Araucaria mirabilis

especie de planta

La araucaria mirabilis (Araucaria mirabilis) es una especie arbórea extinta perteneciente al género de coníferas Araucaria de la familia de las araucariáceas. Habitó durante el Jurásico Medio en el sur del Cono Sur de Sudamérica.

 
Araucaria mirabilis
Rango temporal: Jurásico Medio 165 Ma - 156 Ma

Conos fosilizados de Araucaria mirabilis.
Taxonomía
Reino: Plantae
Subreino: Spermatophyta
Superdivisión: Gymnospermae
División: Pinophyta
Clase: Pinopsida
Orden: Pinales
Familia: Araucariaceae
Género: Araucaria
Especie: Araucaria mirabilis
(Spegazzini) Windhausen, 1924
Sinonimia
  • Araucarites mirabilis Spegazzini, 1924
  • Araucaria windhauseni Gothan
  • Proaraucaria elongata Wieland
  • Proaraucaria mirabilis (Speg.) Wieland
  • Proaraucaria mirabilis var. minima Wieland
  • Proaraucaria patagonica Wieland

Taxonomía editar

Descripción original

Esta especie fue descrita originalmente en el año 1924 por el botánico y micólogo ítalo-argentino Carlos Luis Spegazzini, con el nombre científico de Araucarites mirabilis.[1]

Localidad tipo

La localidad tipo referida es: “cerro Madre e Hija, parque nacional Bosques Petrificados de Jaramillo, departamento Deseado, provincia de Santa Cruz, Argentina”.[2]

Holotipo

El ejemplar sintipo designado es el catalogado como: BAPb 41; se trata de un cono megasporangiado. Se encuentra depositado en la Colección Nacional de Paleobotánica (BA Pb) del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia-CONICET (MACN), ubicado en la ciudad de Buenos Aires, capital de la Argentina.[2]

Etimología

Etimológicamente, el término genérico Araucaria es un topónimo que refiere a Arauco, el lugar de origen de la especie tipo del género, Araucaria araucana.

El epíteto específico mirabilis es una palabra del latín en donde significa ‘maravilloso’, ‘admirable’, ‘notable’, ‘sorprendente’, ‘extraño’, etc.[3]

Procedencia estratigráfica y edad atribuida

La edad de las sedimentitas portadoras de sus restos fue postulada como Calloviano Inferior a Medio (Jurásico Medio),[4]​ correspondiendo estratigráficamente a la Formación La Matilde,[2]​ con una antigüedad aproximada de 160 Ma.

 
Detalle de un tronco petrificado de Araucaria mirabilis.

Historia taxonómica editar

Un año después de la descripción hecha por Spegazzini, el botánico alemán Walther Gothan también la describió, empleando el nombre Araucaria windhauseni, en honor del botánico germano-argentino Anselmo Windhausen, quien le había enviado muestras que colectó cuando descubrió los bosques petrificados de esta conífera.[5]

En el año 1931, fue transferida al género Araucaria por Anselmo Windhausen.[6]

Una expedición paleontológica estadounidense también colectó abundantes muestras en los bosques petrificados santacruceños, las que sirvieron para que el paleobotánico estadounidense George Reber Wieland la reclasificara como Proaraucaria mirabilis y describiera Proaraucaria elongata y Proaraucaria patagonica.[7]

En el año 1953, el paleobotánico escocés Mary Gordon Calder también incluyó la especie en el género Araucaria y destacó sorprendentes similitudes con la especie viviente australiana Araucaria bidwillii.[8]

Relaciones filogenéticas
 
Un ejemplar de araucaria australiana (Araucaria bidwillii), la especie viviente más relacionada con Araucaria mirabilis.

