Francisco Torres Rebajes (6 de febrero de 1907, Puerto Plata-9 de junio de 1990, Boston), conocido como Francis o Frank Rebajes y Frank Rebaxes, fue un orfebre, joyero y escultor dominicano que desarrolló su carrera en Nueva York y Torremolinos.

Frank Rebajes

Rebajes trabajando en su taller
Información personal
Nombre completo Francisco Torres Rebajes
Otros nombres Francis o Frank Rebajes y Frank Rebaxes
Nacimiento 6 de febrero de 1907
Puerto Plata, República Dominicana
Fallecimiento 9 de junio de 1990 (83 años)
Boston, Estados Unidos
Nacionalidad Dominicana
Familia
Cónyuge Pauline Schwartz
Educación
Educación Autodidacta
Información profesional
Ocupación Orfebre, joyero, escultor

Creador autodidacta y artista multidisciplinar que trabajó el diseño de joyas, la orfebrería y la escultura y desarrolló disciplinas como la arquitectura y el diseño de mobiliario. Su vida es el ejemplo de la conquista del sueño americano, inmigrante que superó la miseria y con su trabajo se convirtió en un referente, logrando tanto el éxito material como el reconocimiento artístico.

Destacó como joyero en Estados Unidos a mediados del siglo XX, pionero en el uso de cobre en la joyería moderna,[1]​ un material que apareció casualmente en su vida y lo convirtió en su atributo.

Su obra principal se puede dividir en dos ámbitos: la creación como orfebre y joyero, que desarrolla en Nueva York y Torremolinos desde 1932 hasta 1980, y su trabajo escultórico de base científico-filosófica, la serie Óvulo, al que se dedicó formalmente en la década de los 70 y 80, elaborando más de 300 piezas artísticas. En toda su obra se suceden y se fusionan multitud de lenguajes, pero siempre bajo la influencia de un elemento inseparable de su concepción del mundo: la curva, la S, el infinito, que le llevaron finalmente a su sagrada obsesión: el movimiento continuo de la cinta de Möbius.

Biografía editar

Infancia y familia editar

Hijo de españoles. Su padre fue Antonio Torres Ros (1870, Palma de Mallorca) y su madre Francisca Rebajes Pujol de Torres (1877, Ibiza). Emigraron a la República Dominicana a comienzos del siglo XX, instalándose en Puerto Plata. Tuvieron cinco hijos y una hija. Hermanos mayores de Frank: Antonio (1896, Palma de Mallorca), músico compositor; Ramón Sebastián (1899 o 1901, ¿?), pintor y poeta. Hermanos menores: Luis Antonio (1910, Puerto Plata), oficial de marina mercante (su hijo Luiso Torres fue un destacado poeta y periodista malagueño); Pedro (7 Nov 1914, Puerto Plata), formado como mecánico; Isabel Rosa (1921, Puerto Plata), profesora de piano.

Es posible que el padre fuera masón o tuviera relación con la masonería. Fue uno de los fundadores de la Sociedad Cultural Renovación en Puerto Plata en 1928.[2]​ Era comerciante y zapatero. Tuvo la fábrica de zapatos más grande de la isla, sita junto a la casa familiar, con numerosos trabajadores. Frank aprendió con él la manufactura de diversos materiales, a trabajar con las manos, a crear un objeto y un producto, que aplicará a su trabajo en joyería. También el padre lo inició en las prácticas herméticas y en el amor por el estudio.

En 1913 el padre envió a Frank a estudiar al Liceo de Barcelona con sus dos hermanos mayores, Antonio y Ramón Sebastián. Frank decidió dejar los estudios porque no se adaptaba a la disciplina de la academia y con el consentimiento del padre volvió a la isla, donde trabajó con él y como cobrador de banco.[3]

Años 20. Supervivencia en Nueva York editar

 
Pez cenicero. Primeras piezas de Rebajes, sencillos trabajos de orfebrería que representaban animales. Años 30 del siglo XX, Greenwich Village.

En 1921 con 14 años, Frank Rebajes decidió marcharse a los Estados Unidos a probar suerte. Su padre le regaló unos pantalones largos, entonces símbolo de madurez, le pagó el pasaje y le dio 300 dólares, que junto a sus ahorros y la lotería que le tocó en el barco le daría para sobrevivir unos meses en Nueva York. En el manifiesto naval de entrada de pasajeros a Estados Unidos con fecha del 16 de mayo de 1921 está tachada su edad real y anotado 24 años, consta como Francisco Torres Rebajes, estudiante de arquitectura que va en tránsito por 4 días a visitar a un hermano que supuestamente residía allí.[4]

 
Rebajes junto al expositor con su obra en la exposición de 1937 celebrada en el Brooklyn Museum.
 
