Diferencia entre revisiones de «Contestanos»

Entre el final de la [[Edad del Bronce]] y la [[Conquista de Hispania|colonización romana]] ([[siglo VIII a. C.|siglo VIII a. C.]] hasta el [[siglo II a. C.|II]]-[[siglo I a. C.|I a. C.]]) se produjo un importante desarrollo cultural en la [[Península Ibérica|península]] como consecuencia, entre otros factores, de los contactos con pueblos mediterráneos como [[fenicios]] y [[Antigua Grecia|griegos]]. Estos contactos culturales y comerciales permitieron el desarrollo del sustrato indígena, dando origen a un periodo orientalizante (siglos [[siglo VIII a. C.|VIII]]-[[siglo VI a. C.|VI a. C.]]) que determinó la aparición de la cultura ibérica a finales del siglo VI a. C. En el área del actual Alicante confluyeron en el siglo VI a. C. influjos culturales desde [[Tartessos]] y su área de influencia Mastiena, cuya capital Mastia se encontraba situada en la actual Cartagena, y por los iberos del [[Levante español|Levante]], dando origen a un grupo mal conocido denominado [[Gimnetes]]. Con la caída de Tartessos en torno a finales del siglo VI a.C., surgieron los [[turdetanos]] y los [[oretanos]] en [[Andalucía]], y los [[bastetanos]] en el área de los [[mastienos]].

Los constestanos aparecen en las fuentes escritas a partir del [[siglo III a. C.|siglo III a. C.]] La Contestania pertenecía al mundo ibérico, y fueron los herederos de un pueblo con peculiaridades derivadas del contacto comercial desde sus costas con fenicios y griegos [[focenses]], y con Tartessos a través de las comunicaciones del interior. La expansión de la cultura tartésica por el sureste se hace patente en yacimientos del [[Bronce Final]] como [[Yacimiento de Los Saladares|Los Saladares]] ([[Orihuela]]) y Peña Negra ([[Crevillente]]). Los poblados indígenas mantuvieron además relaciones comerciales con asentamientos fenicios como ‘La Fonteta’, situado en las dunas de [[Guardamar del Segura]], en la desembocadura del río Segura, y que se refleja en los ricos ajuares de tumbas orientalizantes como Les Casetes o Poble Nou, en [[Villajoyosa]] (siglo VI a. C.). Ese proceso de aculturación determinó la aparición a partir del siglo VI a. C. de las características propias que definen la cultura ibérica y el mundo contestano en particular.