El Batallón de Inteligencia 3-16 o Batallón 316 fue una unidad del Ejército de Honduras encargada de realizar asesinatos, tortura, y desapariciones contra presuntos opositores políticos del gobierno durante la década de 1980 junto al poco conocido Honduras Imperial. La unidad tuvo varios nombres; su reorganización como "Batallón de inteligencia 3-16" se le atribuye al General Gustavo Álvarez Martínez,[1]​ nombre que indicaba el servicio de la unidad a 3 unidades militares y a 16 batallones del ejército hondureño.[2]

Batallón 3-16
Localización
País Honduras
Información general
Jurisdicción Fuerzas armadas de Honduras
Tipo Escuadrón de la muerte
Sede Tegucigalpa
Organización
Depende de Ejército de Honduras
Historia
Fundación 1979
Disolución 1997

Sus miembros recibieron entrenamiento y apoyo de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos tanto en Honduras como en ubicaciones secretas en territorio estadounidense.[3]​ Al menos 19 de sus miembros se graduaron en el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad.[4][5]​ También recibieron entrenamiento del Batallón de Inteligencia 601 de Argentina y de Chile.[6]

Historia editar

De acuerdo a la ONG, COFADEH (Comité de Familiares Desaparecidos en Honduras), el batallón fue creado en 1979 con el nombre "Grupo de los 14". En 1982, su nombre cambió a Dirección de Investigación Especial, comandado por el Señor Diez. Su nombre cambió a "Batallón de Inteligencia 3-16" en 1982, según requerimientos de desclasificación de documentos estadounidenses hechos por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras y en 1984 según COFADEH. Su organización como Batallón 3-16 se le atribuye al General Gustavo Álvarez Martínez, con el apoyo de Estados Unidos y de asesores argentinos.[1]​ Y desde 1987 hasta al menos 2002, se le llamó Rama de Inteligencia y Contrainteligencia.[2]

Conexiones con Argentina editar

Ciga Correa, agente del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército Argentino fue reconocido como uno de los entrenadores del Grupo de los Catorce. Posteriormente, el coronel Gustavo Álvarez Martínez, graduado del Colegio Militar de la Nación en 1961, era jefe de los servicios de inteligencia hondureños (FUSEP) al momento de la creación del Batallón 3-16, conformado a semejanza del Batallón 601, y con el cual los argentinos colaboran de forma indirecta. A finales de 1981 (durante la guerra sucia argentina[7]​), después de una fuerte inversión a la base argentina en Honduras, llegaron más de 150 oficiales argentinos a ese país. Los militares argentinos tenían su centro de operaciones de estado mayor en una finca llamada "La Quinta", además de varias bases de entrenamiento, entre ellas las de Lepaterique y Quilalí; todo ello como parte de una serie de operaciones de entrenamiento que recibieron el nombre clave de Operación Charly. Los argentinos pusieron a disposición del Batallón 316 a un escuadrón de la muerte dirigido por el Coronel "El chino" Lau, especialista en asesinatos y torturas. Con la crisis provocada por la guerra de las Malvinas, la CIA se hace cargo de todas las operaciones, aunque los argentinos continuaron operando hasta 1984 y algunos hasta 1986. También la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) envió colaboradores y oficiales especializados en interrogatorios; entre ellos, Roberto Alfieri González, que sirvió en la guardia nacional de El Salvador, Guatemala y Honduras, país donde fue detenido por extorsión y asesinato.[6]

Conexiones con Estados Unidos editar

A principios de 1984, agentes del Batallón 3-16, trabajando de cerca con agentes de la CIA, detuvieron a cientos de activistas izquierdistas, incluyendo estudiantes, maestros, unionistas y presuntos guerrilleros. Los miembros de la unidad se disfrazaban con ropas y a veces con máscaras, pelucas y barbas y bigotes falsos. Armados con subfusiles Uzis, vigilaban a sus víctimas, las secuestraban y se las llevaban en carros paila doble cabina con ventanas pintadas y placas robadas, muchas veces a plena luz del día, en presencia de varios testigos. Los capturados eran llevados a prisiones secretas donde eran desnudados, atados de manos y pies y se les vendaba los ojos, y donde se les torturaba psicológica y físicamente. Sus prácticas incluían electrochoques,[Nota 1]inmersión en agua y sofocación.[8]

El caso más notable fue el de Inés Murillo, quien en 1983 y con 24 años de edad fue secuestrada y torturada por 78 días,[9]​ y según relata, frecuentemente en presencia del consejero de la CIA, el Sr. Mike, quien le había hecho preguntas.[Nota 2]​ En su testimonio de junio de 1988, Richard Stolz, entonces director sustituto de operaciones, confirmó que la CIA había visitado la prisión donde se encontraba Murillo.[10]​ Stolz junto a exmiembros del batallón confirmaron también el entrenamiento a miembros del Batallón, encabezado por un agente de la CIA conocido como Sr. Bill.[11]​ También un informante que desertó del Batallón 3-16 afirmó que el Padre James Carney fue ejecutado por órdenes del General Álvarez, en presencia del oficial de la CIA, el Señor Mike.[12]​ 10 años después, un experimentado oficial del Departamento de Estado admitió en privado el papel de los Estados Unidos en las desapariciones: "La luz verde era mata un comunista", "todos guiñaban y asentían", dijo.[8]