Programa de la Feria Mundial de Nueva York, 1939 e imagen del pabellón del teatro con uno de los 6 murales luminosos que el gobierno encargó a Rebajes

Frank llegó dispuesto a quedarse y eligió la ciudad de Nueva York. Su intención no era hacer joyería o arte, sino sobrevivir y progresar en la vida. Comenzó viviendo en Harlem con un grupo de paisanos con los que había coincidido en el barco. Cuando agotó el dinero del que disponía comenzó a trabajar en cafeterías, como chico de recados, limpiador en el estudio fotográfico de Lucas Kanarian, comercial y otros trabajos de condición precaria. Junto a un grupo de artistas, poetas e intelectuales deambulaba por las calles, se reunían en los cafés de Greenwich Village y en la Biblioteca Pública de Nueva York leyendo y discutiendo sobre artistas y escritores como Apollinaire, Poe, Swinburne, Whitman. Es en esta época cuando decide presentarse como Frank o Francis. Con la Gran Depresión estuvo un tiempo sin trabajo ni casa, consiguiendo algo de dinero mendigando o vendiendo “aquellas innobles manzanas” en la esquina sur oeste de la Sexta Avenida.[5][6]​ Con seguridad a finales de la década de los 20, además de Frank, vivían en Estados Unidos sus hermanos Antonio y Ramón.

 
Frank y Pauline en el taller de una de las tiendas de Greenwich Village. Década de los 30 del siglo XX.

Años 30. Greenwich Village, el inicio de su carrera editar

 
Interior de la tienda de la firma Rebajes en Greenwich Village. El diseño de mobiliario era de Rebajes. El mural es de su hermano Ramón.
 
Diseños de Rebajes, en la tienda de la Cuarta Oeste 184 en Greenwich Village, década de los 30 del siglo XX.

Frank Rebajes y Pauline Schwartz (1911, Nueva York – 16 de abril de 1989, Torremolinos) se conocieron en una fiesta en Greenwich Village. Se casaron al poco tiempo, el 3 de febrero de 1932, en contra el deseo de los padres de Pauline. Pasaron la noche de bodas en la línea de metro de Coney Island y los primeros días de casados estuvieron viviendo en la casa de un amigo peruano, Julio Avendaño.[7]

Durante dos meses deambularon buscando trabajo. En el vagabundeo por la calle, Frank recogía del suelo latas y trozos de metal, y con las herramientas de su amigo comenzó a realizar pequeños animales. Lo primero que hizo fue un caballo. En Washington Square se celebraba una muestra de arte al aire libre convocada por el entonces recién creado Whitney Museum of American Art. Allí exhibió una serie de pequeños animales en una tabla de planchar. Vendió el lote completo por 30 dólares a Juliana R. Force, primera directora del citado museo. Con ese dinero alquiló por 15 dólares en el 182 ¼ de la calle Cuarta Oeste (West 4th Street) en Greenwich Village, una especie de pasillo angosto que fue taller, tienda y casa. Con ese acto, Rebajes se convertía en el primer orfebre moderno en establecer un estudio en Greenwich Village.[8]

En poco tiempo comenzó a vender y relacionarse con el círculo artístico de Greenwich, creando una clientela que apreciaba su trabajo y que se acabó convirtiendo en su grupo de amistades, nutriendo su desarrollo creativo. Uno de los primeros artistas en entablar amistad con ellos fue el pintor cubano Enrique Riverón, con el que mantuvieron un estrecho vínculo y un epistolario hasta la muerte de Pauline.[9]

Patentó su firma “Rebajes” el 5 de junio de 1932, como joyería y complementos de metal (Jewelry and Precious Metal Ware. Rebajes. For Jewelry for personal adornment not including watches).[10]​ Frank consideraba que tener un nombre sencillo en los negocios no funcionaba y eligió el apellido Rebajes en lugar de Torres.[11]

En 1934 tuvo ahorros suficientes para mudarse al local de al lado, al número 184, ya con dimensiones para taller y tienda y con escaparate a la calle, ahora con el nombre de Rebajes, The Metal Worker´s Art Shop. Es entonces cuando además de orfebrería, comienza a despuntar realizando joyería en cobre, material que se convertirá en su sello distintivo, siendo el primero en utilizarlo para joyería moderna. Mientras Rebajes producía, Pauline atendía a los clientes y se encargaba del negocio.

En 1937 estaban reubicados en la misma calle en el número 182. Ya tenían uno o dos empleados. En 1939 se trajo a su hermano Pedro de la República Dominicana para que trabajara en el taller. Actualizó la estética de su marca comercial e implementó el logotipo “Rebaje∞”, sustituyendo la S final por el símbolo del infinito, que lo representará toda la vida.[12]​ El reconocimiento como joyero ya era sólido, era un referente entre los artesanos de Greenwich Village.

