Una floración algal (en inglés, bloom) es el resultado visible de la multiplicación y acumulación de organismos del fitoplancton (algas y cianobacterias) en horas o días, que se produce en condiciones ambientales que producen eutrofización tales como el aumento de temperatura, el aumento de nutrientes disponibles (principalmente nitrógeno y fósforo) o la falta de movilidad de la masa de agua. Estos organismos contienen clorofila (entre otros pigmentos) y realizan fotosíntesis; algunos pueden fijar el nitrógeno. Las floraciones adquieren distintas apariencias con colores que van desde el verde azulado hasta el negro.[1][2][3]

Microorganismos observados en el Instituto de Formación Docente de Salto al M.O, Cianobacterias.

Fuentes de eutrofización editar

A pesar de que los procesos de eutrofización ocurren naturalmente, las acciones antrópicas han incrementado la formación de floraciones algales. Anderson y colaboradores (2002) han identificado fuentes como las aguas residuales y los desechos animales, la deposición atmosférica y la afluencia de aguas subterráneas, así como la escorrentía agrícola y de otros fertilizantes usados en la industria. Por su lado, Sellner y asociados (2003) mencionan que las mareas rojas en el puerto de Tolo, Hong Kong, mostraron un desarrollo acelerado de 1976 a 1986, siendo estas fechas paralelas al aumento de la población local. A su vez, el nitrógeno y fósforo en el agua se multiplicaron por 25 y 6 veces, respectivamente. [4][5]

Características editar

Los microorganismos que componen la floración algal son sistemas vivos de organización celular procariota (con material genético no rodeado por membrana celular). Se ubican taxonómicamente en el dominio Bacteria y en el reino Cianobacterias. Existen desde hace más de tres mil ochocientos millones de años, siendo los primeros habitantes del planeta Tierra, responsables de la producción oxigénica y de materia orgánica (fotosíntesis), por lo que su presencia en los ecosistemas es fundamental. Se conocen con el nombre de cianobacterias. Son microscópicas (miden solamente unas cuantas micras) y similares a las bacterias gram negativas, unicelulares. Algunas forman colonias que pueden visualizarse con manchas pastosas verdosas flotantes.[6]

Las floraciones algales muchas veces visibles como manchas "verdosas", comúnmente llamadas verdín en los cursos de agua lénticos principalmente son crecimientos explosivos por la multiplicación de microorganismos del fitoplancton (cianobacterias entre otras) producto del aumento de la concentración de nutrientes que se aportan a los cursos de agua, fundamentalmente nitrógeno y fósforo (proceso eutrofización, enriquecimiento de nutrientes). A estas floraciones se las conoce también con el nombre de FAN (floraciones algales nocivas). Estos nutrientes pueden provenir de actividades agrícolas (invernáculos), ganaderas, así como de vertimientos de aguas servidas o domésticas, residuales e industriales.[6]

Alteraciones de los ambientes afectados por las cianobacterias editar

Los ambientes que se ven afectado, muchas veces, ya que factores como el estancamiento del agua, embalses, temperatura mayor a 20°, temporada de verano, horas luz, turbidez del agua entre otros y las relaciones entre seres del ecosistema como la competencia y predación, muchas veces fomentan la aparición de Blooms, inabilitando las playas para baños y recreación, provocando riesgo sanitario.[7]

Floraciones algales de dinoflagelados editar

Los dinoflagelados (Dinoflagellata), al igual que las cianobacterias, pueden generar floraciones algales del tipo FAN. El género Pfiesteria es de especial peligro para la vida acuática por ser apodado como un “depredador de emboscada” al caracterizarse por producir toxinas que narcotizan a los peces para después fagocitar los tejidos de su presa. En cuanto a las afectaciones al ser humano, Van Dolah (2000) afirma que se le asocia con el síndrome de intoxicación humano, cuyos síntomas incluyen fatiga, dolores de cabeza, irritación de las vías respiratorias, lesiones en la piel o sensaciones de quemadura al contacto, desorientación y pérdida de memoria. [8]

Toxinas y efectos editar

La producción de sustancias tóxicas denominadas cianotoxinas, por provenir de las cianobacterias. Las cianotoxinas afectan a órganos y se clasifican en Citotoxinas, Hepatoxinas, Neurotoxinas, Endotoxinas y Dermatotoxinas.