Dentro del género Araucaria, Araucaria mirabilis fue ubicada en la sección Bunya, la cual agrupa a varias especies extintas y una sola especie viviente: la araucaria australiana (Araucaria bidwillii).[8]​ Sin embargo, Hiroaki Setoguchi, Takeshi Asakawa Osawa, Jean-Cristophe Pintaud, Tanguy Jaffré y Jean-Marie Veillon recomendaron que con los miembros extintos de esa sección se forme un grupo separado.[9]

Las únicas dos especies americanas vivientes del género Araucaria (A. araucana y A. angustifolia) se incluyen en la sección Araucaria.

Características editar

Fue un árbol dioico, perennifolio y de gran tamaño, con alturas que llegaban a los 100 m y rectos troncos de 3,5 metros de diámetro. [10][11]

Distribución y hábitat editar

 
Tronco petrificado de Araucaria mirabilis.

Esta especie de árbol gigante creció en lo que hoy es el sur de la Argentina, específicamente en la parte austral de la región patagónica de ese país. A pesar de que sus restos se localizan en una región en donde hoy impera un clima frío y seco, el estudio de los anillos de crecimiento infirió que esta especie vivió bajo un clima estacional (con período seco a lo largo del año), templado-cálido y con elevada precipitación. Caracteres sedimentológicos indican que no hubo ningún tipo de transporte, es decir, los leños se encuentran en el mismo lugar en que vivieron.[12]​ Millones de años después, se produjo el levantamiento de la cordillera de los Andes, la cual retendría la humedad proveniente del océano Pacífico, condenando a las mesetas de la Patagonia al actual clima de semidesierto frío. Erupciones sepultaron con ceniza volcánica vastas extensiones del territorio patagónico, por lo que bosques enteros fueron sometidos a procesos de litificación, lo cual permitió que se mantengan hasta nuestros días abundantes muestras de la especie (conos, embriones, troncos y ramas), con un nivel de conservación excepcional. La investigación llevada a cabo sobre sus restos redundó en un notable acopio de información de su anatomía y hábitos de vida.[13]

Este árbol convivió con varias especies de grandes dinosaurios saurópodos, los que habrían desarrollado cuellos largos para poder alcanzar su follaje.[14]​ De su corteza se alimentaban larvas de escarabajos (Curculionidae).[15]

Los yacimientos en donde se han localizado sus troncos fósiles son conocidos popularmente como bosques petrificados.[16][17]

Los más importantes (como el del cerro Madre e Hija y el del cerro Cuadrado)[18]​ fueron convertidos en un áreas bajo protección nacional dentro del parque nacional Bosques Petrificados de Jaramillo. Allí, Araucaria mirabilis formó bosques con otras especies de grandes coníferas: Pararaucaria patagonica, Araucarites sanctaecrucis, Agathoxylon matildense, etc.[19]

Otros bosques petrificados de la Patagonia argentina de edades menores (mayormente de la era Cenozoica) presentan troncos de otras especies de coníferas, por ejemplo, el bosque petrificado Sarmiento («José Ormachea»), Víctor Szlápelis, etc.[20][21]