Rebajes promovió el asociacionismo entre joyeros y orfebres e impulsó que talleres y tiendas se concentraran en la calle Cuarta, entre Sheridan Square y New York University. Formaba parte de la Society of Designer Craftsmen, a la que donó piezas.[13]

En 1937 el Metropolitan Museum of Art le invitó a participar en una muestra sobre arte contemporáneo, siendo su primera exposición “bajo techo”.[14]​ Ese mismo año participó en otra exposición colectiva en el Brooklyn Museum y fue invitado a la Exposición Universal de París de 1937 con una escultura, siendo reconocido con la medalla de bronce. Para la Exposición Mundial de Nueva York de 1939 el gobierno le encargó seis murales escultóricos luminosos para el teatro del pabellón de Estados Unidos, por los que recibió premio y medalla. Realizó más exposiciones en años sucesivos, repitiendo en el Metropolitan Museum of Art en una exposición de diseño industrial moderno.

Décadas 40 y 50. La conquista del sueño Americano editar

 
Frank Rebajes y el arquitecto José Fernández junto al mostrador en S de la joyería de Rebajes en la Quinta Avenida, Nueva York. Inicio de la década de los 40 del siglo XX.
 
Joyas diseñadas por Frank Rebajes y uno de los envases utilizados en la tienda de la Quinta Avenida, Nueva York, década de los 50 del siglo XX.
 
Rebajes atendiendo a una clienta en su tienda de la Quinta Avenida de Nueva York, al fondo el arquitecto José Hernández
 
Página de los catálogos de trabajo de joyería, Frank Rebajes

El Rebajes orfebre y joyero realizó una carrera profesional asombrosa como firma destacada en joyería, en menos de una década pasó de la supervivencia al superávit.

En 1941 abrió una tienda en el 377 de la Quinta Avenida de Nueva York: Rebajes Jewelry Shop o Jewelry and Gifts. La tienda fue aplaudida por su diseño innovador en los libros y revistas de arquitectura de la época.[15]​ Rebajes se volcó en el diseño de la tienda y colaboró en su ejecución con el arquitecto puertorriqueño José Fernández, a quien le encargó el proyecto. Entre los logros vanguardistas destaca la fachada sin escaparate, directamente abierta a la calle; el uso de espejos para propagar la luz y ampliar el espacio; la forma de exponer las piezas de manera accesible para el cliente; o el mostrador principal, diseñado por Rebajes como elemento escultórico con forma de S, suspendido del techo, concebido como elemento de atracción, tal y como se anunciaba en algunas postales y tarjetas publicitarias. Cuidaba hasta el último detalle, como fue uniformar de negro a las dependientas, que solían ser de ascendencia extranjera, con la intención de crear una imagen sofisticada.[12]

Aún en los 50, Rebajes aparece registrado con el local de la calle Cuarta Oeste en funcionamiento, además de un taller de producción en la calle 17 Oeste en el que trabajaban unos 40 empleados. Crecieron hasta tener decenas de dependientes y más de 100 artesanos. Se estableció una cadena de distribución nacional con ventas en más de 500 tiendas por departamentos y otras especializadas por todo el país, con 15 viajantes y sucursales en Chicago y Los Ángeles. Fueron Pauline y Frank los que hicieron juntos un viaje por todo Estados Unidos para dar a conocer y distribuir su mercancía. Frank realizaba los diseños, supervisaba y trabajaba en el taller, además atendía a los clientes junto con Pauline, quien se encargaba de la administración y la gestión del negocio.

Frank y Pauline solían viajar mucho a visitar amigos y por placer (Caribe, América del Sur, Europa, norte de África). Habían creado su círculo de amistades en los años 30 en Greenwich Village relacionado con el mundo artístico, en especial el ámbito latino. Tuvieron amistad muy estrecha con los artistas cubanos Antonio Gattorno, Mario Carreño o el crítico de arte José Gómez-Sicre, lo que vinculó a la pareja con Cuba, donde viajaron en numerosas ocasiones y conocieron a otros artistas como Wifredo Lam y Felipe Orlando. México también fue un destino con conocidos artistas como José Clemente Orozco y Rufino Tamayo. Tuvo amistad con Max Ernst, y tenía relación con Peggy Guggenheim o Jackson Pollock entre otros personajes del mundo artístico neoyorkino.

Entre 1948 y 1950, Frank construyó una casa en Long Island, en Malverne, donde compró un terreno de una antigua huerta al lado de un arroyo. Rebajes la diseña influenciado por las casas usonianas de Frank Lloyd Wright, concibe una utopía moderna de la casa americana, práctica y orgánica, con enfoque medioambiental, reutilización de energía y acoplada al paisaje vegetal, donde Rebajes consigue crear su hábitat, el de su infancia en el Caribe.[12]​ Tenía además un invernadero y un sótano como taller-estudio.

A finales de los 40 Rebajes se trajo a sus padres y a su hermana a Estados Unidos y les compró una casa en Long Island. En 1958 vendió la casa y se trasladaron a un apartamento en la calle 37 Este, cerca de la tienda. Meses después vendieron el negocio a su socio y amigo Otto Bade y se marcharon de Estados Unidos.

