Azul brillante FCP

compuesto químico

El azul brillante FCF es un colorante se emplea en la industria alimentaria como aditivo capaz de teñir los alimentos de color azul, su código es el E 133. Se emplea en la tinción de helados y en repostería. Otros usos son en cosmética y en colutorios bucales. Su visibilidad y baja toxicidad le convierten en un colorante indicado en otras ocasiones en las que se requiera como trazador, tal y como la investigación de corrientes acuíferas y solutos en substratos.[2]​ A veces se combina con tartrazina (E 102) para dar colorantes verdes.

 
Azul brillante FCF
Nombre IUPAC
a-(4-(N-etil-3-sulfonatobencilamino)-fenil)-a-(4-Netil-3-sulfonatobencilamino)-ciclohexa-(2,5-dienilideno)-tolueno-2-sulfonato disódico
General
Otros nombres E 133
CI Food Blue 2
FD&C Blue 1
Erioglaucina
Fórmula estructural C37H34N2Na2O9S3
Fórmula molecular ?
Identificadores
Número CAS 3844-45-9[1]
ChEBI 82411
ChEMBL CHEMBL3184128
ChemSpider 18556
PubChem 19700
UNII PPQ093M8HR
KEGG C19352
Propiedades físicas
Apariencia Polvo o gránulos de color azul rojizo
Masa molar 79 285 g/mol
Propiedades químicas
Solubilidad en agua 200 kg·m-3
Riesgos
LD50 4600 mg·kg−1 (ratón, subcutánea)
Valores en el SI y en condiciones estándar
(25 y 1 atm), salvo que se indique lo contrario.

Características editar

 
Colorante disuelto en agua

Se trata de una sal sódica que se elabora a partir de los sub-derivados del petróleo, principalmente de los hidrocarburos aromáticos.[3]​ El azul brillante FCF consiste en la sal disódica mencionada y sus isómeros. Es muy soluble en agua (200 kg/m3) y se presenta en forma de polvo de color azul rojizo, a veces en forma de gránulos. Posee una buena coloración, es poco tóxico.[4]​ Siendo aceptado por diversos organismos sanitarios públicos.[5]​ En algunas ocasiones se combina con tartrazina (E 102) para dar colorantes verdes.

Usos editar

Es muy útil para detectar antibióticos presentes en la leche.[6]​ Como colorante es empleado como método de investigación de las rutas hídricas en substratos, siendo uno de los colorantes trazadores más empleados.[2]​ Se emplea igualmente como trazador de corrientes de solutos, estudios de flujos, movimientos de masas en disoluciones acuosas, etc. El empleo más habitual es como colorante alimentario en diversas áreas de la industria. De esta forma se puede encontrar en diversas bebidas refrescantes de color azul y verde, caramelos, helados, chicles, etc. Se emplea igualmente en la tinción de productos cosméticos y de higiene personal.

Salud editar

La ingesta máxima recomendable es de 6 mg/kg de peso corporal. Cumple con las directivas alimentarias europeas.[5]​ No obstante se han investigado límites de consumo diarios con algunos animales, encontrándose límites máximos muy elevados.[7][8]​ Este colorante no es absorbido por el tracto intestinal y puede encontrarse tiñendo las heces de color verde (Debido a la reacción que tiene con algunos ácidos biliares). Cuando entra en combustión emite gases muy tóxicos.[9]

Véase también editar

Referencias editar

  1. Número CAS
  2. a b Hark Ketelsen & Sigrid Meyer-Windel, (Junio 1999), doi.org/10.1016/S0016-7061(98)00119-0 Adsorption of brilliant blue FCF by soils, Geoderma, Vol. 90, n.º 1-2, pp. 131-145.
  3. El Ali, Bassam M.; El Ali, Bassam; Ali, Mohammad Farahat (2005). Handbook of industrial chemistry: organic chemicals. Nueva York: McGraw-Hill. ISBN 0-07-141037-6. 
  4. Sajjad Sarwar Khandker, (2008), Lateral and vertical movement of water, nutrients, fecal coliforms, University of Alberta (Canada), p. 90.
  5. a b 95/45/CE del 26 de diciembre de 1995
  6. Collection of foreign Veterinary medical theses and dissertations, nª 1466.
  7. W. H. Hansenb, O. G. Fitzhugh, (Enero 1966), Chronic toxicity of two food colors, Brilliant Blue FCF and Indigotine, Toxicology and Applied Pharmacology, Vol. 8, n.º 1, pp. 29-36.
  8. J.F. Borzelleca, K. Depuka, (1990), Lifetime toxicity/carcinogenicity studies of FD & C blue No. 1 (Brilliant blue FCF) in rats and mice, Food and Chemical Toxicology, Vol. 28, N.º 4, pp. 221-234.
  9. Richard J. Lewis (Sr.), (1990), Food additives handbook, Springer, p. 214.