Véase también editar

Referencias editar

  1. Spegazzini, C. (1924). Coniferales fósiles patagónicas. Anales de la Sociedad Científica Argentina 98: 125-139.
  2. a b c Georgina M. del Fueyo & Laura Scafati (2018). Nuevo catálogo de especímenes tipo de la Colección Nacional de Paleobotánica (BA Pb). Museo Argentino de Ciencias Naturales B. Rivadavia (MACNBR / CONICET). Buenos Aires, Argentina. Rev. Mus. Argentino Cienc. Nat., n.s. 20(2): 343-358, ISSN 1514-5158.
  3. Morales, A. M. (2007). Credibilidad, percepción y reacción: Los vaivenes de lo maravilloso a lo fantástico. Rumbos de lo fantástico: Actualidade historia (Referencias, 6). Palencia: Cálamo, 155-177.
  4. Stipanicic, P. N. & M. I. R. Bonetti (1970). Posiciones estratigráficas de las principales floras jurásicas argentinas. Floras liásicas. Ameghiniana 7: 57-78.
  5. Gothan, Walther (1925). Sobre restos de plantas fósiles procedentes de la Patagonia. Bol. Acad. Nac. Cienc.(Córdoba), 28, 197-212.
  6. Windhausen, A. (1931). Geología Argentina, 2da. Parte. Geología Histórica y regional del territorio argentino. Editorial Peuser Lda. 645 pp.
  7. Wieland, G. R. (1929). The world's two greatest petrified forests. Science. 69: 60-63.
  8. a b Calder, M. G. (1953). A coniferous petrified forest in Patagonia. Bulletin of the British Museum (Natural History). Geology. The British Museum. 2 (2): 97&ndash, 138.
  9. Hiroaki Setoguchi; Takeshi Asakawa Osawa; Jean-Cristophe Pintaud; Tanguy Jaffré; Jean-Marie Veillon (1998). Phylogenetic relationships within Araucariaceae based on rbcL gene sequences. American Journal of Botany. 85 (11): 1507&ndash, 1516. doi:10.2307/2446478.
  10. Stockey, R. A. (1978). Reproductive biology of the Cerro Cuadrado fossil conifers: Ontogeny and reproductive strategies in Araucaria mirabilis (Spegazzini) Windhausen. Palaeontographica B 166: 1-15.
  11. Stockey, R. A. and Taylor, T. N. (1978). On the structure and evolutionary relationships of the Cerro Cuadrado fossil conifer seedlings. Botanical Journal of the Linnean Society 76: 161-176.
  12. Cúneo, N. R. (1991). Structural and paleonenvironmental analysis of the Jurassic Araucaria petrified forest from Patagonia, Argentina. American Journal of Botany 78. Supplement: 111.
  13. Stockey, R. A. (1975). Seeds and embryos of Araucaria mirabilis. American Journal of Botany 62: 856-868.
  14. Jürgen Hummel, Carole T. Gee, Karl-Heinz Südekum, P. Martin Sander, Gunther Nogge, and Marcus Clauss (2008). In vitro digestibility of fern and gymnosperm foliage: implications for sauropod feeding ecology and diet selection. Proceedings of the Royal Society. B. The Royal Society. 275 (1638): 1015&ndash, 1021.
  15. Andrea S. Sequiera and Brian D. Farrell (2001). Evolutionary origins of Gondwanan interactions: How old are Araucaria beetle herbivores?. Biological Journal of the Linnean Society. The Linnean Society of London. 74: 459&ndash, 474.
  16. Herbst, R., Lutz, A. I., Gallego, O. F. & Acevedo, E. B. (1995). El bosque petrificado del Gran Bajo de San Julián, provincia de Santa Cruz, Argentina. Resúmenes de la Reunión Anual de Comunicaciones de la Asociación Paleontológica Argentina 1994 (Addenda). Ameghiniana 32: 107.
  17. Mansfeld, F. (1948). Los bosques petrificados y los principales yacimientos de troncos fósiles en Santa Cruz. Argentina Austral 201: 4-15.
  18. Wieland, G. R. (1935). The Cerro Cuadrado petrified Forest . Publication of the Carnegie Institution, Washington 449, 180 pp.
  19. Zamuner, A. B., & Falaschi, P. (2005). Agathoxylon matildense n. sp., leño araucariáceo del Bosque Petrificado del cerro Madre e Hija, Formación La Matilde (Jurásico medio), provincia de Santa Cruz, Argentina. Ameghiniana, 42(2), 339-346.
  20. Brea, M., Matheos, S., Zamuner, A., & Ganuza, D. (2005). Análisis de los anillos de crecimiento del bosque fósil de Víctor Szlápelis, Terciario inferior del Chubut, Argentina. Ameghiniana, 42(2), 407-418.
  21. Ruiz, D. P., Brea, M., Raigemborn, M. S., & Matheos, S. D. (2017). Conifer woods from the Salamanca Formation (early Paleocene), Central Patagonia, Argentina: paleoenvironmental implications. Journal of South American Earth Sciences, 76, 427-445.