Luzia

restos arqueológicos de una mujer del paleolítico superior

Luzia es el nombre dado a un esqueleto (catalogado como Lapa Vermelha IV, homínido 1, o simplemente Lapa Vermelha IV) de una mujer joven de Homo sapiens encontrado en una cueva denominada Lapa Vermelha, en la región de Lagoa Santa, estado de Minas Gerais, Brasil. La datación por radiocarbono del carbón vegetal asociado con los huesos permite fecharlos en, al menos, 11 400 años[3]​ El hallazgo fue hecho en 1975 por una misión arqueológica francobrasileña dirigida por Annette Laming-Emperaire, que la bautizó así en honor al célebre descubrimiento, un año antes, de Lucy.[1]

Lapa Vermelha IV, homínido 1

La antigüedad de Luzia, 11 500 años, es superior a la de cualquier otro resto humano en América del Norte, lo que permite un debate sobre por dónde ingresaron los humanos en América.
Nombre común Luzia
Lapa Vermelha IV
Especie Homo sapiens
Antigüedad 11 200-11 700 años
Descubrimiento 1975 (49 años)
Lugar de descubrimiento Lagos Santa, Minas Gerais, Bandera de Brasil Brasil
Descubierto por Annette Laming-Emperaire
Descrito por A. Laming-Emperaire, solo descripción in situ.[1]
Descripción 1979
Conservación Destruido en el incendio del Museo Nacional de Brasil de 2018[2]
Esqueleto de Luzia. Se exhibía en el Museo Nacional de Brasil, en Río de Janeiro, antes del incendio de 2018.

El fósil resultó dañado durante el incendio del 2 de septiembre de 2018 que devastó el Museo Nacional de Brasil en Río de Janeiro, donde se exhibía de forma permanente.[2][4]​ Al año siguiente se hallaron los restos del cráneo y parte del fémur entre los escombros del museo.[5]

Luzia editar

La mujer medía, aproximadamente, 1,50 m de estatura, tenía entre 20 y 25 años en el momento de morir y era integrante de un grupo de cazadores-recolectores que subsistía principalmente de frutos y bayas y la carne de caza. Parece que la muerte de Luzia fue ocasionada por un accidente o por el ataque de algún animal.[6]

Huesos editar

Los restos no se encontraron articulados; el cráneo, por ejemplo, permanecía enterrado a más de 12 metros de profundidad, estaba separado del resto del esqueleto, más superficial, pero en condiciones sorprendentemente buenas. No se encontraron otros restos humanos en el sitio, pero cerca de él sí fueron halladas herramientas de piedra.[6]

Morfología craneana editar

El cráneo dolicocéfalo, estrecho, ovalado y con barbilla pronunciada, se asemeja más al tipo australoide o al africano, que al mongoloide o al de los actuales amerindios.[7]​ Esta morfología craneofacial mostró, al igual que otras de los cráneos paleoindios, que los primeros pobladores de América se diferenciaban de los amerindios y de los asiáticos del este contemporáneos,[8]​ pues presentaban rasgos australoides unos y rasgos caucasoides otros.

 
Fotogrametría de todos los lados del cráneo de Luzia

Los análisis de ADN mitocondrial realizados hasta ahora en huesos humanos en otros restos paleoindios, pero no en los restos de Luzia, han probado sin embargo el origen asiático de los mismos, a pesar de la morfología de los cráneos. Por ejemplo, los restos de Arroyo Seco 2 (Argentina)[9]​ y la mujer del Peñón (México),[10]​ presentaron haplogrupos amerindios fundadores, C, B y A, todos procedentes de Asia, lo cual sugiere que los patrones craneofaciales diferentes (como los que presenta Luzia)[11]​ podrían ser vistos como extremos de una variación morfológica continua de poblaciones provenientes de Asia nororiental y no como expresión de migraciones australianas, melanesias, africanas o europeas.

Aunque dos estudios publicados, en Science y Nature, revelan fragmentos de ADN en poblaciones nativas modernas y paleoindias de origen australo-melanesio, como algunas poblaciones amazónicas, como los surui, con una coincidencia de ascendencia de hasta el 2 % con las actuales poblaciones nativas australianas, de Nueva Guinea o de las islas Andamán. Las hipótesis aun en estudio son diversas.[12][13]

En noviembre de 2018, científicos de la Universidad de São Paulo y la Universidad de Harvard publicaron un estudio que contradice el supuesto origen australiano-melanesio de Luzia. Los resultados mostraron que Luzia era completamente amerindia, genéticamente hablando. Fue publicado en la revista Cell.[14]​ Utilizando la secuenciación de ADN, los resultados mostraron que los restos de Lagoa Santa, de un sitio cerca de los restos de Luzia, llevan ADN nativo americano. Dos de los individuos de Lagoa Santa llevan el mismo haplogrupo de ADNmt (D4h3a) también portados por Anzick-1, unos restos de más de 12 000 años que se encontraron en Montana. Otras personas de Lagoa Santa son del haplogrupo de ADNmt A2, B2, C1d1 y tres de los individuos de Lagoa Santa tienen el mismo haplogrupo de cromosomas Y Q1b1a1a1- M848 que se encuentra en el genoma de la momia de 10 600 años de Spirit Cave.