Décadas 60 y 70. Torremolinos y Málaga editar

 
Diseño exclusivo de Rebajes en su etapa de Torremolinos y caja con el membrete de su negocio
 
Frank y Pauline junto a su joyería en Torremolinos
 
Diseño de colgante de Frank Rebajes, Torremolinos

En 1959 Frank y Pauline se trasladaron a vivir a Mallorca, lugar de origen del padre de Rebajes. Bajaron a Málaga a visitar a su hermano Luis, residente en la capital, y decidieron abandonar la isla y mudarse a Málaga. Cuando al poco tiempo descubrieron Torremolinos, entonces un pequeño y pintoresco pueblo de pescadores pero conocido internacionalmente por ser foco de atracción de famosos, se instalaron definitivamente en la calle San Miguel número 45.

En una casa de dos alturas hicieron la tienda taller de joyería en la planta calle y la casa en la primera planta. Había un garaje donde almacenaba material. Frank levantó una tercera planta que se convirtió en su taller personal, donde se dedicó a su obra escultórica Óvulo. Para subir diseñó un ascensor con teléfono cuyo sistema de funcionamiento se basaba en la cinta de Möbius.[16]

La tienda se llamó Rebaxes. Joyería creativa. Al vender la firma Rebajes y continuar en activo en Estados Unidos, sustituyó la J por la X para crear una nueva marca. Aplicó un nuevo concepto de joyería completamente distinto al neoyorkino, de piezas artesanales exclusivas de alto valor económico. Entre sus clientes había personalidades como Geraldine Chaplin o el Duque de Windsor, quien le encargó unos gemelos que Rebajes diseñó con piedras rescatadas en la playa de El Bajondillo de Torremolinos, y la princesa de Kent un collar, que hizo de plata vieja.[17]

De nuevo el entorno de amistades de Frank y Pauline fue el artístico y cultural de Málaga y Torremolinos. Eran habituales las reuniones en su casa. Entre sus amigos estaban los jóvenes artistas de la Generación del 50 como Manuel Barbadillo, Gabriel Alberca, Enrique Brinkmann, Francisco Peinado, Eugenio Chicano, o personalidades de las letras y la cultura malagueña como Rafael Pérez Estrada, Manuel Alcántara, Bernabé Fernández Canivell, Alfonso Canales, Ángel Caffarena Such, etc. Fue el socio número 153 del Ateneo de Málaga, entonces única institución cultural en la ciudad, constituida en 1966, que reunía a todos los intelectuales y creadores del momento. Para la sede de la institución, Rebajes realizó el mobiliario del bar, que concluyó en marzo de 1971.

Ya en los primeros años de la década de los 70, la joyería pasó a segundo plano en cuanto a intereses, concentrándose en un proyecto escultórico en el que estuvo trabajando en Torremolinos, pero cuya simiente se había gestado en su etapa neoyorkina: la serie Óvulo, con más de 300 piezas que son variaciones sobre un mismo tema: el movimiento continuo. Tardó años en mostrar su obra.

Rebajes eligió como primer lugar para exponer sus piezas el Metropolitan Museum of Art, enviando en 1974 un manifiesto donde explicaba y mostraba la obra a su director, Thomas Hoving, quien le contestó en una carta que quedase a la espera. Tras el estudio del manifiesto, Hoving le escribió de nuevo en 1979 indicándole que planeaba un viaje a España para ver su obra, pero nunca tuvo lugar.[18]

Años 80. La serie Óvulo y su final en el MIT editar

 
El taller privado de Rebajes donde trabajaba su serie escultórica Óvulo con numerosas piezas
 
Una de las piezas de la serie escultórica Óvulo de Frank Rebajes y una pieza de orfebrería en cobre de su primera etapa neoyorkina

Desde que Rebajes comenzó a trabajar en su obra Óvulo en los 70, la joyería quedó en segundo plano y se encargaba un ayudante de la manufactura, realizando él únicamente los diseños y los acabados. 1980 fue el último año en el que se crearon piezas, aunque la tienda continuó abierta varios años más.

La serie Óvulo continuó creciendo. En 1984 envió la obra al Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid. La obra se quedó allí almacenada hasta que en la primavera de 1986 le confirmaron por carta que esperaban organizar la exposición para ese año en el Jardín Botánico de Madrid y que estaban en contacto con el Ayuntamiento de Málaga para confeccionar un catálogo, y con la Fundación Reina Sofía para la cesión de su obra, a la que Rebajes había escrito proponiéndoles la donación. Nada se llevó a cabo.[19]​ Convocado por el Museo de Arte Moderno de Madrid y también por la Unión Panamericana en Washington D. C. para exponer su obra, envió un gran número de piezas, pero finalmente no se realizaron las exposiciones.

En abril de 1989 Pauline fallecía tras años padeciendo alzhéimer. El coste económico de la producción de sus esculturas y el cuidado de Pauline, le obligó a vender sus herramientas y maquinaria y finalmente la tienda, yéndose a vivir a un pequeño apartamento en La Nogalera en Torremolinos.

