Triatoma infestans

especie de insecto

Triatoma infestans es un insecto heteróptero de la familia Reduviidae. Es hematófago y considerado uno de los vectores responsables de la transmisión de la enfermedad de Chagas. Se lo denomina mermelada, pito[1]​ (en Colombia), chinche negra (en Paraguay), vinchuca chingapu (en Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia), chipo (en Venezuela), chirimacha (en Perú), chinchorro (en Ecuador), chinche besucona (México), además de barbeiro palança, percevejo-do-sertão (Brasil), entre otros nombres que comparte con otras especies de triatominos[2]​. Este insecto se encuentra mayormente domiciliado y peridomiciliado, lo que lo convierte en un vector de importancia epidemiológica.[3]​ El huésped natural de T. infestans probablemente ha sido desde hace millones de años la cobaya. En Perú, la cobaya se ha reconocido como un importante reservorio de Trypanosoma cruzi, el parásito causante de la enfermedad, y causante de gran cantidad de infecciones por T. infestans debido a su amplia presencia como animal doméstico.[4]​ En Bolivia se ha observado a T. infestans fuera del domicilio humano, asociado a cobayas silvestres. Sin embargo, se alimenta principalmente a cuenta del hombre, y dada su amplia distribución y capacidad de adaptarse a vivir en zonas domiciliares y peridomiciliares, esta especie es la mayor causante de casos de infección.

 
Triatoma infestans

Ejemplar de Triatoma infestans
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Hemiptera
Suborden: Heteroptera
Infraorden: Cimicomorpha
Superfamilia: Reduvioidea
Familia: Reduviidae
Subfamilia: Triatominae
Género: Triatoma
Especie: T. infestans
(Klug, 1834)

No se debe confundir con la chinche de cama, otro hemíptero hematófago perteneciente a la familia Cimicidae, también vector Trypanosoma cruzi.[5]

Distribución editar

T. infestans es una especie endémica del Cono Sur Americano, donde hay una transmisión activa del parásito Trypanosoma cruzi, y donde se presentan nuevos casos de infección cada año. El insecto habita en zonas secas y cálidas, principalmente en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Brasil. Es posible hallarla en el 70% del territorio argentino, desde el límite norte, hasta la provincia de Chubut,[3]​ y un 50% del territorio boliviano, en las regiones de clima seco y cálido. En las regiones de Cochabamba y Chuquisaca de Bolivia, la vinchuca es responsable de una de las más altas prevalencias del continente americano. Estas regiones bolivianas son consideradas el lugar de origen y epicentro de dispersión de T. infestans.[6]

Con preferencia habita las viviendas de áreas rurales construidas con paredes sin revoque, techos de paja no alisados e interior desordenado, y en lugares próximos al domicilio, como el gallinero y corrales. Ocasionalmente se pueden hallar ejemplares de este insecto en viviendas con revoques, ordenadas y limpias. Ello se debe a dos causas principales: a) sus habitantes viajan a zonas endémicas sin vigilancia del vector y pueden transportarlo inadvertidamente en su equipaje o ropas; y b) por la acumulación de materiales como quebracho, leña, etc, provenientes de esas zonas.

Características editar

 
Triatoma infestans entera, macro basándose en cuatro fotos unidas.
 
Vista dorsal de ninfa de Triatoma infestans.

Morfología editar

La vinchuca presenta diferentes formas de acuerdo a la etapa de crecimiento en que se encuentra, con un tamaño que evoluciona desde los 2 mm hasta los 2 cm o 3 cm en el estado adulto. Es de color pardo, con un reborde de bandas transversales que se alternan en colores pardos y claros. La cabeza es de forma afilada con dos ligeras protuberancias que son los ojos; tiene, como todos los insectos, seis patas y un par de antenas. Su cuerpo es chato, pero cuando se alimenta su abdomen se hincha y se levantan sus alas, que normalmente están plegadas.[7][8]

