Caza de cabezas

ráctica de recolectar cabezas de enemigos caídos tras el combate como trofeos

La caza de cabezas es la práctica de recolectar como trofeo las cabezas de enemigos caídos tras el combate. Esta costumbre se ha llevado cabo en los cinco continentes, en etapas temporales que van desde la prehistoria hasta la modernidad, y entre los pueblos que destacaron por ella se cuentan los celtas, hispanos, germánicos, escitas, subsaharianos, mesoamericanos y del sudeste asiático.[1]

Arte digital de un sacerdote de la cultura misisipiana sosteniendo una cabeza cortada.

Estas prácticas han sido objeto de intenso estudio antropológico, en especial enfocado a sus roles, funciones y motivaciones sociales. La cabeza cortada se relaciona eminentemente con la profanación dominante del cuerpo del oponente, la recogida de trofeos de estatus social, el ejercicio de la violencia ritual, el simbolismo mágico, el canibalismo y la captura del alma del enemigo tanto en la vida terrena como la ultraterrena.[2]​ Su cariz era ceremonial, parte indispensable del proceso de estructurar, reforzar y defender las estructuras jerárquicas entre las sociedades y los individuos.

Se cree que la caza de cabeza de cabezas se desarrolló de la creencia intuitiva de que el encéfalo contenía el alma o fuerza vital de la persona, dentro de un marco de dualismo entre mente y cuerpo.[3]

Referencias editar

  1. Encyclopædia Britannica (23 de febrero de 2009). Headhunting (anthropology) – Britannica Online Encyclopedia. Britannica.com. Consultado o 25 de maio de 2010.
  2. E-Modigliani, "Un viaggio a Nias," Fratelli Treves Editori Milano 1890
  3. Hutton, J. H. "The Significance of Head-Hunting in Assam." The Journal of the Royal Anthropological Institute of Great Britain and Ireland, vol. 58, 1928, pp. 399–408.