En noviembre de 1988 se celebró la primera y única muestra que se hizo en Málaga con la serie Óvulo, El mundo de Cirilo os da la bienvenida, comisariada por Tecla Lumbreras en el Colegio de Arquitectos.

La sobrina nieta de Rebajes por parte de Pauline, Peri Shaw, había gestionado el contacto con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (Massachussets Institute of Technology). En febrero de 1990 Rebajes recibió una carta invitándole a presentar su trabajo en el M.I.T.

El 30 de marzo de 1990 donó su serie Óvulo al Ayuntamiento de Málaga y a la Fundación Picasso Museo Casa Natal, que por entonces dirigía su gran amigo y compadre Eugenio Chicano. Poco después abandonó España y marchó a Estados Unidos con varias piezas para presentar su trabajo en el M.I.T.

La presentación tuvo lugar en el M.I.T. el 8 de junio de 1990. La presentación fue grabada y el montaje del día anterior también. Por varios faxes enviados desde el M.I.T. a la Fundación Picasso, se sabe que la demostración había sido un éxito, con una duración de más de 3 horas, a la que habían asistido 100 profesores y estudiantes de todos los departamentos, científicos y artistas de la comunidad del M.I.T.[20]​ Por su interés en la serie Óvulo, un equipo del M.I.T. había decidido continuar la investigación sobre su trabajo y tenían intención de viajar a Málaga para conocer el resto de su obra y estudiarla.

Tras el éxito de la presentación, esa noche ponía fin a su vida en la habitación donde se alojaba en el hotel The Westin Copley Place en Boston, con un químico que utilizaba para su trabajo y que había llevado consigo desde España. Cuando se supo la noticia, el M.I.T. canceló todos los planes y archivó todo lo relacionado con Óvulo.

La razón del suicidio se sobrentiende en una carta personal que dirigió a Eugenio Chicano el 7 de junio de 1990. En ella le explicaba que él ya lo había visto y vivido todo, y que desde la muerte de Pauline se sentía igual que su amigo Severo Ochoa. Le “asalta una soledad intolerable” y solo deseaba morir. Junto a la carta adjuntaba un recorte de prensa con un artículo sobre Ochoa donde el científico afirmaba que desde la muerte de su mujer “La única aspiración que me queda es marcharme de este mundo lo antes posible, ya que la falta de ilusiones hace mi vida poco deseable”.[21]​ Rebajes tenía 84 años cuando se quitó la vida.

Joyería editar

 
Dos de los sellos de la firma de joyería Rebajes
 
Colgante diseño de Frank Rebajes, etapa neoyorkina, Quinta Avenida
 
Broche Ubagandi, uno de los diseños más significativos de Frank Rebajes
 
Brazalete de cobre, diseño de Frank Rebajes de la etapa neoyorkina
 
Broche Langosta, diseño de Frank Rebajes, etapa neoyorkina, motivo extraído de la pintura de Mario Carreño
 
Broche diseño de Frank Rebajes, etapa neoyorkina en la Quinta Avenida

La creación como orfebre y joyero de Frank Rebajes puede dividirse en 3 etapas: Greenwich Village (1932 – 1940), Quinta Avenida (1941-1958) y Torremolinos (1959- 1980). Además de la localización, hay diferencias en la manufactura y en el diseño entre la joyería neoyorkina y la malagueña.

Joyería neoyorkina editar

Frank Rebajes no se había planteado ser joyero ni tenía conocimientos o estudios sobre el tema. Se convirtió en orfebre primero y joyero después fruto del azar y por necesidad.[22]​ Esto supondría en su comienzo una libertad total a la hora de diseñar y crear, lo que le valió para desarrollar desde el inicio su estilo personal en el que el cobre, también por azar, fue su distintivo y lo convirtió en pionero.

Ya en la etapa de Greenwich Village se convirtió en referente como diseñador. En 1939, Sam Kramer, antes de abrir su joyería ese año, solía acudir a la tienda de Rebajes para trabajar juntos en lo que ellos llamaban “crazy jewelry” (joyas locas). Rebajes le mostró una técnica que decidieron llamar "fusión controlada" (controlled melting), y que realizaban entre otras herramientas con un soplete de oxiacetileno. Fundían el material de manera controlada, que asumía una forma aparentemente orgánica y accidental. Rebajes abandonó la técnica porque entonces no había público para esos diseños.[23]