Ciclo de vida editar

Los triatominos son exopterigotas hemimetábolos. El insecto se reproduce por huevos, que miden de 2 a 3 mm, de color blanco, que cambian a rosado cuando se completa la evolución del embrión. Desde que sale del huevo hasta que alcanza el estado adulto (formas aladas), la vinchuca pasa por cinco etapas de crecimiento (estados ninfales), con cambios graduales de tamaño y sin alas. Cada cambio consiste en un proceso de muda donde el insecto pierde su exoesqueleto para generar uno nuevo, acorde a su nuevo tamaño. Las ninfas, al igual que los adultos, son hematófagas. Desde el estado de huevo a la etapa adulta, el ciclo evolutivo de este insecto puede variar de ocho meses a un año. A partir del estado adulto la vida de este insecto se prolonga entre uno y dos años.[7]

Fisiología y comportamiento editar

La vinchuca puede desarrollarse en zonas de temperaturas frías. No obstante tratarse de un insecto de climas cálidos y debido a sus hábitos domiciliarios, el ambiente más propicio para su desarrollo es el de la vivienda. Por lo tanto, la tibieza de las habitaciones favorece su supervivencia.[9]

No es común verlo durante las horas del día ya que se trata de un insecto de hábitos nocturnos, preferentemente a partir de la medianoche y durante la madrugada, para lo cual tiene una vista especializada. Durante las horas diurnas la vinchuca permanece escondida.

La resistencia al ayuno de este insecto es muy grande. La ninfa de quinto estadio (estadio previo al adulto) soporta más de 6 meses de ayuno. Se dice que en ciertos casos, come otros insectos parásitos, como la pulga.[7]

Al igual que Rhodnius prolixus, T. infestans sirve como modelo de innumerables estudios fisiológicos y de comportamiento, por la facilidad de su cría.

Enfermedad de Chagas editar

La enfermedad de Chagas se manifiesta en las zonas más empobrecidas de América Latina. Incluye a varios componentes: el parásito, como responsable de la patología; el vector, que no es otra cosa que el insecto (los denominados Triatominos); y el hospedante, que puede ser cualquier mamífero, incluido el ser humano. El hábitat de las vinchucas tiene que reunir determinadas condiciones, como viviendas con rajaduras en las paredes, techos de pajas o barro, donde generalmente anidan.

Las especies de vinchucas son más de un centenar, aunque básicamente pueden reducirse a cuatro las que tienen importancia epidemiológica. En Argentina predomina la llamada T. infestans.

Transmisión de la enfermedad de Chagas al ser humano editar

Una de las características de este insecto es que no deposita el parásito en el tejido humano, sino que, al picar a una persona y succionar la sangre, generalmente de sectores cercanos a la boca como los labios, su intestino se hincha y la obliga a defecar, depositando parásitos en la piel de su víctima. Por la picazón, las personas se rascan, y son ellas mismas las que incorporan el parásito en los tejidos mediante esta acción. Este modelo de transmisión vectorial fue preponderante en toda América Latina hasta la década del 80.

Control editar

Se han realizado estudios para intentar eliminar el vector de domicilios y peridomicilios de zonas rurales en el norte de Argentina. El uso de insecticidas ha disminuido momentáneamente el número de triatominos, ya que las estructuras peridomiciliares, principalmente aquellas asociadas con el criadero de gallinas[10]​, actúan como focos residuales para la reinfestación de T. infestans. La baja eficacia de los insecticidas utilizados se ha atribuido a la falta de acción ovicida, y la degradación y el lavado de los insecticidas utilizados, así como la presencia de gran cantidad de posibles hospedadores en los animales domésticos.[11]​ A su vez, los piretroides generan cambios en los ciclos biológicos de las vinchucas y las hacen resistentes a los mismos, convirtiendo a la estrategia de control muy ineficiente.[12][13]

Galería de imágenes editar

Véase también editar

Principales vectores que afectan al ser humano:

