Ataque al batallón de Monte Chingolo

enfrentamiento entre el ejército y ERP en Monte Chingolo, Buenos Aires (1975)

El ataque al Batallón Depósito de Arsenales 601 «Domingo Viejobueno» (Monte Chingolo, Buenos Aires) fue un atentado del ERP realizado el 23 de diciembre de 1975 con el objetivo de apropiarse de armamento.[n. 1]​ El ataque, realizado bajo un gobierno constitucional, constituyó la última gran acción militar del ERP, y contó con la colaboración de un integrante que realizaba su servicio militar obligatorio en esa dependencia y actuó como informante y "entregador".[10]​ El ataque había sido planeado desde agosto de 1975[3]​ y tenía como fin apoderarse de aproximadamente 13 toneladas de armamento.[n. 2][12]

Ataque al Batallón de Monte Chingolo

Emblema del ERP
Fecha 23–24 de diciembre de 1975
Lugar Bandera de Argentina Monte Chingolo, Provincia de Buenos Aires, Argentina
Conflicto Asalto al Batallón Depósito de Arsenales 601 «Domingo Viejobueno»
Resultado Victoria del Ejército Argentino
Beligerantes
ERP Bandera de Argentina Estado argentino
Comandantes
Mario Roberto Santucho
Benito Urteaga
Daniel De Santis
Abigail Attademo
Hugo Irurzún
Bandera de Argentina Eduardo Abud[1]
Bandera de Argentina Roberto Barczuk[2]
Bandera de Argentina Adolfo Sigwald[2]
Bandera de Argentina Guillermo Ezcurra (WIA)[2]
Unidades militares
Batallón Urbano José de San Martín
Compañía Juan de Olivera
Regimiento de Infantería 1
Regimiento de Infantería Mecanizado 3
Regimiento de Infantería Mecanizado 7
Regimiento de Caballería de Tanques 8
Grupo de Artillería de Defensa Aérea 101
Batallón de Comunicaciones 601
Batallón de Infantería de Marina N.º 3
Fuerzas en combate
~300 guerrilleros[3] 6000 soldados[4]
2 bombarderos[5]
5 cazas[5][2]
13–15 helicópteros[5][2]
Bajas
62 muertos
30 heridos
7-10 muertos[6]
34 heridos[7][6][8]
~30 guerrilleros asesinados luego de rendirse
40 civiles muertos[8][6]

Los atacantes tuvieron 62 muertos y 32 heridos, y no lograron llevarse material alguno.[13]​ refieren que el ERP tuvo 53 muertos y hubo por lo menos 3 desaparecidos, pero esto no está confirmado por ninguna fuente oficial. Las fuentes cercanas al ERP mencionan que el Ejército Argentino ejecutó a 23 milicianos heridos, una práctica habitual que se había ya perpetrado en Trelew en 1972, en la masacre del ataque en Catamarca y en esta ocasión en Monte Chingolo; esto tampoco puede ser corroborado más que con fuentes parciales al ERP. Las bajas del Ejército Argentino y las fuerzas de seguridad se calculan entre 7 y 10 muertos.

Existen versiones contradictorias respecto de si se contó con información previa sobre el ataque y si hubo o no preparativos especiales de defensa.

El objetivo político y militar que pretendía el PRT-ERP con este ataque a gran escala era apropiarse de 20 toneladas de armas y retrasar el golpe de Estado de las Fuerzas Armadas.[13]​ Luis Mattini, por su parte, declaró posteriormente que: «El objetivo era recuperar una cantidad importante de armamentos para fortalecer la guerrilla instalada en Tucumán y, a la vez, producir un golpe de efecto que disuadiera o postergara la inminente intervención militar. Eran toneladas de armas y se habían dispuesto seis camiones para trasladarlas.»

Preparativos editar

La preparación del ataque duró meses. El arquitecto Roberto Stegmayer (sargento Federico) preparó una maqueta del cuartel.