Rebajes estaba convencido de que un artesano debía realizar sus piezas y venderlas el mismo,[24]​ un concepto que le acompañó toda su carrera, matizado en cada etapa por diferentes formas de producción. Durante el periodo en Greenwich Village, la manufactura era artesanal y realizada por él. El salto a la Quinta Avenida supuso un cambio en la técnica y en el sistema de producción, pero daba continuidad a su línea creativa sin dejar de innovar acorde a los tiempos. El cobre continúo siendo el material protagonista en su joyería, sólo que ahora podía ser esmaltado, tratado con pátina o combinado en distintas calidades y con otros materiales. Además comenzó a utilizar otros metales como la plata. En cuanto a la producción, si bien llegó a contar con unos 100 artesanos en la tienda, mantuvo el sentido de trabajo “artesanal”, que conjugó con el concepto de Wearable Art, Arte Usable. Esta tendencia que había surgido en los años 30, elevó las artes aplicadas a la consideración de arte y empujó a muchos artistas a realizar joyas a la par que lo joyeros realizaban su trabajo como artistas diseñadores. Resurgía el concepto de arte usable, pequeñas obras de arte para usar o exponer, donde se integraban el concepto de portabilidad y el sentido ornamental del arte contemporáneo, y cuyo su valor residía en el diseño y la firma, no en la unicidad. Rebajes apostó por "un buen diseño disponible para todos". Para lograrlo, Frank diseñaba y el equipo producía artesanalmente las piezas. Una producción artesanal en masa, en el que las piezas más importantes se elaboraban a mano, mientras que la mayoría de las joyas se fundían o se troquelaban y luego se ensamblaban a mano. Esto permitía que su arte pudiera venderse a unos precios al alcance del gran público.

Como maestro de la joyería moderna y contextualizado en las nuevas tendencias que desarrollaban joyeros coetáneos, además de evitar materiales tradicionales y utilizar materiales menores, su joyería refleja una mezcla de influencias y motivaciones que reconcilian el valor de la artesanía con la necesidad de la producción en masa, e incorpora elementos del diseño modernista clásico al mercado comercial.[25]

Junto al diseño de líneas modernas abstractas y la relectura del arte contemporáneo, Rebajes integró la forma humana y las formas orgánicas de la naturaleza, motivos que el movimiento artístico del biomorfismo puso de moda a mediados de la década de los 30. Para ello tomó referencias de diferentes culturas como la africana, y de distintos ámbitos, como la naturaleza, las antigüedades, el cine o las vanguardias artísticas. De sus amigos artistas tomó motivos que extrajo de sus pinturas y los convirtió en joyas, como el caballo, la guitarra o la langosta recurrentes en la obra de Mario Carreño. A la par que algunos joyeros coetáneos, se evidencia la influencia del trabajo del multifacético artista Alexander Calder en diseños cinéticos o con partes articuladas, que se aprecia en piezas como el broche del cowboy o la langosta, que imita el movimiento del crustáceo.

Para su amigo y crítico de arte José Gómez-Sicre, la habilidad de Rebajes radicaba en su capacidad para reducir las formas a sus valores esenciales.[24]

Joyería en Torremolinos editar

 
Anillo diseñado por Frank Rebajes, Torremolinos
 
Brazalete diseñado por Rebajes, etapa de Torremolinos

En Torremolinos realizó otro tipo de joyería, diferente a la neoyorkina. Desarrolló una joyería exclusiva, de piezas únicas, con diseños escultóricos y de alto valor económico, diseños personalizados y artesanales. Junto al cobre utilizó mayormente la plata, que combinaba con piedras semipreciosas como el coral, amatista, ónix, madre perla, etc., esmaltes y patinas diversa, y objetos encontrados que reciclaba, como piedras de la playa, camafeos, monedas, etc. El distintivo de esta etapa es el trabajo del engarce de metal, trabajado a modo de ovillos, devanando el metal como si fuera hilo.

En la actualidad sus joyas se cotizan en el mercado y la producida durante la etapa neoyorkina continúa siendo un referente en la historia de la joyería. La firma norteamericana Rebajes continuó en activo hasta el fallecimiento de Otto Bade. En las últimas décadas trabajaban estilos alejados del diseño original, pero tenían una línea clásica que reproducía piezas de Rebajes.

Fue elogiado por la crítica estadounidense de su época y en la actualidad publicaciones especializadas continúan destacando sus creaciones.

Serie escultórica Óvulo editar

 
Una de las piezas de la serie escultórica Óvulo de Frank Rebajes
 
Pieza de la serie escultórica Óvulo llamada Abanico chino, de Frank Rebajes, planchas de acero sobre madera
 
Página 35 del Cuaderno Óvulo, de Frank Rebajes, manifiesto que acompaña el trabajo escultórico
 
Pieza de la serie escultórica Óvulo, de Frank Rebajes, se encuentra en la Fundación Picasso Museo Casa Natal
 
Cuaderno Óvulo, manifiesto de la serie escultórica realizado por Frank Rebajes

Durante su etapa neoyorkina desarrolló la escultura de pequeño formato que vendía en sus tiendas. Las esculturas de gran formato que hizo fue por encargo, como las de la Feria Mundial de Nueva York de 1939, o una escultura aérea de acero inoxidable que el gobierno brasileño le encargó y de la que no se sabe nada. Rebajes también incursionó en el diseño de mobiliario, que hizo para sus tiendas y casas y algún encargo puntual como fue el bar del Ateneo de Málaga.

