En botánica, un microfilo (de griego «hoja pequeña») se define como un apéndice que está abastecido por un solo nervio sin ramificar.[1]​ Son hojas reducidas, enteras, desprovistas de pecíolo, sin vascularización o con venación reducida a una vena que en algunas especies no sobrepasa la base. Se encuentran por ejemplo en Selaginella y Lycopodium. En algunos vástagos dorsiventrales hay anisofilia, o sea que en el mismo sector del tallo, se forman hojas diferentes en forma y tamaño en el lado superior y a los lados del mismo.[2]

Microfilos en Isoetes lacustris.

A pesar de su nombre, los microfilos no son siempre pequeños. Los que presentan las especies de Isoetes, por ejemplo, llegan a tener varios centímetros de longitud,[3]​ y los del género extinto Lepidodendron llegaban a más de 20 cm.

Teniendo en cuenta este concepto, las psilotopsidas, licofitas y equisetopsidas presentan microfilos debido a que todas las especies que existen actualmente de esos taxa llevan un solo haz vascular en cada hoja.[4]

Referencias editar

  1. Kaplan, D.R. (2001). «The Science of Plant Morphology: Definition, History, and Role in Modern Biology». American Journal of Botany 88 (10): 1711-1741. doi:10.2307/3558347. Consultado el 31 de enero de 2008. 
  2. González, A.M. & Arbo, M.M. «Organización del cuerpo de la planta. Tema 2: Hoja, 2.7. Hojas de Pteridofitas». Morfología de Plantas Vasculares. Argentina: Universidad Nacional del Nordeste. Archivado desde el original el 31 de octubre de 2009. Consultado el 10 de septiembre de 2010. 
  3. PRADA, C. & C.H. ROLLERI (2003). Caracteres diagnósticos foliares en táxones ibéricos de Isoetes L. (Isoetaceae, Pteridophyta). Anales Jará. Bot. Madrid 60(2): 371-386.
  4. Gifford E.M. & Foster, A.S. (1989). Morphology and evolution of vascular plants. WH Freeman, New York, USA. 

Véase también editar