Infección nosocomial

tipo de infección

Una infección nosocomial o intrahospitalaria es la contraída por pacientes ingresados en un recinto de atención a la salud (no solo hospitales).

Infección nosocomial
Especialidad infectología

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estarían incluidas las infecciones que no se habían manifestado ni estaban en periodo de incubación, es decir, se adquieren durante su estancia y no son la causa del ingreso; también entrarían en esta categoría las que contraen los trabajadores del centro debido a su ocupación o exposición.[1]

Otras expresiones similares son: Contagio hospitalario, Infección intrahospitalaria, infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, Efectos Adversos ligados a la Hospitalización, Infección por gérmenes resistentes debido muchas veces a la mala información del personal sobre técnicas de aislamiento y medidas de protección para ambas partes (paciente y profesional de salud), o infección oportunista.

Pseudomonas aeruginosa es un germen resistente a los antibióticos, a veces impropiamente llamado «virus de quirófano» o «virus de hospital» porque en realidad no es un virus sino una bacteria, habitual en casos de contagio hospitalario.[2][3]

En sentido general, el contagio hospitalario es la adquisición o propagación de una enfermedad, por insuficiente esterilización o falta de antisepsia,[4]​ poniendo en contacto de manera involuntaria,[5]microorganismos patógenos con personas, dentro de una instalación hospitalaria, o centro de salud.

Este término ha sido sustituido por el de Infección Asociada a la Asistencia de Salud (IAAS) que recoge de manera más amplia los factores que intervienen en las infecciones sanitarias.[6]

Introducción editar

La admisión en unidad de cuidados intensivos de un paciente con signos clínicos de infección puede estar relacionada con tres diferentes situaciones:

  • Infección adquirida en la comunidad y con clínica en el momento de admisión del paciente en la Unidad.
  • Infección adquirida en el Hospital - en otro hospital o en salas de hospitalización.
  • Infección adquirida en UCI, sin estar manifiesta clínicamente en el momento del ingreso del paciente en la UCI. Aunque el punto de corte entre ambas -comunitaria y nosocomial no lo define el CDC, diferentes estudios han apuntado diferentes periodos de tiempo 48, 72, 96 e incluso 120 horas.

Estas diferencias están justificadas en la diversidad de la respuesta inflamatoria del huésped frente a los mismos microorganismos, lo que explica que según la intensidad de la misma existan diferentes situaciones clínicas que incluye el inicio de los síntomas de infección y la modulación fisiológica del huésped a la cascada de los mediadores inflamatorios, con una evolución satisfactoria de supervivencia o fatal hacia el fallecimiento.

Estudios realizados con pacientes politraumatizados sin recibir tratamiento de antibiótico al ingreso en la UCI desarrollaban infecciones en las vías respiratorias bajas relacionadas con gérmenes transportados por el propio paciente y no adquiridos en UCI como: Streptococcus Pnemoniae, Haemophilus Influenzae y Staphylococcus Aureus en los días 3, 4, 5 e incluso en el décimo día después del ingreso en la Unidad.

Las infecciones nosocomiales son infecciones contraídas durante la estancia en el hospital, que no se habían manifestado ni estaban en período de incubación en el momento del internamiento del paciente. En general las infecciones que ocurren más de 48 horas después del internamiento suelen considerarse nosocomiales, aunque puede acortarse el tiempo debido a los procedimientos invasivos y a la terapia intravascular.

Antecedentes editar

El contagio hospitalario se comenzó a tener en cuenta solo a partir de la mitad del siglo XIX, y con no pocas discusiones en el entorno médico de la época, ya que para los galenos de la época, era inadmisible pensar en que el médico, el sanador de enfermos era también propagador de enfermedades, como en el caso de la sepsis puerperal, y el doctor Ignacio Felipe Semmelweis.

Causas editar

 
P. aeruginosa al microscopio óptico.

Para ver causas de infección hospitalaria intencionada, ver la sección correspondiente en el artículo Iatrogénia.[5]

  • Contacto con una colonia de microorganismos patógenos arraigados en una instalación hospitalaria.
  • Un tratamiento inseguro.
  • Compartir un vial contaminado.
  • La madre en momento del parto.[7]
  • Visitantes portadores de una infección transmisible mediante contacto o por el aire.
  • El propio personal sanitario que asiste al enfermo.[5]
  • Una instalación hospitalaria demasiado antigua y difícil de esterilizar.[3]

Según la publicación Journal of Hepatology,[8]​ el contagio hospitalario de la Hepatitis C, podría haber afectado en 2007, a 2 de cada 3 hospitales en Cataluña (España), según el equipo de médicos que lo realizó. Se da la circunstancia de que hasta 1989, no se obtuvo una prueba eficaz para detectar este virus, por lo cual, hasta entonces se produjeron contagios de manera inadvertida en las transfusiones de sangre.[9][10]

Los quirófanos, en especial, aquellos en los que se utiliza luz y ventilación artificial, los sistemas y conductos de aire acondicionado, el uso de instrumental mal esterilizado, falta de elementos protectores personales adecuados y estériles como: blusas, guantes, mascarillas, patucos, etc.[11][12]

La resistencia a los antibióticos utilizados para combatir a los gérmenes patógenos, en especial, el Staphylococcus aureus, dificulta su erradicación.

