Trachinus draco

especie de pez

El pez escorpión (Trachinus draco), también denominado pez araña, faneca brava, escarapote, sabirón o salvario, es un pez de la familia Trachinidae común en aguas frías del mar Mediterráneo, mar Cantábrico y del este del océano Atlántico. Con talla total media cercana a los 30 cm, es alargado y comprimido. Opérculo con espina venenosa dirigida hacia atrás. Boca grande y oblicua. Primera aleta dorsal corta, usualmente de color oscura o negra (que es la distinción más inequívoca de otros especies de pez similares pero generalmente no venenosas), con cinco a siete espinas venenosas[cita requerida]. Segunda aleta dorsal simétrica a la anal, con 21 a 32 espinas blandas[cita requerida]. Aleta caudal ligeramente cóncava. Aletas pélvicas anteriores a las pectorales. Ojos muy dorsales y juntos. De color pardo verdoso con manchas más oscuras y algunas líneas oblicuas pardo amarillentas, una mancha negra en la primera aleta dorsal. Bentónico y sedentario, vive semienterrado en el fondo arenoso o fangoso, hasta profundidades próximas a los 150 metros.

 
Pez escorpión o pez araña

Trachinus draco
Estado de conservación
Preocupación menor (LC)
Preocupación menor (UICN 3.1)
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Actinopterygii
Orden: Perciformes
Suborden: Trachinoidei
Familia: Trachinidae
Género: Trachinus
Especie: T. draco
Linnaeus, 1758
Sinonimia

Trachinus lineatus Bloch & Schneider, 1801

Entre las especies de la misma familia se encuentran T. araneus, T. armatus, T. collignoni, T. lineolatus, T. pellegrini, T. radiatus, E. vipera.

Posee un veneno de naturaleza glucoproteica y vasoconstrictora, en caso de inoculación en el ser humano provoca síntomas de inflamación, vómitos, dolor, fiebre e incluso insuficiencia respiratoria y convulsiones.[1]​ El dolor, que se irradia rápidamente, alcanza el máximo a la media hora y cede a las 2 a 24 horas.[1]​ El aparato toxicóforo está en los radios espinosos de la primera aleta dorsal y en las espinas del opérculo.[1]

Un dato a tener en cuenta es que podemos combatir el veneno con calor, por lo que una de las medidas más eficaces es sumergir el miembro o zona afectada en agua caliente (sobre 45°) durante 1 hora o 1,30 horas, pues la toxina es termolábil y se inactiva con el calor.[2]​ Es recomendable acudir siempre al hospital o centro de salud para administrar los medicamentos pertinentes lo más rápidamente posible.

Referencias editar

  1. a b c García Gimeno y Sánchez Segarra, R.M. y P.J. (1998). «Riesgos Sanitarios del Pescado: III Ictiotoxismos e intoxicación por bivalvos». Revista Alimentaria: 104. 
  2. «SAMIUC: Principios de urgencias, emergencias y cuidados críticos: Envenenamientos por peces». Archivado desde el original el 21 de septiembre de 2013. Consultado el 22 de abril de 2013. 
  • Lloris, Domènec y Meseguer, Sergi: Recursos marins del Mediterrani: fauna y flora del Mar Català. Departament d'Agricultura, Ramaderia y Pesca de la Generalitat de Catalunya. Barcelona, octubre de 2000. ISBN 84-393-5244-1. Plana 115.
  • Mare Nostrum

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