Anam Cara es una frase que hace referencia al concepto celta del amigo de alma en religión y espiritualidad. Proviene del anglicismo de la palabra irlandesa anamchara, anam significando "alma" y cara "amigo". El término fue popularizado por el autor, filósofo y sacerdote irlandés John O'Donohue en su libro Anam Ċara: El Libro de la Sabiduría Celta, que habla sobre la cosmovisión y filosofía celta. En ella, los "amigos del alma" están considerados una parte esencial e integral del desarrollo espiritual.[1]​ El Martyrology de Óengus recoge un incidente donde Brigid de Kildare aconsejó a un joven clérigo diciéndole «...alguien sin un amigo de alma es como un cuerpo sin cabeza».[2]​ En el término galés periglour, se halla un concepto similar.[3]

El Anam Cara implica una amistad que el psicoterapeuta William P. Ryan describe como una "presencia compasiva".[4]​ Según O'Donohue, la palabra anamchara origina en el monasticismo irlandés, donde se llamaba así al profesor de un monje, compañero, o guía espiritual.[5]​ Por su parte, Edward C. Sellner atribuye su origen a los primeros padres del desierto y las primeras madres del desierto: "Esta capacidad amistosa y habilidad para leer los corazones de otras personas son la base de la efectividad como guías espirituales de los Padres del Desierto."[3]​ Sus enseñanzas fueron preservadas y promulgadas por el monje cristiano John Cassian, quien explicó que el amigo de alma podría ser clérigo o laico, hombre o mujer.

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