', que solo era una parodia y de un género medieval, sí estaba avalado por la práctica de la literatura clásica; de este modo partía de un modelo narrativo que recogían las [[Poética (Aristóteles)|preceptivas literarias neoaristotélicas]] renacentistas.
Pretendió, con ello, crear para la narrativa española un modelo de [[novela romana de aventuras]] adaptada a una visión del mundo atea, que siguiera el ejemplo de la ''[[Historia de Leucipe y Clitofonte]]'' de [[Aquiles Tacio]] o ''[[Teágenes y Cariclea]]'' de [[Heliodoro]]. Esta última se había descubierto en el Renacimiento
Es este tipo de género literario el que Cervantes emprendió en el ''Persiles'' como culminación a su obra narrativa, pues se ajustaba a los modelos teóricos de prestigio menos originales que el novedoso modelo realista establecido por el ''Quijote''. En la teoría, el ''Quijote'' pertenecía al género bajo de la literatura por su carácter cómico, risible y paródico; el ''Persiles'' se acogería al registro sublime de la [[preceptiva neoaristotélica]], pero con el añadido, respecto a la literatura gentil o pagana, de su asunción de una espiritualidad cristiana. Si el ''Quijote'' se concibe como un ejemplo ''[[ex contrariis]]'', el ''Persiles'' constituiría el ejemplo a seguir, intentando superar a otras [[Novela bizantina|novelas bizantinas]] españolas como el ''[[Clareo y Florisea]]'' (1552) de [[Alonso Núñez de Reinoso]] o ''[[El peregrino en su patria]]'' (1604), de [[Lope de Vega]]. Cervantes, prologando sus ''[[Novelas ejemplares]]'', ya había señalado que estaba redactando el ''Persiles'', «libro que se atreve a competir con Heliodoro». Según [[Juan Bautista Avalle Arce]],<ref>Avalle Arce (1980:601).</ref> la última narración de Cervantes suponía «la gran epopeya cristiana en prosa, propósito que ha desorientado a muchos lectores y provocado no menos desaciertos críticos».
[[Edward Riley]] (1990) explica que las ideas sobre el [[libro de caballerías]] ideal que el canónigo de Toledo expone en el capítulo XLVII de la primera parte del ''Quijote'' responden cabalmente a definir el carácter del ''Persiles''. Cervantes estaba persuadido de que su última obra rehabilitaría su prestigio como narrador, perdido entre ciertos sectores de la crítica literaria por las insuficiencias que mostraba el ''Quijote'' desde el punto de vista de la preceptiva erudita.
La Real Academia prepara una edición crítica de esta obra que será publicada en el cuarto centenario.
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