El ataque sería realizado por el Batallón José de San Martín, integrado por efectivos de las compañías Héroes de Trelew, Juan de Olivera, José Luis Castrogiovanni, Guillermo Pérez, junto con elementos movilizados desde Córdoba y Tucumán. El comando táctico se ubicó en el barrio de San Telmo de la ciudad de Buenos Aires, en Perú y Cochabamba. Los efectivos totales se calculan entre 180 y 250 guerrilleros, según Yofre.

Los guerrilleros desconocían, sin embargo, que estaban infiltrados por un agente de inteligencia del Ejército: Jesús El Oso Ramés Ranier, un exmiembro de las Fuerzas Armadas Peronistas que había desertado en los primeros días del Operativo Independencia. Por medio de la información de Ranier, más los croquis encontrados en poder del jefe de logística del ERP, Juan Eliseo Ledesma, detenido, torturado y asesinado por el Ejército el 7 de diciembre, y las delaciones producidas tras esa captura (no tanto por Ledesma, sino por su segundo en logística, Elías Abdón o teniente Martín), se produjo al día siguiente el secuestro de varios familiares de Santucho (los cuales fueron liberados poco tiempo después sanos y salvos) y aún más importante, la anticipación de un gran ataque. Nada de esto posee fuentes que lo confirmen; en general se considera que el ERP difundió esta historia para justificar la derrota aplastante que sufrió en este evento.

La organización Montoneros había informado a la inteligencia del ERP acerca de la infiltración, pero Santucho desechó la investigación al respecto y se negó a abortar la operación ya que confiaba plenamente en la fortaleza de Ledesma. Antes de morir, Ledesma se permitió una licencia. Una tarde, un alto oficial que no era de inteligencia, quiso conversar con él. El oficial le dijo a Ledesma: "a ver, vos, cantá ¿dónde está el gorrión Merlo" en alusión a Enrique Gorriaran Merlo. Juan Ledesma le dijo a sus captores presentes: "miren muchachos, hagan lo que quieran, fusílenme, pero saquen a este pelotudo de aquí".

Ranier, perteneciente al área de logística del ERP, sabía del objetivo del ataque e informó a su superior de inteligencia del ejército.

El 10 de diciembre de 1975, luego de la caída de Ledesma, el Buró Político del PRT debatió respecto de la conveniencia de continuar o no con la operación. Santucho manifestó que se había analizado la situación y no había riesgo de delación por la caída de Ledesma. Desaparecido Ledesma, la operación quedaría al mando de Carrizo, Hugo Irurzún se haría cargo de las contenciones en los alrededores del cuartel, el capitán Abigail Attademo estaría al frente de la columna principal de ataque y Benito Urteaga controlaría la operación desde el exterior. Se había decidido que Santucho no debería participar y Gorriaran Merlo estaba sancionado.

El 18 de diciembre cayeron detenidos el capitán Jorge Arreche y el sargento Jorge Oscar Pinto, ambos miembros del ERP. Pinto era el jefe de logística de la compañía del ERP "Juan de Olivera". Daniel de Santis (2010) ha escrito que todos estos hechos ameritaban una prudente suspensión de la operación. Arreche tenía un papel con el detalle de las contenciones, es decir, de los puntos a cortar para evitar la llegada de refuerzos. La captura de los responsables de las contenciones en los puentes permitió al Ejército Argentino deducir —correctamente— que el blanco sería el Batallón de Arsenales «Viejobueno», dejando a la guerrilla sin su principal ventaja, el factor sorpresa.[14][12]​ El ejército montó un contra cerco alrededor del cuartel y redujeron la cantidad de personal en el mismo a fin de dar la impresión de un debilitamiento que indujera al ERP a lanzar su ataque. Como contrapartida, se reforzó la defensa del Batallón y se puso en alerta a varios regimientos, al Comando de Operaciones Navales de la Armada, a la Policía Federal, así como a las Unidades Regionales 1, 2, 3 y 7 de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.[5]

El periodista Eduardo Anguita afirmó haber tenido acceso a una serie de documentos desclasificados del Ejército Argentino fechados en 1992 que desmentían la hipótesis de que el batallón habría recibido información del inminente ataque por parte de la inteligencia militar y se habría preparado para la defensa del cuartel. Según esta documentación, el cuartel contaba en ese momento con el personal de seguridad habitual, más un retén compuesto por un oficial subalterno, 3 suboficiales y 12 soldados.[15][12][n. 3]​Esto prueba la falsedad de la versión creada por el ERP sobre el conocimiento previo que tendría el Ejército sobre este ataque.

