[[Archivo:Meister von San Vitale in Ravenna 004.jpg|miniatura|dereita|200px|Justiniano I.]]
[[Archivo:Byzantium550-es.svg|miniatura|rigth|300px|Mapa del Imperio Bizantinoromano de Oriente en 550. En verde las conquistas durante el reinado de Justiniano I.]]
La '''''Recuperatio Imperii''''' o '''''Renovatio imperii''''' fue un programa militar ideado por el [[Emperador de Bizancioromano|Emperador]] [[Imperio bizantinoromano de Oriente|bizantinoromano de Oriente]] [[Justiniano I]] con el fin de recuperar los territorios que habían conformado antiguamente el [[Imperio romano de Occidente]] y que ahora estaban bajo el poder de los bárbaros. La reunificación del [[Imperio romano]] era una idea popular en aquellos tiempos, ya que es una formulación que responde a los sentimientos extendidos entre amplias capas de la población de Occidente (sobre todo entre el elemento senatorial urbano y sectores vinculados con la administración) y en parte del gobierno del Imperio oriental, que intelectualmente juega con la continuidad imperial en Occidente; de hecho, el sentimiento de ''romanitas'' se encuentra -en el siglo VI- ampliamente extendido por todo el Imperio y es correspondido por la ideología oficial del gobierno imperial -según la cual éste no se hundió en Occidente sino que los bárbaros gobiernan allí en nombre del Emperador romano de Oriente- y por parte de la ''intelligentia'' de Constantinopla (por ejemplo, es el caso del escritor [[Juan Lido]], contemporáneo de Justiniano).
Estos sentimientos son aprovechados por la administración de Justiniano I para realizar, precisamente, una política en consonancia con ellos (fuese sincera o interesada). Este programa fue dirigido por el brillante militar bizantino [[Belisario]], y consiguió recuperar el norte de África, el sur de la península Ibérica y la práctica totalidad de Italia. En las 3 invasiones de conquista del programa el Imperio usó siempre la excusa de que sus intereses en la región habían sido violados (casi siempre con el destronamiento o muerte de un rey favorable al Imperio) para así efectuar la invasión y posterior conquista.
Sin embargo, el Imperio bizantino quedó debilitado para los retos del futuro y además, la hacienda bizantinaimperial quedó vacía tras los monumentales gastos de Justiniano para sus campañas de conquista en Occidente y sus grandes construcciones arquitectónicas, como la [[basílica de Santa Sofía]]. Sus sucesores no podrían afrontar el reto de dirigir un Imperio atacado en todos los frentes y terminarían por perder gran parte de las conquistas de Justiniano I, y peor aún, perder Siria, Palestina y Egipto, que constituían gran parte del Imperio bizantinode oriente, a manos de los árabes.