El embajador de Estados Unidos en esa época, John Negroponte, se reunió en múltiples ocasiones con el General Gustavo Álvarez Martínez.[13]​ En el resumen de documentos estadounidenses desclasificados mostrando los telegramas enviados y recibidos por Negroponte, el National Security Archive afirma que «el reporte de atrocidades a los derechos humanos» cometidos por el Batallón 3-16 está «visiblemente ausente del tráfico de cables» y que «los cables de Negroponte no reflejan ninguna protesta, o siquiera una discusión de estos temas durante sus muchas reuniones con el General Álvarez, sus sustitutos y el presidente de Honduras Roberto Suazo. Los cables liberados tampoco contienen ningún reporte a Washington sobre los abusos a derechos humanos que estuvieron ocurriendo.»[13]​ Asimismo, Negroponte afirma que no existía una política gubernamental de violación a los derechos humanos y que el nunca miró al Batallón 3-16 involucrado en actividades de escuadrones de la muerte.[9]

Mediante leyes para la libertad de la información se han hecho esfuerzos para obtener documentación relacionada al papel de los Estados Unidos respecto al Batallón 3-16. El 3 de diciembre de 1996, miembros del Congreso de los Estados Unidos le pidieron al Presidente Bill Clinton la «completa y expedita desclasificación de todos los documentos pertenecientes a violaciones a los derechos humanos en Honduras» y aseguraron que «el gobierno de Estados Unidos ayudó a establecer, entrenar y equipar al Batallón 3-16, unidad militar que fue responsable del secuestro, la tortura y el asesinato de al menos 184 hondureños estudiantes, profesores, periodistas, activistas de derechos humanos, entre otros, en los 1980s.»[1]

Nombramientos en cargos públicos editar

En la administración de Roberto Reina, el exmiembro del Batallón 3-16, Álvaro Romero fue jefe de la Guardia de Honor Presidencial, y en la de José Azcona del Hoyo (1986-1990) se desempeñó como embajador de Honduras en Nicaragua.[14]​ En 2002, COFADEH aseguró que muchos agentes 3-16 activos o retirados habían sido incluidos como asesores de inteligencia en la Policía Nacional de Prevención.[2]

En la administración de Manuel Zelaya (2006-2009), siete antiguos miembros del Batallón 3-16 ocuparon importantes cargos:[15]​ Álvaro Romero como Ministro de Seguridad[16]​ y Billy Joya como su asesor de seguridad, Erick Sánchez como asesor presidencial para montar un sistema de inteligencia presidencial,[17]​ además de Onofre Oyuela Oyuela, Napoleón Nassar Herrera, Vicente Rafael Canales Nuñez, Salomón Escoto Salinas y René Maradianga Panchamé. Luego del golpe de Estado contra Zelaya, trascendió que Joya se desempeñaba como asesor de seguridad nacional del gobierno de facto de Roberto Micheletti,[18][19][20]​ lo cual Joya atribuye a una campaña mediática orquestada por la canciller del gobierno zelayista, Patricia Rodas.[21]​ El mismo Zelaya dijo que el Batallón 3-16 continuaba operando con diferente nombre, torturando personas para crear temor entre la población, y que estaba dirigido por el señor Joya.[18]​ En adición, Nelson Willy Mejía Mejía fue nombrado por Micheletti, Director de Migración y Extranjería,[22]​ y Napoleón Nassar Herrera como uno de los designados por la Secretaría de Seguridad para dialogar con manifestantes durante la crisis posterior al golpe.[23][24]

Véase también editar

Notas editar

  1. El asesor de la CIA conocido como Sr. Mike le dijo al agente 3-16 Florencio Caballero que los electrochoques eran "la forma más eficiente de hacer que alguien hable cuando se resistían".
  2. Murillo luego acusó al periodista del New York Times, James LeMoyne de tergiversar sus declaraciones para el artículo de LeMoyne: Testifying to Torture (Ines Murillo. LETTERS; TESTIFYING TO TORTURE. New York Times. 18 de septiembre de 1988).