Anillos de contención editar

Las fuerzas del Batallón urbano en formación «José de San Martín» del ERP a las que se sumó un refuerzo de entre 30 y 40 guerrilleros recién llegados de Tucumán, iniciaron las acciones con el corte de los nueve puentes sobre el Riachuelo que unen la Capital Federal y el oeste con el sur del Gran Buenos Aires. Se hostigó a las brigadas de la policía provincial de Quilmes, Avellaneda y Lomas de Zamora, así como al Regimiento de Infantería 7 de La Plata y al Batallón de Comunicaciones 601 de City Bell. Asimismo, se interrumpió el tránsito en los dos caminos que unen La Plata con el sur de Gran Buenos Aires y se tendieron dos anillos de contención alrededor del cuartel de Monte Chingolo. El combate fue encarnizado en muchos de esos puntos, algunos con particular éxito, como el de la Avenida Pasco y en el Puente La Noria, en donde se reportó que unos 30 francotiradores erpianos abrieron fuego contra el destacamento de camineros y la subcomisaría de la zona.[17]​ Por otro lado, en el puente del camino de Cintura sobre el río Matanza, una escuadra del ERP, mal armada, cruzó un número de automóviles particulares y un camión cisterna, derramando el gasoil que contenía y provocando un incendio.

Combates en el Batallón editar

Alrededor las 18:50, unos 70 guerrilleros de la compañía de asalto al mando de Abigail Attademo (capitán Miguel) iniciaban el asalto al cuartel. La avanzada encargada de violentar el portón de entrada estaba compuesta por un camión a la cabeza, seguido de nueve autos. La columna del ERP ingresó con sus vehículos y se abrió en abanico. El coronel Eduardo Abud y el mayor Roberto Barczuk los esperaban con una ametralladora FN MAG en la torre de agua. La columna principal, que transportaba unos 55 guerrilleros según otras fuentes, se abrió paso dividiéndose en dos a fin de rodear la Guardia Central, pero debió detenerse luego de veinte metros al encontrarse con zanjas y montículos. Fueron inmediatamente recibidos por fuego de ametralladora MAG; una ubicada en el puesto de guardia y otras empleadas por soldados que se hallaban atrincherados en pozos de zorro. Allí se produjeron las primeras bajas del ERP. Un segundo grupo de 17 guerrilleros de la sección Logística ingresó en una camioneta Ford F-350 por la parte posterior de la guarnición.[2][3][18]

Los guerrilleros lograron desalojar la guardia central y una de las compañías pero no pudieron progresar más allá de esos dos puntos. Se reagruparon para proceder a ocupar el resto del cuartel cuando llegaron los refuerzos de los militares. Dos M113 del Regimiento de Infantería 3 penetraron hacia las 21:00 en el complejo, luego de haber rebasado todas las contenciones del ERP, y comenzaron a disparar a los insurgentes con sus ametralladoras de 12,7 mm.[2]​ Acudieron al lugar, efectivos de los Regimientos de Infantería 1, 3 y 7, del Regimiento de Granaderos a Caballo, del Grupo de Artillería 1, del GADA 601, del Batallón de Aviación de Ejército 601, la Compañía Policía Militar 601 y el Destacamento Móvil 1 de la Gendarmería Nacional Argentina.[19]​ Los guerrilleros de la compañía de ataque lograron retirarse e ingresaron a la villa aledaña al cuartel. Habían sufrido 13 muertos y tenían 3 heridos graves.