Su trabajo escultórico más significativo y completo es su serie Óvulo. Esta serie está ligada al concepto de infinito y el movimiento continuo, conceptos que acompañaron a Rebajes desde el inicio de su carrera, sobre los que investigó desde todas las disciplinas. Fue a partir de la década de los 70 cuando se dedicó al estudio de la geometría secreta de los símbolos, explayándose en una afanosa investigación de base conceptual científica, matemática y filosófica de resultados formales artísticos. Teniendo como base el movimiento continuo de la cinta de Möbius y la forma conceptual del ying-yang, Rebajes concibió la figura del Óvulo y sus infinitas variantes. Materializó posibilidades de figuras geométricas que surgen a partir de la experimentación con la cinta de Möbius en cuanto a forma y concepto, resultando piezas móviles que discurren sobre su propia superficie continua en un movimiento perpetuo.

Es una serie de más de trescientos volúmenes escultóricos, que recibieron nombres como Astroide, Tetracordio de Pitágoras, Tetrapétalo bilateral o La Pajarita de Don Miguel de Unamuno. Para su ejecución utilizó varios tipos de material. Los principales eran metales y aleaciones, preferentemente acero al tántalo, plástico de diversos tipos, madera, cartulina, cuero, goma y elástico, pelotas de ping pong, béisbol, baloncesto, futbol, cartas de baraja y objetos varios. Las piezas se presentaban en metal, blanco y negro o naranja.

Su investigación caminó por todos los ámbitos del conocimiento, matemáticas, geometría, física, simbología mística, filosofía oriental,… en busca de nuevas lecturas y concepciones en torno a ideas como movimiento-cambio, relativo-absoluto, vacío inexistente, tiempo, silencio…

Su obra también guarda relación con el contexto artístico del momento: Max Bill, Tatlin, expresiones artísticas como el Op Art, Moholy-Nagy y Vasarely y el arte cinético, los trabajos de Escher, la semántica conceptual de Joaquín Torres García o el neoconcretismo brasileño como el de la artista Lygia Clark, las teorías del arquitecto Richard Buckminster Fuller, siendo sus referentes más cercanos los hermanos Naum Gabo (1890-1977) y Antoine Pevsner (1886-1962), con influencia directa en las formas y en el trasfondo conceptual, que Rebajes asimila y reconvierte. En 1948, el MoMA de Nueva York celebró una exposición de los escultores Gabo y Pevsner: Variaciones sobre tema esférico. Allí vio formas muy parecidas a las que posteriormente él ejecutaría y que Gabo llamó “Tema Esférico”. Además trabajó con otros textos de Gabo como el Manifiesto Realista de 1920, traducido al inglés en 1942, y Escultura: tallar y construir en el espacio, publicado en 1937.[26][27]

Su pretensión fue el “descubrimiento de una nueva forma geométrica que comunica verdades estéticas, filosóficas y matemáticas, y cuyo origen se remonta al más viejo y común de los símbolos herméticos”. “No se ha tratado de construir algo nuevo, si no de recuperar lo que se había perdido”.[28]

A la obra plástica le acompaña el manifiesto conocido como Cuaderno Óvulo. En él recoge el “espíritu y forma de la obra”, las ideas y los pasos de la concepción y trayectoria creativa. Es un cuaderno de más de 200 cartulinas negras de tamaño aproximado a un A3. Es bilingüe, inglés-español. Lo confecciona a modo de collage hilado a través de citas, ideas, imágenes, planos, dibujos, reflexiones…, componiendo su ideario y su particular cosmogonía. Se basa en diversas disciplinas científicas y estilos artísticos; trabaja con ámbitos como la teoría de las catástrofes, la mecánica ondulatoria, matemáticas constructivistas, el arte ambidiestro, curvas de Bowditch, el punto fijo, la circulación de lo invariable, el diseño trazado por el vuelo de una mosca; muestra la simbología mística, la filosofía oriental, la cábala, la masonería, la rosacruz, astrología, tarot,…; alude a casi todas las culturas y religiones y busca en los símbolos ancestrales, la rueda, la letra sigma, el mandala, el uróboros, la esfera, los nudos, la esvástica

En 1974 Rebajes grabó un video de unos 14 minutos en el que muestra el movimiento de las piezas: Experiencia metamórfica: el huevo de Colón, donde el artista presenta las esculturas resultantes asociadas a citas del I Ching.

La mayor parte de la serie Óvulo, junto al cuaderno, el video y documentos biográficos de Frank Rebajes, pertenecen a los fondos de la Fundación Picasso Museo Casa Natal en Málaga, de propiedad municipal.

