Evangelium Vitae (en español: Evangelio de la Vida) es una encíclica redactada por Juan Pablo II y publicada el 25 de marzo de 1995. Trata sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana.

Evangelium Vitae
Evangelio de la Vida
Carta encíclica del papa Juan Pablo II
Veritatis splendor Ut Unum Sint
Fecha 25 de marzo de 1995
Argumento Sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana
Encíclica número 11 de 14 del pontífice
Fuente(s) en latín, en español

En ella se opone al aborto, los anticonceptivos, los métodos de reproducción asistida, la experimentación con embriones y la eutanasia.[1]

Estructura

editar
  • Introducción
    • Nuevas amenazas a la vida humana
    • En comunión con todos los Obispos del mundo
  • Capítulo I: La sangre de tu hermano clama a mi desde el suelo: Actuales amenazas a la vida humana
    • "Caín se lanzó contra su hermano Abel y lo mató" (Gn 4, 8): raíz de la violencia contra la vida
    • "¿Qué has hecho?" (Gn 4, 10): eclipse del valor de la vida
    • "¿Soy acaso yo el guarda de mi hermano?" (Gn 4, 9): una idea perversa de libertad
    • "He de esconderme de tu presencia" (Gn 4, 14): eclipse del sentido de Dios y del hombre
    • "Os habéis acercado a la sangre de la aspersión" (cf. Hb 12, 22.24): signos de esperanza y llamada al compromiso
  • Capítulo II: He venido para que tengan vida. Mensaje cristiano sobre la vida
    • "La Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto" (1 Jn 1, 2): la mirada dirigida a Cristo, "Palabra de vida"
    • "Mi fortaleza y mi canción es el Señor. Él es mi salvación" (Ex 15, 2): la vida es siempre un bien
    • "El nombre de Jesús ha restablecido a este hombre" (cf. Hch 3, 16): en la precariedad de la existencia humana Jesús lleva a término el sentido de la vida
    • "Llamados... a reproducir la imagen de su Hijo" (Rm 8, 28-29): la gloria de Dios resplandece en el rostro del hombre
    • "Todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás" (Jn 11, 26): el don de la vida eterna
    • "A cada uno pediré cuentas de la vida de su hermano" (Gn 9, 5): veneración y amor por la vida de todos
    • "Sed fecundos y multiplicaos, y henchid la tierra y sometedla" (Gn 1, 28): responsabilidades del hombre ante la vida
    • "Porque tú mis vísceras has formado" (Sal 139 138, 13): la dignidad del niño aún no nacido
    • "¡Tengo fe, aun cuando digo: "Muy desdichado soy"!" (Sal 116 115, 10): la vida en la vejez y en el sufrimiento
    • "Todos los que la guardan alcanzarán la vida" (Ba 4, 1): de la Ley del Sinaí al don del Espíritu
    • "Mirarán al que atravesaron" (Jn 19, 37): en el árbol de la Cruz se cumple el Evangelio de la vida
  • Capítulo III: No matarás. La ley santa de Dios
    • "Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" (Mt 19, 17): Evangelio y mandamiento
    • "Pediré cuentas de la vida del hombre al hombre" (cf. Gn 9, 5): la vida humana es sagrada e inviolable
    • "Mi embrión tus ojos lo veían" (Sal 139 138, 16): el delito abominable del aborto
    • "Yo doy la muerte y doy la vida" (Dt 32, 39): el drama de la eutanasia
    • "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hch 5, 29): ley civil y ley moral
    • "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lc 10, 27): "promueve" la vida
  • Capítulo IV: A mi me lo hicisteis. Por una nueva cultura de la vida humana
    • "Vosotros sois el pueblo adquirido por Dios para anunciar sus alabanzas" (cf. 1 Pe 2, 9): el pueblo de la vida y para la vida
    • "Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos" (1 Jn 1, 3): anunciar el Evangelio de la vida
    • "Te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy" (Sal 139 138, 14): celebrar el Evangelio de la vida
    • "La herencia del Señor son los hijos, recompensa el fruto de las entrañas" (Sal 127 126, 3): la familia: "santuario de la vida"
    • "Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo" (1 Jn 1, 4): el Evangelio de la vida es para la ciudad de los hombres
  • Conclusión
    • "Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer vestida del sol" (Ap 12, 1): la maternidad de María y de la Iglesia
    • "El Dragón se detuvo delante de la Mujer... para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz" (Ap 12, 4): la vida amenazada por las fuerzas del mal
    • "No habrá ya muerte" (Ap 21, 4): esplendor de la resurrección

Referencias

editar

Enlaces externos

editar

Texto de la encíclica Evangelium Vitae