El Batallón y la villa aledaña se transformaron en un infierno de tiros, explosiones y luces. A las 21:47, dos bombarderos Canberra lanzaron bengalas, mientras helicópteros artillados iluminaban el área con reflectores,[2]​ permitiendo a efectivos del Ejército y la Policía Bonaerense batir la zona en busca de aquellos combatientes que, heridos, habían logrado escapar y buscaban resguardo. Un cronista que se encontraba presente comparó los sucesos con la guerra de Vietnam.

Urteaga estaba sobrepasado por los acontecimientos. A las 23:00 volvió a comunicarse con Santucho y solicitó autorización para ordenar el repliegue, a lo que Santucho accedió.[20]​ Hacia la 01:00 del 24 de diciembre, Urteaga perdió el contacto con buena parte de las unidades que aun se encontraban dentro del Batallón de Arsenales.[3]

Un escribiente militar dejó asentado en el parte que a las 03:30, unas siete horas después de comenzado el ataque y habiendo ya finalizado, «el capitán Lazzarano con cinco vehículos marcha a transportar detenidos, custodiados por la fracción al mando del teniente Silvani». Media hora más tarde, señaló el regreso de la columna con los detenidos. A partir de este momento, el registro se limita reflejar los preparativos efectuados para recibir la visita del Teniente General y futuro dictador, Jorge Rafael Videla.[3]

Pasada la medianoche, se escuchaban ráfagas en la Villa IAPI donde se efectuaron numerosos allanamientos, patrullajes mientras helicópteros del ejército realizaron vuelos rasantes.

En los puntos de contención alrededor del cuartel, los guerrilleros sufrieron 12 muertos y 10 desaparecidos ( De Santis, 2010).[21]

Bajas, detenciones y ejecuciones extrajudiciales editar

El ERP sufrió más de 90 bajas. De los 62 que murieron en el combate, nueve no pudieron ser identificados debido a que sólo eran conocidos por su nombre de guerra.[22]​ Unos 25 heridos fueron evacuados por sus compañeros.[23]​ Por su parte, las fuerzas armadas y de seguridad tuvieron entre siete y diez muertos[6][8]​ y 34 heridos.[2]​ María Seoane sostiene que las bajas militares fueron siete. El ejército argentino no tomó prisioneros aunque sí hubo desaparecidos. En 1990, el Equipo Argentino de Antropología Forense descubrió que las inhumaciones de los guerrilleros no fueron registradas en los libros oficiales del cementerio de Avellaneda y muchos de los cuerpos según relatos de los familiares fueron masacrados.[20][24]

El propio general Oscar Gallino[25]​, responsable de la defensa en el Batallón, reconocería en 1991 que se produjeron detenciones y que un número de prisioneros quedaron a disposición de las unidades de inteligencia del I Cuerpo de Ejército.[3]​En ningún caso se han confirmado las acusaciones de desapariciones o ejecuciones sumarias.

Entre las bajas de las fuerzas armadas y seguridad se encuentran el soldado conscripto Roberto Caballero, el sargento ayudante Roque Carmelos Cisterna, el soldado conscripto Enrique Grimaldi del BIM 3 (Batallón de Infantería de Marina 3, el capitán Luis María Petruzzi y el teniente primero José Luis Spinassi.

Consecuencias editar

La conducción del ERP intentó justificar el desastre militar de Monte Chingolo con la crisis interna de la Fuerza Aérea Argentina de días antes que había acabado con el pase a retiro del comandante en jefe, brigadier general Héctor Fautario, y su reemplazo por el brigadier general Orlando Ramón Agosti.

El ERP afirmó que su objetivo era demorar la consumación de un nuevo golpe de Estado en preparación. Si bien el intento golpista de la Fuerza Aérea fracasó, el golpe de Estado ocurrió efectivamente el 24 de marzo de 1976.