El impacto de la infección hospitalaria está muy estudiado gracias a informes estadísticos en pacientes graves, en especial los que ingresan en las unidades de cuidados intensivos, UCI, ya que son uno de los lugares de contagio más habituales, al estar estos enfermos con su sistema inmunológico especialmente debilitado por motivo de la dolencia que les hace ingresar,[13]​ así como la naturaleza invasiva de los procedimientos médicos utilizados en este ámbito de la atención.

Algunos microorganismos infecciosos[14]
Dominio Microorganismo Medios o factores de transmisión Síntomas
Bacteria Klebsiella pneumoniae Por el aire Infección en la Orina
Bacteria Escherichia coli Fecal, oral Colitis, fiebre alta
Bacteria Pseudomonas aeruginosa Agua. Zonas húmedas Infección en la Orina, vías respiratorias, sangre. Muerte.[3]
Bacteria Staphylococcus aureus Convalecencia Infección de la piel
Hongo Candida albicans Convalecencia Problemas digestivos
Hongo Aspergillus Lugares húmedos Infección de oídos
Virus Virus sincitial respiratorio Por contacto Insuficiencia respiratoria en niños
Virus Rotavirus Fecal, oral Gastroenteritis
Virus VHC genotipo 1b Transfusión de sangre Hepatitis C
Virus VIH Transfusión de sangre Etapa final del sida, muerte por enfermedad oportunista

Estrategias preventivas editar

 
Equipo médico en una intervención.

Existen algunos métodos aplicables, que pueden permitir reducir el número de afectados por esta afección.

Distanciar al paciente de los focos de contagio editar

Minimizar la presencia de visitantes y pacientes en los hospitales, al mínimo imprescindible, extendiendo la asistencia médica al domicilio del enfermo, puede permitir evitar o reducir el contagio con otros enfermos, visitantes, o puntos de infección nosocomial, siempre que, las características del paciente, el tipo de intervención, pronóstico y condiciones de su domicilio lo permitan. También puede requerir la visita ocasional del paciente a su centro de salud, o la colaboración de un familiar o sanitario particular, en el hogar.[15]

Recopilación de datos y análisis editar

Analizar las características del proceso de hospitalización actual en la sanidad es un paso importante que puede establecer indicadores estadísticos sobre las causas a evitar (EAs).[16]

Refuerzo de la profesionalización del personal sanitario editar

Otro factor de prevención es disminuir las rotaciones del personal sanitario (eventualidad, sustituciones y cambios de turno), para que de esta manera, también se reduzca la presión asistencial y permita a los profesionales del sector, atender a la prudencia, sensibilidad, y observancia de los protocolos de seguridad y asepsia.[17]​ Educar a los visitantes del enfermo sobre las medidas de higiene y horarios establecidos para su visita así como el ingreso de objetos inanimados ala unidad del paciente.

Consecuencias judiciales editar

Agentes implicados en la infección hospitalaria:

  • Pacientes y visitantes de un hospital, o centro de salud.
  • Personal médico y sanitario.[5]
  • Equipo gestor y directivo de clínica u hospital, y sus propietarios.
  • Autoridad administrativa europea, estatal, autonómica, y municipal.
  • Proveedores de material sanitario e industria farmacéutica.
  • Constructores y diseñadores de instalaciones y medios hospitalarios.

El problema afecta a toda la comunidad hospitalaria (personal sanitario, administración y pacientes), pero de manera desigual a cada uno.

Ámbito del paciente editar

Para un paciente afectado por este contagio, no resulta fácil probar que su enfermedad ha sido producida por un tratamiento médico negligente o de mala praxis médica, ya que desde el momento real del presunto contagio, hasta su correcta detección, pueden pasar años, y el paciente, recurrir mientras tanto a diversos tratamientos y hospitales, ignorante del estado real de su salud.[18]

Ámbito del profesional de la salud editar

Tampoco resulta sencillo para un médico o personal sanitario, garantizar que su labor esté libre de posibles riesgos de contagio para sus pacientes, y resulta obligado, por tanto, extremar el cumplimiento de la deontología aplicable, siguiendo siempre métodos protocolizados contrastados, una disciplina sanitaria comprobada, y al pie de la normativa legal aplicable.[19]

Ámbito de la Administración editar

Para el Estado o la Administración sanitaria, también existe el riesgo de ser condenados por los tribunales de justicia por este motivo. La jurisprudencia permite establecer el principio de responsabilidad de culpa, por infecciones contraídas o reactivadas por el medio hospitalario.[20]

Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica en México editar

Las infecciones nosocomiales son infecciones contraídas durante la estancia en el hospital, que no se habían manifestado ni estaban en período de incubación en el momento del internamiento del paciente. En general las infecciones que ocurren más de 48 horas después del internamiento suelen considerarse nosocomiales, aunque puede acortarse el tiempo debido a los procedimientos invasivos y a la terapia intravascular.[21]

 
Las infecciones nosocomiales más frecuentes en los hospitales.