Referencias editar

  1. «Plan de interrupción de la transmisión vectorial de la Enfermedad de Chagas». Gobernación de Boyacá. Consultado el 5 de diciembre de 2023. 
  2. Cazorla-Perfetti, Dalmiro (2016-09). «Revisión de los vectores de la enfermedad de Chagas en Venezuela (Hemiptera-Heteroptera, Reduviidae, Triatominae)». Saber 28 (3): 387-470. ISSN 1315-0162. Consultado el 3 de abril de 2023. 
  3. a b Programa Nacional de Chagas, Ministerio de Salud. Guía para el control vectorial de la enfermedad de Chagas. 
  4. Herrer, Arístides (1955-12). «Trypanosomiasis americana en el Perú: III. Importancia del cobayo como reservorio de la enfermedad de Chagas en la región sudoccidental». Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Publica 9 (1-2): 45-55. ISSN 1726-4634. Consultado el 3 de abril de 2023. 
  5. «Las chinches de la cama pueden transmitir el parásito de la enfermedad de Chagas | Higiene Ambiental». higieneambiental.com. Consultado el 3 de abril de 2023. 
  6. «Manual de Chagas congénito». 
  7. a b c Beneden (1850). Recherches sur la faune littorale de Belgique : les vers cestoïdes / par P.-J. van Beneden.. s.n.,. Consultado el 6 de abril de 2023. 
  8. Lent, Herman; Wygodzinsky, Pedro W. (1979). «Revision of the Triatominae (Hemiptera, Reduviidae), and their significance as vectors of Chagas' disease.». Bulletin of the AMNH. 163, article 3. 
  9. Schaefer, Carl W. (1994). «Triatominae: Biology & Control». Journal of Medical Entomology,. Volume 32, Issue 6, 1 November 1995, Pages 911–912,. 
  10. Vallvé, Silvana L.; Rojo, Héctor; Wisnivesky-Colli, Cristina (1995-06). «Ecología urbana de Triatoma infestans en Argentina: asociación entre Triatoma infestans y palomares». Revista de Saúde Pública 29 (3): 192-198. ISSN 0034-8910. doi:10.1590/S0034-89101995000300006. Consultado el 6 de abril de 2023. 
  11. Cecere, Maria C.; Gurtler, Ricardo E.; Canale, Delmi m; Chuit, Roberto; Cohen, Joel E. (1996). «El papel del peridomicilio en la eliminacion de Triatoma infestants de comunidades rurales argentinas». Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana (OSP);121(1),jul. 1996 (en inglés). Consultado el 6 de abril de 2023. 
  12. Mougabure Cueto, Gastón Adolfo; Lobbia, Patricia Alejandra (2021-12). Estado de la resistencia a insecticidas en Triatoma infestans de Argentina. ISSN 1577-9572. Consultado el 6 de abril de 2023. 
  13. Lobbia, Patricia A.; Álvarez, Rodrigo; Picollo, Maria I.; Mougabure-Cueto, Gastón (26 de septiembre de 2019). «First record of domestic colonies of the dark chromatic variant of Triatoma infestans (Hemiptera: Reduviidae)». Revista de la Sociedad Entomológica Argentina 78 (3): 33-37. ISSN 1851-7471. doi:10.25085/rsea.780307. Consultado el 6 de abril de 2023. 

Bibliografía editar

  • Bastien WJ (1998). The kiss of death: Chagas' disease in the Americas. The University of Utah Press. Salt Lake City.
  • Brenner RR, Stoka AM (1987) Chagas’ disease vectors. I, II and III. CRC Press. Boca Ratón
  • Dujardin JP, Shcofield CJ, Panzera F (2000). Les vecteurs de la maladie de Chagas: recherches taxonomiques, biologiques et génétiques. Academie Royale des Sciences d'Ultre-Mer. Belguium.
  • Lent H, Wygodzinsky P (1979). Revision of the Triatominae (Hemiptera, Reduviidae), and their significance as vectors of Chagas disease. Bull Am Mus Nat Hist 163:123–520
  • Reisenman CE, Insausti TC, Lazzari CR (2002). Light-induced and circadian changes in the compound eye of the haematophagous bug Triatoma infestans (Hemiptera: Reduviidae). The Journal of Experimental Biology 205:201–210
  • Schofield CJ (1994). Triatominae: biology & control. Eurocommunica Publications. West Sussex. UK 80 pp.

Enlaces externos editar