En la Navidad de 1975, Mario Roberto Santucho se reunió con parte de su familia. Su hermano Julio Santucho recordó: Robi estaba deprimido, casi no hablaba y tampoco comió. Fue la primera vez que le escuché decir «algo anda muy mal, Julito, nos estamos equivocando».[20]​ Bohoslavsky y García, a su vez, señalan que Monte Chingolo generó tristeza y temor en la militancia perretista.[13]

El 27 de diciembre, el Buró Político del PRT determinó que lanzar la operación en conocimiento de indicios de que el enemigo pudiera estar alertado constituyó un grave error. Se subestimó al enemigo y además habían déficits de tipo militar en el ERP. Era necesario incrementar el nivel de formación militar de los milicianos del ERP ( De Santis,2010).

Santucho, sin embargo, calificó a la acción como "derrota militar pero triunfo político". De Santis (2010) considera que no se trató de un triunfo político porque el ataque incrementó el reflujo político que se percibía ese año. El resultado de la batalla desalentó y desanimó a las masas. Arnold Kremer Balugano (Luis Mattini) el sucesor de Mario Roberto Santucho en 1976, en su libro “Hombres y mujeres del PRT-ERP” escribió que la consigna “una derrota militar y un triunfo político” era inentendible.[cita requerida]

El espía del Servicio de Inteligencia del Ejército, el "Oso" Ranier, fue identificado y secuestrado por el ERP, interrogado durante toda una noche y al otro día procedieron a ejecutarlo. El 13 de enero de 1976, fue ejecutado mediante dos inyecciones de veneno administradas por el capitán Manolo, médico de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez. Su cuerpo fue dejado en el barrio de Flores, en Capital Federal.

Documentales editar

El documental "Avompla. Antes de Navidad”[26]​, retrata lo sucedido en la toma del batallón, narrado por vecinas del barrio y militantes que fueron testigos de la masacre. La directora, Adriana Lewczuk, se formó en el Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda. Este documental presenta una versión desde la óptica del ERP y posiciona a este fallido copamiento como una masacre, esgrimiendo que, desde hacía muchos años, al torturar, vejar y fusilar a los prisioneros, las Fuerzas Armadas no respetaban las convenciones básicas de la guerra estipuladas en los tratados de Ginebra. Otro documental que se puede consultar es "Gaviotas blindadas. La historia del PRT-ERP" del grupo de cine Mascaró.

Notas editar

  1. Luego de las elecciones de marzo de 1973, el PRT lanzó una proclama dirigida al presidente electo Héctor José Cámpora en la que reconocía la legitimidad del gobierno constitucional pero advertía que mantendría las acciones armadas «contra el Ejército opresor y las empresas imperialistas».[9]
  2. En total 900 fusiles FN FAL con 70 000 proyectiles, 100 fusiles M16 con 100 000 proyectiles, seis cañones antiaéreos de 20 mm, 15 cañones sin retroceso, escopetas Ithaca 37 con sus respectivos proyectiles y 150 subfusiles.[11]
  3. Juan Bautista Yofre comenta que el general Albano Harguindeguy le expresó: «Un día antes del ataque en Monte Chingolo, Valín pidió hablar urgentemente conmigo. Era de noche y no quería recibirlo porque estaba descompuesto. Valín insistió y le respondí que viniera. Me trajo dos hojitas escritas a mano. Parecía letra de médico, no se entendía nada, pero se nos informaba que el ERP iba a atacar una unidad del ejército .En la otra hojita se habían apuntado todos los bloqueos de rutas y puentes y cuando lo analizamos sobre un mapa vimos que el centro de atención era el Depósito Domingo Viejo Bueno de Monte Chingolo. Lo analicé con los coroneles Alberto Alfredo Valín, jefe del Batallón 601 de Inteligencia y Edgardo Calvi.»[16]

