Giuseppa Barbapiccola

escritora italiana

Giuseppa Eleonora Barbapiccola (Salerno, 1702 – Nápoles, ca 1740) fue una mujer italiana que destacó en el ámbito de la ciencia, filosofía natural, poesía y traducción. Alcanzó notoriedad por su traducción en 1722 de los Principios de la Filosofía de René Descartes al italiano.[1]

Giuseppa Barbapiccola
Información personal
Nacimiento 1702 Ver y modificar los datos en Wikidata
Salerno (Italia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 1740 Ver y modificar los datos en Wikidata
Nápoles (Reino de Nápoles) Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Filósofa, traductora y poeta Ver y modificar los datos en Wikidata

Era miembro de la Accademia degli Arcadi en Bolonia bajo el nombre de Myristic. A menudo publicaba sus poemas en colaboración con su amiga, la poetisa Luisa Vico. En su traducción de los Principios de Filosofía, Barbapiccola sostiene que las mujeres, en contra de las creencias de sus contemporáneos, no eran intelectualmente inferiores por naturaleza, sino que a causa de la falta de educación. Los eruditos napolitanos le dan crédito a Barbapiccola por ser quien llevó a Italia el pensamiento cartesiano.

Comienzos editar

La historia de Barbapiccola es poco clara, aunque se conocen unos pocos hechos sobre ella. Probablemente nació en Nápoles, y es posible que su familia fuera originalmente oriunda de Salerno. Su tío era Tommaso Maria Alfani, un aclamado predicador Dominicano de Nápoles. Alfani intercambió correspondencia con Giambattista Vico, la figura prominente de quien Barbapiccola obtuvo gran parte de sus conocimientos. A pesar de que no se conoce nada de sus padres, es posible que haya sido su tío quien influyo en su educación.[2]

Educación editar

No existe información sobre la educación formal de Barbapiccola. Sin embargo, se ha sugerido que gran parte de su conocimiento lo obtuvo de conversaciones en salones napolitanos.[3]​ En especial es muy probable que haya adquirido la mayoría de su saber en la casa del filósofo italiano Giambattista Vico, ya que Vico era el padre de su amiga, Luisa.[4]

Rol de las mujeres en la educación editar

Pero si se mira con detenimiento y claridad, las mujeres no deben ser excluidas del estudio de las ciencias, dado que sus espíritus son más elevados y "ellas no son inferiores a los hombres en las virtudes más importantes".
Giuseppa Barbapiccola, en el prefacio de su traducción de los Principios de Filosofía

Como mujer traductora en temas de la ciencia, Giuseppa estaba muy a favor de la educación de las mujeres de su tiempo. Su objetivo al traducir Principios de la Filosofía no era solo permitir que los italianos aprendieran sobre la filosofía Cartesiana, sino en realidad promover a que las mujeres se educaran y tomaran actitudes diligentes. En el prefacio, titulado “Del Traductor al Lector,” Barbapiccola expone sus ideas e incluye una historia de la educación de las mujeres, una historia de la filosofía, y una autobiografía, a la ve que defiende el derecho de las mujeres al aprendizaje. Haciendo referencia a que Descartes creó una filosofía que reconocía el intelecto femenino, ella utiliza su brillante pensamiento Cartesiano para intentar persuadir a las mujeres a que se eduquen.[5]

Referencias editar

  1. Oglive, M.B. (2000). The Biographical Dictionary of Women in Science: Pioneering Lives from Ancient Times to the Mid-20th Century. New York: Routledge. ISBN 0-415-92040-X. 
  2. Agnesi, Maria Gaetana (2005). The Contest for Knowledge. Chicago: University of Chicago Press. p. 40. ISBN 0-226-01055-4. 
  3. Ogilvie, Marilyn Bailey (1986). Women in Science: Antiquity through the Nineteenth Century. The Massachusetts Institute of Technology. p. 35. ISBN 0-262-15031-X. 
  4. Kersey, Ethel M. (1989). Women Philosophers: A Bio-Critical Source Book. Greenwood Press. p. 53. ISBN 0-313-25720-5. 
  5. Agnesi, Maria Gaetana (2005). The Contest for Knowledge. Chicago: University of Chicago Press. p. 37. ISBN 0-226-01055-4.