Ñico Lora

músico dominicano

Francisco Antonio Lora Cabrera (Monción, 1881-Navarrete, 10 de abril de 1971), más conocido como Ñico Lora, fue un músico folclórico dominicano. Está considerado como uno de los padres del merengue.

Ñico Lora
Información personal
Nombre de nacimiento Francisco Antonio Lora Cabrera
Otros nombres Ñico Lora
Nacimiento 1881
Bandera de la República Dominicana Monción, Dominicana
Valverde (República Dominicana) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 10 de abril de 1971
Bandera de la República Dominicana Navarrete, Dominicana
Nacionalidad Dominicana
Familia
Hijos Antonio
Información profesional
Ocupación Músico, compositor
Seudónimo Ñico Lora
Género merengue
Instrumento acordeón

Su abuelo, Félix Lunnaux, oriundo de Francia, arribó a la isla de Santo Domingo con las tropas comandadas en 1802 por el general Leclerc, cuñado de Napoleón, con el objetivo de aplastar a Toussaint Louverture.[1]

Ñico aprendió a tocar el acordeón a muy temprana edad. Aunque no tuvo una educación formal en términos musicales eso no le impidió destacarse como instrumentista y compositor. Sus composiciones más famosas son San Antonio, Tingo Talango, Eres la mujer más bella, Pedrito Chávez y San Francisco.

Él fue el creador de muchas melodías anónimas que son consideradas como un bien cultural por la nación dominicana y sus canciones se mantienen en el tiempo como parte esencial de las raíces musicales de su pueblo.

Ñico Lora murió el 10 de abril de 1971, a los 91 años, en el pueblo de Navarrete, donde existe "La Plaza de la Cultura Ñico Lora" levantada como homenaje por sus contribuciones al desarrollo de la música popular dominicana.

Fuentes editar

  • "Los cien músicos del siglo" Gómez Sotolongo,Antonio " publicado en 2000 por "Cañabrava", en Santo Domingo.

Para el año mil ochocientos cincuenta y ocho (1858), cuando la historia Republicana de nuestro país a pena iniciaba, era muy fresca la victoria de la independencia de los patriotas: Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella Y Francisco del Rosario Sánchez, tiempos de grandes Batallas que liberaban nuestro territorio Dominicano, nace Ñico Lora, en Guayacanes. Su padre fue Narciso Lora y su madre, Simencia Cabrera.

Francisco Antonio Lora Cabrera (Ñico) tuvo dos matrimonios, el primero con Ana Felicia Tavarez , con quien procreó tres hijos, entre ellos Antonio Lora, quien le acompañó por largo tiempo tocando el xasofón. Luego casó con Claudia de Jesús Brito, con la que tuvo cinco hijos, a saber: Marta Lora, Talquino, Lito, Pablito y Brito Lora.

En los Candelones, de la Líneas Noroeste, precisamente tal como lo dice la historia de de la Música típica, en tiempos de inestabilidad Política, revoluciones, montoneras y de lucha entre caudillos. Ya teníamos un hombre que se encargaba de dar alegría con su Acordeón. Se le tilda de ser el revolucionador anónimo del merengue perico-ripiao del Cibao. Su versatilidad en el toque de acordeón lo llevó a la gloria, no solamente tocando merengue, además interpretaba fox-trop-one step, ritmo traído por los marines norte-americano durante la ocupación militar del mil novecientos diez y seis ( 1916 ) además tocaba polkas, pambiche, mazurca, entre otros ritmos.

Ñico Lora, tenía la gran habilidad de la composición y la gracia, así lo demuestran sus merengues dedicados a toda clase de situación social, cultural, mágico-religiosa y de la vida cotidiana.

Sus merengues: ¨San Antonio¨. ¨San Francisco, La Corrida de Santa Ana, La Invasión del 16, Los Suarez, Los Angeles del cielo, Los Chavez, El tiro de gracia, Biencito Gómez, La Protesta, Me monté en un carro Ford, El Cometa Harlee. Desiderio Arias, Loreta, última moda, San Antonio, El sitio de los come burros, Mapemba, La Viruela, Hatillo palma, Las Mujeres de Juan Gómez, El Telefonema, y Con el alma, son una representación de la incalculable cantidad de composiciones suyas. Para 1930 el Tirano Trujillo lo utiliza en una gira merenguista por todo el territorio Dominicano. Conjuntamente con otros maestros acordionistas como Toño Abreu, Monguita Peralta esto ocurrió en momentos de la peligrosa campaña electoral de esos años.

Sabemos que Ñico Lora tenía cuatro acordeones para ejecutar sus fiestas. Según versión de su hijo Antonio Lora, fallecido, dice que en ocasiones tocaba en cuatro sitios diferentes, cuando la fiesta era prolongada tocaba sus merengues en nota de ¨fa¨ y así distribuía cada acordeón para el tipo de animación y ritmo. Casi siempre terminaba rompiendo la silla en la que se sentaba. Las fiestas eran de amanecía. Nos contó doña Ernestina de 88 años de edad, que en una fiesta en la que ella le tocó hacer un sancocho (salcocho), el la Estación, en casa de los Papaterra, ella bailó un merengue con Don Ñico y que éste (Ñico) la besó en la mejilla. Esa fiesta empezó a las seis de la tarde y terminó al medio día del día siguiente y que partió tres sillas. Otro testimonio lo dio El amigote , Confesor González, (Acordeonista) quien declaró para esta publicación, que su primer acordeón se lo compró a Don Ñico Lora y que él se lo afinó.

Por muchas décadas le acompañó el célebre tamborero y maestro creador del toque ¨El Pambiche¨, José Rodríguez ( Flinche)

Francisco Antonio Lora Cabrera (Ñico Lora) Comenzó a tocar a los diez años y su última fiesta la tocó en Santo Domingo a la edad de 110 años. Murió a la edad de 113 años en el municipio de Navarrete, Santiago. El 09 de abril de 1971. En el cementerio municipal, allí descansan sus restos mortales y en toda la región se escucha la heredad de sus aportes al arte y la música nacional.


Merengue a Don Ñico Lora Autor: Roque Vargas


Cuando Ñico se inspiraba y tocaba el acordeón Todo el que estaba en la fieta Bailaba su merengón.

El que estaba enamorao bailaba pa su rincón y el Quería figuriai Se quedaba en el salón.

El repicar de la guira y el sonar de la tambora Adornaban el merengue que tocaba Ñico Lora.

Don Ñico se enamoró en la fieta de San Elías Y le sacó al acordeón la nota que no tenía

En la fiesta de Santa Ana, en la enramá de marola, Dos mujeres se pelearon Celosa por Ñico Lora.

Del campo viene la gente desfilando en caravana a bailar con Ñico Lora en la fieta de Santa Ana


Cuando Ñico se murió Cantaban lo ruiseñores y las muchachas Lloraban se acabaron mis amores.


Tomado del Libro: Navarrete su Origen y Más.

Referencias editar

  1. Espinal Hernández, Edwin Rafael (3 de diciembre de 2005). «Los descendientes de la flota de Leclerc». Cápsulas Genealógicas (Instituto Dominicano de Genealogía). Consultado el 4 de agosto de 2014.