Referencias editar

  1. «Nuevo documento sobre la represión». La Nación. 28 de abril de 1999. Archivado desde el original el 27 de diciembre de 2015. Consultado el 25 de diciembre de 2015. 
  2. a b c d e f g h i «Viejobueno, a 40 años». Diciembre de 2015. 
  3. a b c d e f «Los prisioneros del ataque a Monte Chingolo». Página/12. 26 de diciembre de 1999. Consultado el 27 de diciembre de 2015. 
  4. Plis-Sterenberg, 2003, pp. 112.
  5. a b c d Plis-Sterenberg, 2003, pp. 112-113.
  6. a b c d «Monte Chingolo, la mayor batalla de la guerrilla en Argentina que marcó hace 40 años el declive del ERP». Télam. 23 de diciembre de 2015. Consultado el 24 de diciembre de 2015. 
  7. Lewis, 2002, p. 122.
  8. a b c Carlos Torrengo (24 de diciembre de 2005). «A 30 años de Monte Chingolo». El Ortiba. Archivado desde el original el 9 de junio de 2010. 
  9. «La verdadera cara del GAN». Cedema. Consultado el 29 de diciembre de 2022. 
  10. Lewis, 2002, p. 121.
  11. Luciana Bertoia. «Entrevistas a Gustavo Plis-Sterenberg». El Ortiba. Archivado desde el original el 9 de junio de 2010. 
  12. a b c «Copamiento del Depósito de Arsenales "Domingo Viejobueno"». Cedema. Consultado el 25 de febrero de 2023. 
  13. a b c Bohoslavsky y García, 2020.
  14. Plis-Sterenberg, 2003, pp. 111.
  15. Anguita, Eduardo; Cecchini, Daniel (23 de diciembre de 2018). «Documento exclusivo del ataque guerrillero a Monte Chingolo: los informes secretos de los militares a cargo de la defensa del cuartel». infobae.com. Consultado el 23 de mayo de 2021. 
  16. «Con guerrilleros de 17 años, infiltrados y jefes lejos de la batalla: la derrota del ERP en el ataque de Monte Chingolo.». 
  17. Edgardo Mesa y José Manuel Carrizo (periodistas). DiFilm - Ataque Batallon de Arsenales 601 Domingo Viejo Bueno (1975). Argentina: DiFilm. D-00142. Consultado el 24 de diciembre de 2015. 
  18. «Argentina: Hanging from the Cliff» (en inglés). Time. 5 de enero de 1976. Archivado desde el original el 21 de mayo de 2013. Consultado el 5 de septiembre de 2010. 
  19. El Ejército de hoy (páginas para su historia). Círculo Militar. 1976. p. 123. OCLC 9751116. 
  20. a b c Seoane, 1992.
  21. De Santis Daniel (2010). La historia del PRT-ERP por sus protagonistas. A formar filas editora guevarista. Buenos Aires.
  22. Gloria a los héroes de Monte Chingolo. Por PRT - Argentina (Pedro, corresponsal de Estrella Roja) Archivado el 9 de junio de 2010 en Wayback Machine.
  23. «Las tumbas de Monte Chingolo». Clarín. 23 de enero de 2006. 
  24. «Carlos Stanley, héroe de Monte Chingolo». Cedema. Consultado el 25 de mayo de 2023. 
  25. «Los prisioneros del ataque a Monte Chingolo.». 
  26. «La masacre de Monte Chingolo contada por mujeres.». 

Bibliografía editar

  • Bohoslavsky, Abel; García, Paco (2020). Breve reseña del partido Revolucionario de los Trabajadores/Ejército Revolucionario del Pueblo/Juventud Guevarista de Argentina. Buenos Aires. 
  • Lewis, Paul H. (2002). Guerrillas and generals: the "Dirty War" in Argentina. 
  • Plis-Sterenberg, Gustavo (2003). Monte Chingolo: la mayor batalla de la guerrilla argentina. Buenos Aires: Planeta. 
  • Seoane, María (1992). Todo o nada. La historia secreta y la historia pública del jefe guerrillero Mario Roberto Santucho. Buenos Aires: Planeta. 

Enlaces externos editar