El riesgo para la salud se relaciona principalmente con la producción de sustancias tóxicas que se volatilizan produciendo olor y sabor desagradable debido a la producción de la Geosmina.[9][9]

Impactos a la industria pesquera editar

Las floraciones algales dañinas son causantes de la reducción de ingresos del sector pesquero para varios países debido no solo a la disminución de organismos de interés, sino también porque estos, al consumir las algas, pueden ocasionar problemas de índole sanitario, por lo que deben ser desechados. Hoagland y colaboradores (2002) mencionan casos como el ocurrido con el salmón del atlántico (Salmo salar) en Washington en 1987, 1989 y 1990, produciendo pérdidas de alrededor de 18 millones de dólares, y a su vez, ocasionando el aumento del precio comercial de dicho salmón. [10]

Referencias editar

  1. Intendencia de Montevideo. «Floraciones algales». Archivado desde el original el 3 de diciembre de 2013. Consultado el 15 de noviembre de 2013. 
  2. Cheung, Melissa Y; Liang, Song; Lee, Jiyoung (diciembre de 2012). «Toxin-producing Cyanobacteria in Freshwater: A Review of the Problems, Impact on Drinking Water Safety, and Efforts for Protecting Public Health» [Cianobacterias productoras de toxinas en agua dulce: una revisión de los problemas, impacto en la seguridad de beber agua y esfuerzos para proteger la salud pública]. Journal of Microbiology (en inglés) (The Microbiological Society of Korea) 51 (1): 1-10. doi:10.1007/s12275-013-2549-3. Consultado el 27 de enero de 2017. 
  3. De León, Lizet (2002). «Floración de cianobacterias en aguas continentales del Uruguay: causas y consecuencias». En Dominguez, A; Prieto, RG, eds. Perfil ambiental del Uruguay 2002. Montevideo, Uruguay: Nordan Comunidad. pp. 28-37. Consultado el 27 de enero de 2017. 
  4. Anderson, Donald M.; Glibert, Patricia M.; Burkholder, Joann M. (de agosto de 2002). «Harmful algal blooms and eutrophication: Nutrient sources, composition, and consequences». Estuaries 25 (4): 704-726. doi:10.1007/BF02804901. 
  5. Sellner, Kevin G.; Doucette, Gregory J.; Kirkpatrick, Gary J. (1 de julio de 2003). «Harmful algal blooms: causes, impacts and detection». Journal of Industrial Microbiology and Biotechnology 30 (7): 383-406. doi:10.1007/s10295-003-0074-9. 
  6. a b Intendencia de Montevideo. «Floraciones algales». Archivado desde el original el 3 de diciembre de 2013. Consultado el 15 de noviembre de 2013. 
  7. Facultad de Ciencias. «CIANOBACTERIAS Y CIANOTOXINAS: UN ESTUDIO EN LA CIUDAD DE LA COSTA». Archivado desde el original el 28 de mayo de 2015. Consultado el 15 de noviembre de 2013. 
  8. Van Dolah, F M (de marzo de 2000). «Marine algal toxins: origins, health effects, and their increased occurrence.». Environmental Health Perspectives 108 (suppl 1): 133-141. doi:10.1289/ehp.00108s1133. 
  9. a b Facultad de Ciencias. «FLORACIONES ALGALES DE AGUA DULCE: CIANOBACTERIAS, CIANOTOXINAS. SU RELACIÓN CON LA SALUD». Archivado desde el original el 26 de junio de 2013. Consultado el 15 de noviembre de 2013. 
  10. Hoagland, P.; Anderson, D. M.; Kaoru, Y.; White, A. W. (de agosto de 2002). «The economic effects of harmful algal blooms in the United States: Estimates, assessment issues, and information needs». Estuaries 25 (4): 819-837. doi:10.1007/BF02804908. 

Enlaces externos editar