Retrato de Enrique VIII

cuadro de Hans Holbein el Joven

El Retrato de Enrique VIII es una pintura perdida de Hans Holbein el Joven que retrata a Enrique VIII de Inglaterra. Fue destruida por el fuego en 1698, pero es todavía bien conocida a través de diversas copias. Es una de las imágenes más icónicas de Enrique, y uno de los retratos más famosos de cualquier monarca británico. Fue originalmente creada en 1536–1537 como parte de un mural que mostraba a la dinastía Tudor en el Palacio de Whitehall, Londres.

Retrato de Enrique VIII

Retrato preparatorio realizado por Holbein
Año c. 1534–1536
Autor Hans Holbein el Joven
Técnica Óleo sobre tabla
Estilo Renacimiento
Tamaño 28 cm × 20 cm
Localización Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, España

Pintura editar

 
Copia en óleo del Mural Whitehall, encargado por Carlos II, 1667

Hans Holbein el Joven, originalmente de Alemania, había sido nombrado el pintor del Rey inglés en 1536. El retrato fue creado para adornar la cámara privada de Enrique en el recientemente adquirido Palacio de Whitehall. Enrique estaba gastando grandes sumas en decorar los 23 acres (93 000 m²) del conjunto de residencias de las que se había apoderado luego de la caída del Cardenal Wolsey. El mural original presentaba cuatro figuras arregladas rodeadas de un marco de mármol: Enrique, su mujer Jane Seymour, y sus padres, Enrique VII y Elizabeth de York. El mural fue entonces encargado en algún momento durante el matrimonio breve de Enrique y Jane Seymour, y fue completado en 1537. Bien pueda haber sido encargado para celebrar el nacimiento venidero o real del heredero largamente esperado de Enrique, Eduardo, nacido en octubre de 1537.[1]

Referencias editar