Exposiciones y piezas en colecciones editar

Se tiene constancia de:

Exposiciones en vida editar

Piezas en exhibiciones tras su muerte editar

Piezas en museos y colecciones editar

Referencias editar

  1. Lindroth,, Linda; Newell, Deborah (2002). Virtual vintage: the insider's guide to buying and selling fashion online. Random House Trade Paperbacks. 
  2. Juan Ventura (6 de mayo de 2018). «Sociedad Cultural Renovación de Puerto Plata: 90 aniversario». Acento. 
  3. Wallace B. Alig (Mayo, 1953). «“Man with a hammer”,». Américas, publicada por la Pan America Union, Washington: pp.6-8. 
  4. Registro naval. List or Manifest of Alien Passengers for the United. State Inmigration Officer at Port of Arrival. Salida desde Barcelona el 26 de mayo de 1921. Llegada al puerto de Nueva York New York el 3 de Junio de 1921. Número 12 en el listado de pasajeros. Documento consultado por el investigador y arquitecto Nelson Velázquez.
  5. Off the record. Texto mecanografiado por Frank Rebajes, perteneciente al Cuaderno Óvulo. Archivo Fundación Casa Natal Picasso, Málaga.
  6. “Man with a hammer”, Wallace B. Alig, revista Américas, publicada por la Pan America Union, mayo de 1953, Washington. Pp. 6–8.
  7. Según cuenta Rebajes en su Cuaderno Óvulo. Archivo Fundación Casa Natal Picasso, Málaga.
  8. Nelson Velázquez en Monográfico especial Frank Rebajes. ETC El toro celeste, Nº 18, Málaga, 2017.
  9. Patricia Riverón Lee, hija del pintor Enrique Riverón, en el artículo “Uncle Frank” en su blog (desaparecido), recogido en el monográfico sobre Frank Rebajes en la revista ETC. En el archivo de Smithsonian Institution Enrique Riverón existe un epistolario entre la pareja Rebajes y Enrique.
  10. U.S. Patent Office, Official Gazette, 27 de junio de 1944.
  11. “Man with a hammer”, Wallace B. Alig, revista Américas, publicada por la Pan America Union, mayo de 1953, Washington. Pgs. 6-8.
  12. a b c Nelson Velázquez en Monográfico especial Frank Rebajes. ETC El toro celeste, Nº 18, Málaga, 2017.
  13. Revista “Crafts Horizon”, Vol. 4, Nº 8. Febrero 1945, Nueva York. P. 31.
  14. Off the record. Texto mecanografiado por Frank Rebajes, perteneciente al Cuaderno Óvulo.
  15. Entre otras, en revistas y periódicos como The New Yorker (“The Sky Line. Closed-In Parks and Open Shops”. The New Yorker, 7 de febrero de 1942, Nueva York; y publicaciones como Forms and functions of twentieth century architecture, Talbot Hamlin. Columbia University Press, School of Architecture, 1952, Nueva York.
  16. Tecla Lumbreras y Eugenio Chicano en Monográfico especial Frank Rebajes. ETC El toro celeste, Nº 18, Málaga, 2017.
  17. “El genial Francisco Rebaxes”, Tico Medina en la sección Mejores no hay, periódico Pueblo, 6 de abril de 1965, Madrid.
  18. Noticia recogida en un epistolario que Rebajes mantiene con el hermano de Pauline, Stephen Schwartz. Archivo Peri Shaw.
  19. Epistolario que se encuentra en el archivo de la Fundación Casa Natal Picasso, Málaga.
  20. Todas las cartas y faxes mantenidos entre el M.I.T., Frank Rebajes y la Fundación Picasso se encuentra en el archivo de la Fundación Picasso Museo Casa Natal
  21. Recorte de prensa que recoge un artículo titulado Esperanza, escrito por Germán Barceló Sierra. Archivo Fundación Casa Natal Picasso, Málaga.
  22. “Rebajes says he owes his success merely to making the most opportunity. «There is no such thing as luck», he claims. «Probably inherited a craftsman´s skill from my shoemaker father. When I found some tools at my disposal, I took advantage of them». “Man with a hammer”, Wallace B. Alig, revista Américas, publicada por la Pan America Union, mayo de 1953, Washington. Pgs. 6-8.
  23. Revista Crafts Horizon, Vol. 28, Nº 1, enero-febrero 1968, Nueva York. Pg. 7.
  24. a b “Man with a hammer”, Wallace B. Alig, revista Américas, publicada por la Pan America Union, mayo de 1953, Washington. Pp. 6-8.
  25. Cooper Art Jewlery. A different Lustre. Matthew L. Burkhoiz, Linda Lichtenberg Kaplan. Schiffer Publishing, Ltd. Pennsylvania, 1992. Pg. 18.
  26. Manifiesto Realista es de 1920, publicado en 1927 y traducido al inglés en NY por Peggy Guggenheim en 1942. Escultura: tallar y construir en el espacio fue publicado en Circle: Internacional survey of Constructive Art, posiblemente en pp. 103-11 de ,
  27. Mónica López Soler en Monográfico especial Frank Rebajes. Revista ETC El toro celeste, Nº 18, Málaga, 2017.
  28. Cuaderno Óvulo de Frank Rebajes. Archivo de la Fundación Picasso Museo Casa Natal, Málaga.

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