Referencias editar

  1. a b c Valladares Lanza, Leo; Susan C. Peacock. «IN Search of Hidden Truths -An Interim Report on Declassification by the National Commissioner for Human Rights in Honduras». Archivado desde el original el 2 de agosto de 2009. Consultado el 2 de agosto de 2009. 
  2. a b c «Honduras: Follow-up to HND38009.E of 4 December 2001 on the Patriotic Revolutionary Front (Frente Patriótico Revolucionario, FPR); Follow-up to HND38010.E of 4 December 2001 on whether Battalion 3-16 continues to operate; whether a death squad known as Group 13-16 operated at any time between 1990 and 1992; whether Colonel Alvarez Martinez or General Regalado Hernandez commanded either of these groups (1990-December 2001)». Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. 12 de junio de 2002. Archivado desde el original el 1 de agosto de 2009. Consultado el 9 de abril de 2018. 
  3. Cohn, Gary; Ginger Thompson (11 de junio de 1995). «When a wave of torture and murder staggered a small U.S. ally, truth was a casualty» (en inglés). Baltimore Sun. Consultado el 9 de abril de 2018. 
  4. Imerman, Vicky; Heather Dean (2009). «Notorious Honduran School of the Americas Graduates». Derechos Human Rights. Consultado el 9 de abril de 2018. 
  5. «U.S. continues to train Honduran soldiers». Republic Broadcasting Network. 21 de julio de 2009. Archivado desde el original el 23 de julio de 2011. Consultado el 3 de agosto de 2009. 
  6. a b Equipo Nizkor, La aparición de osamentas en una antigua base militar de la CIA en honduras reabre la participación argentino-norteamericana en ese país. Archivado el 30 de octubre de 2013 en Wayback Machine. Margen. Consultado el 9 de abril de 2018
  7. PBS News Hour, 16 de octubre de 1997, et al. Argentina Death Toll, Twentieth Century Atlas.
  8. a b "Honduras: The Facts Speak for Themselves : the Preliminary Report of the National Commissioner for the Protection of Human Rights in Honduras". Human Rights Watch, 1994.
  9. a b Gary Cohn y Ginger Thompson (15 de diciembre de 1995). «Former envoy to Honduras says he did what he could». The Baltimore Sun (en inglés). Archivado desde el original el 13 de abril de 2018. Consultado el 12 de abril de 2018. 
  10. Gary Cohn, Ginger Thompson. A survivor tells her story Archivado el 16 de noviembre de 2018 en Wayback Machine.. 15 de junio de 1995. The Baltimore Sun. Consultado el 9 de abril de 2018.
  11. Ginger Thompson y Gary Cohn (13 de junio de 1995). «Torturers' confessions». The Baltimore Sun. Archivado desde el original el 7 de noviembre de 2014. Consultado el 12 de abril de 2018. 
  12. 20-year search for priest may be over. 21 de marzo de 2003. National Catholic Reporter.
  13. a b «The Negroponte File – Negroponte's Chron File from Tenure in Honduras Posted». National Security Archive. 12 de abril de 2005. Archivado desde el original el 2 de agosto de 2009. Consultado el 2 de agosto de 2009. 
  14. «Muere ex ministro de seguridad Álvaro Romero». La Prensa. 3 de febrero de 2011. Consultado el 12 de abril de 2018. 
  15. Holland, Clifton L. (Junio de 2006). «Honduras - Human Rights Workers Denounce Battalion 3-16 Participation in Zelaya Government» (pdf). Mesoamérica Institute for Central American Studies. Archivado desde el original el 3 de agosto de 2009. Consultado el 3 de agosto de 2009. 
  16. «“Mel” destituye a su amigo Álvaro Romero y lo nombra como embajador en Costa Rica». Proceso Digital. 7 de enero de 2018. Archivado desde el original el 13 de abril de 2018. Consultado el 12 de abril de 2018. 
  17. Equipo Nizkor (15 de mayo de 20006). «Revive la comunidad de inteligencia con miembros del ex batallón 3-16». derechos.org. Consultado el 12 de abril de 2018. 
  18. a b Goodman, Amy (31 de julio de 2009). «Zelaya Speaks» (en inglés). Z Communications. Archivado desde el original el 1 de agosto de 2009. Consultado el 28 de marzo de 2018. 
  19. Sherwell, Philip. In Honduras coup, the truth is as strange as any 'banana republic' fiction. 5 de julio de 2009. Daily Telegraph. Consultado el 28 de marzo de 2018.
  20. «Billy Fernando Joya Amendola». trial-ch.org. Archivado desde el original el 16 de abril de 2013. Consultado el 29 de marzo de 2018. 
  21. Marvin Espinal. Billy Joya cuenta su verdad en el libro Así me acusaron entrevista en Primer Plano. 6 de marzo de 2012. Youtube. Consultado el 29 de marzo de 2018.
  22. «Reanudan venta de citas para emisión de pasaportes». La Tribuna. 7 de julio de 2009. Archivado desde el original el 18 de noviembre de 2010. Consultado el 3 de agosto de 2009. 
  23. «Zelaya sale de Ocotal». El Nuevo Diario (Nicaragua). 2 de agosto de 2009. Archivado desde el original el 25 de febrero de 2012. Consultado el 3 de agosto de 2009. 
  24. Leiva, Noe (2 de agosto de 2009). «No se avizora el fin de la crisis hondureña». El Nuevo Herald/AFP. Archivado desde el original el 7 de agosto de 2009. Consultado el 7 de agosto de 2009. 

Enlaces externos editar