El busto recreando a Luzia que muestra características australo-melanesias/africanas estaba mal, fue creado en 1999. André Strauss, del Instituto Max Planck, uno de los autores del artículo de Journal Science, comentó: «Sin embargo, la forma del cráneo no es un marcador confiable de ancestralidad u origen geográfico. La genética es la mejor base para este tipo de inferencia» explicó Strauss. Los resultados genéticos del nuevo estudio muestran categóricamente que no hubo una conexión significativa entre la gente de Lagoa Santa y los grupos de Australasia. Entonces, la hipótesis que Luzia y su gente derivaron de una ola migratoria anterior a los antepasados de los amerindios de hoy en día, han sido desaprobados. Por el contrario, el ADN muestra que la gente de Luzia era completamente amerindia. El estudio más grande y completo realizado sobre la base del ADN fósil extraído de restos humanos antiguos encontrados en el continente americano ha confirmado la existencia de una única población ancestral para todos los grupos amerindios, pasados y presentes.[15]


Véase también editar

Referencias editar

  1. a b Laming-Emperaire, A. (1979). «Missions archéologiques franco-brésiliennes de Lagos Santa, Minas Gerais, Brésil - Le grand abri de Lapa Vermelha (P.L.)». Revista de Pré-história (en francés) 1: 53-89. 
  2. a b «Incendio en Museo de Brasil: así era Luzia, el fósil de 12 mil años devorado por el fuego». ámbito.com. 3 de septiembre de 2018. Consultado el 21 de abril de 2020. 
  3. Feathers, James; Kipnis, R.; Piló, L.; Arroyo, M. y Coblentz, D. (2010). «How old is Luzia? Luminescence dating and stratigraphic integrity at Lapa Vermelha, Lagoa Santa, Brazil». Geoarchaeology (en inglés) 25 (4): 395-436. 
  4. «Museo Nacional de Brasil: la trágica perdida de Luzía, el esqueleto más antiguo de América del Sur, en el voraz incendio en Río». 3 de septiembre de 2018. Consultado el 21 de abril de 2020. 
  5. EFE (20 de octubre de 2018). «Hallan el cráneo más antiguo de Suramérica en los escombros del museo incendiado en Río». Agencia EFE. 
  6. a b Neves, W. A.; Hubbe, M. (20 de diciembre de 2005). «Cranial morphology of early Americans from Lagoa Santa, Brazil: Implications for the settlement of the New World». NCBI (en inglés) 102 (51). pp. 18309-18314. PMC 1317934. PMID 16344464. doi:10.1073/pnas.0507185102. Consultado el 21 de abril de 2020. 
  7. Neves, Walter A.; J.F. Powell; A. Prous; E.G. Ozolins & M. Blum (2009). «Lapa vermelha IV Hominid 1: morphological affinities of the earliest known American». Genetics and Molecular Biology (en inglés) 22 (4): 461-469. Consultado el 21 de abril de 2020. 
  8. González-José, Rolando; W. Neves; M. M. Lahr; S. González; H. Pucciarelli; M. Hernández Martínez & G. Correal U. (2005) «Late Pleistocene/Holocene craniofacial morphology in Mesoamerican Paleoindians: Implications for the peopling of the New World»; American Journal of Physical Anthropology (en inglés) 128 (4): 772–780.
  9. Perez, S. Iván; Valeria Bernal; Paula Gonzalez; Marina Sardi & Gustavo Politis (2009) Discrepancy between Cranial and DNA Data of Early Americans: Implications for American Peopling; Public Library of Science 4(5): e5746.
  10. Cátedra José Luis Lorenzo (2003) Confirma la Mujer del Peñón el origen asiático de los individuos americanos. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 9 de mayo de 2003. Consultado el 26 de febrero de 2008.
  11. González-José, Rolando; M. C. Bortolini; F.R. Santos & S.L. Bonatto (2008) "The Peopling of America : Craniofacial Shape Variationon a Continental Scale and its Interpretation From an Interdisciplinary View"; American Journal of Physical Anthropology (en inglés) 137 (2):175-187.
  12. Balter, Michael (21 de julio de 2015). «Mysterious link emerges between Native Americans and people half a globe away». Science (en inglés). doi:10.1126/science.aac8884. Consultado el 21 de abril de 2020. 
  13. O'Neill, Graeme (22 de julio de 2015). «Ancient DNA link connects Australians, South Americans». The New Daily (en inglés). Consultado el 21 de abril de 2020. 
  14. Cosimo Posth; Nathan Nakatsuka; Iosif Lazaridis; Lars Fehren-Schmitz; Johannes Krause y David Reich (15 de noviembre de 2018). «Reconstructing the Deep Population History of Central and South America» [Reconstruyendo la profunda historia de la población de América Central y del Sur]. Cell (en inglés) 175 (5): 1185-1197.e22. doi:10.1016/j.cell.2018.10.027. Consultado el 22 de abril de 2020. 
  15. Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo (9 de noviembre de 2020). «The new face of South American people». EurekAlert! (en inglés). AAAS. Consultado el 22 de abril de 2020.