Nemzeti dal (en húngaro: Tonada Nacional) es un verso patriótico húngaro escrito en 1848 por el poeta húngaro Sándor Petőfi fungiendo de detonante para la revolución húngara de 1848 contra el poder absoluto de los Habsburgo sobre Hungría.

Poeta húngaro Sándor Petőfi, autor de la Nemzeti dal.

El poema fue recitado inicialmente en el café Pilvax en Pest el 15 de marzo de 1848, donde se reunía Sándor Petőfi y sus amigos intelectuales Mór Jókai, Pál Vasvári y Gyula Bulyovszky. El poema junto con los 12 puntos que exigían más independencia del poder absoluto de los habsburgo pronto fueron recitados por toda la ciudad, donde las calles húngaras se llenaron de ingenieros, médicos profesores, iniciándose la protesta contra los austríacos.

Manuscrito original de la Nemzeti dal.

Poema editar

Húngaro Español

Talpra magyar, hí a haza!
Itt az idő, most vagy soha!
Rabok legyünk, vagy szabadok?
Ez a kérdés, válasszatok! -
A magyarok istenére
Esküszünk,
Esküszünk, hogy rabok tovább
Nem leszünk!

Rabok voltunk mostanáig,
Kárhozottak ősapáink,
Kik szabadon éltek-haltak,
Szolgaföldben nem nyughatnak.
A magyarok istenére
Esküszünk,
Esküszünk, hogy rabok tovább
Nem leszünk!

Sehonnai bitang ember,
Ki most, ha kell, halni nem mer,
Kinek drágább rongy élete,
Mint a haza becsülete.
A magyarok istenére
Esküszünk,
Esküszünk, hogy rabok tovább
Nem leszünk!

Fényesebb a láncnál a kard,
Jobban ékesíti a kart,
És mi mégis láncot hordunk!
Ide veled, régi kardunk!
A magyarok istenére
Esküszünk,
Esküszünk, hogy rabok tovább
Nem leszünk!

A magyar név megint szép lesz,
Méltó régi nagy hiréhez;
Mit rákentek a századok,
Lemossuk a gyalázatot!
A magyarok istenére
Esküszünk,
Esküszünk, hogy rabok tovább
Nem leszünk!

Hol sírjaink domborulnak,
Unokáink leborulnak,
És áldó imádság mellett
Mondják el szent neveinket.
A magyarok istenére
Esküszünk,
Esküszünk, hogy rabok tovább
Nem leszünk!

De pie húngaro, la patria llama!
He aquí el momento, ahora o nunca!
Seremos esclavos, o libres?
Ésta es la pregunta, respóndan! -
Al Dios de los húngaros
Le juramos,
Le juramos, que esclavos más
No seremos!

Esclavos hemos sido nosotros hasta ahora,
Nuestros condenados antepasados,
Quienes libremente vivieron y murieron,
En suelo de esclavos no pueden descansar.
Al Dios de los húngaros
Le juramos,
Le juramos, que esclavos más
No seremos!

Hombre granuja de ningún lado,
Quien, si es necesario, no se atreve a morir,
Para quien es más preciada su andrajosa vida,
Que el honor de su patria.
Al Dios de los húngaros
Le juramos,
Le juramos, que esclavos más
No seremos!

Más luminosa es la espada que la cadena,
Adorna mejor al brazo,
Y aún seguimos portando cadenas!
Vén a nosotros, vieja espada!
Al Dios de los húngaros
Le juramos,
Le juramos, que esclavos más
No seremos!

El nombre húngaro será nuevamente hermoso,
A su excelsa y antigua fama;
Lo que los siglos nos ensuciaron,
Lavémos la humillación!
Al Dios de los húngaros
Le juramos,
Le juramos, que esclavos más
No seremos!

Donde nuestras tumbas se apilan,
Nuestros nietos se postran,
Y junto a una oración que bendice
Nombran nuestros santos nombres.
Al Dios de los húngaros
Le juramos,
Le juramos, que esclavos más
No seremos!

(Pest, 13 de marzo de 1848) traducción por Ákos Farkas de Boldogfa.

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