Desde los mediados de los años ochenta, en México, el control de infecciones nosocomiales se formaliza a partir del programa establecido en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Subirán” que se extiende a los otros Institutos Nacionales de Salud y desde donde surge la Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica. Se elaboró el primer manual de control para su aplicación nacional y donde surgió la primera propuesta de creación de una Norma Oficial Mexicana sobre control de Infecciones.[22]

La información epidemiológica generada por la Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica (RHOVE) tendrá uso clínico, epidemiológico, estadístico y de salud pública. Su manejo observará los principios de confidencialidad para proteger la identidad individual de los pacientes. La información epidemiológica de las infecciones nosocomiales deberá ser registrada en los formularios establecidos por el nivel normativo tanto de la Secretaría de Salud como de sus equivalentes en otras instituciones del Sistema Nacional de Salud (SNS) el análisis general y particular deberá retroalimentar a todo el sistema. La RHOVE aportará la información necesaria para que se establezcan los indicadores para la evaluación y seguimiento del sistema de vigilancia epidemiológica de las infecciones adquiridas en el hospital, así como de su comportamiento epidemiológico, según se establece en la normatividad para la certificación de hospitales.[23]

Según esta norma son la condición generalizada resultante de la relación adversa a la presencia de un agente infeccioso o su toxina, que no estaba presente o en periodo de incubación en el momento del ingreso del paciente al hospital y que puede manifestarse incluso después de su egreso. Lo anterior nos hace patente la intervención de diferentes factores que ocurren durante la atención médica hospitalaria que permiten o promueven la aparición de dichas patologías, en los últimos años se ha presentado como un verdadero problema de Salud Pública, aunado a la alta tasa de resistencia bacteriana asociada a los agentes nosocomiales.[24]

Véase también editar

Referencias y notas a pie de página editar

  1. Contenido refundido del esbozo original ahora redirigido al presente artículo.
  2. Perdió un ojo por un ‘virus de quirófano’ y Sacyl pagará 48.000 euros.
  3. a b c Revista Perú21, 11 de febrero de 2009. POLÍTICA: Óscar Ugarte: Los hospitales viejos que tenemos facilitan las infecciones Archivado el 12 de febrero de 2009 en Wayback Machine. Se habla de 2 muertos por esta causa y la proliferación del Pseudomonas aeruginosa.
  4. http://www.bvs.hn/RMH75/pdf/1937/pdf/A7-3-1937-8.pdf Comunicado por la Secretaría de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, 12, rue Newton, París XVI. (en la Reviste Médica Hondureña Pág. 228-230).
  5. a b c d Nota: No es vocación de este artículo referirse a las infecciones intencionadas y, por tanto, delictivas del personal sanitario que pudiera ser responsable de tales acciones. Para ello véase en Iatrogénia la sección correspondiente.
  6. Barahona, Nayide; Rodriguez, Marena; De Moya, Yurina (24 de abril de 2019). «IMPORTANCIA DE LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA EN EL CONTROL DE LAS INFECCIONES ASOCIADAS A LA ATENCIÓN EN SALUD». Biociencias 14 (1): 79-96. ISSN 2390-0512. doi:10.18041/2390-0512/biociencias.1.5440. Consultado el 2 de diciembre de 2019. 
  7. «Las infecciones hospitalarias». Programa Nacional de Vigilancia de Infecciones Hospitalarias Instituto Nacional de Epidemiología "Dr. Juan H Jara". Mar del Plata - Buenos Aires - República Argentina. vihda@ine.gov.ar.
  8. http://www.jhep-elsevier.com/article/S0168-8278%2807%2900527-2/abstract Hospital admission is a relevant source of hepatitis C virus acquisition in Spain
  9. http://www.lavanguardia.es/lv24h/20071213/53418259408.html Archivado el 12 de febrero de 2008 en Wayback Machine. «Más de 70 contagios de hepatitis en hospitales en siete años»
  10. Forns, Xavier (June 2008). «Vol. 48, Issue 6, Pages 1020-1021, DOI: 10.1016/j.jhep.2008.03.002». Nosocomial acquisition of the hepatitis C virus - Journal of Hepatology. 
  11. LOS SISTEMAS DE AIRE ACONDICIONADO Y SU RELACIÓN CON LA CALIDAD DEL AIRE AMBIENTE EN LOS HOSPITALES XXI Seminario de Ingeniería Hospitalaria
  12. INMUNIDAD E INFECCIÓN
  13. «Caracterización clínica de pacientes con neumonía nosocomial en las unidades de atención al grave». Archivado desde el original el 4 de mayo de 2009. Consultado el 16 de febrero de 2010. 
  14. http://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/03/05/medicina/1173117866.html
  15. http://www.saludcapital.gov.co/Lists/Anuncion%20principales/Attachments/216/organizacionserviciosAH1N1%20Junio%2012%2009.pdf Archivado el 11 de enero de 2020 en Wayback Machine. RECOMENDACIONES GENERALES PARA LA ORGANIZACIÓN DE LOS SERVICIOS ANTE LA POSIBLE PANDEMIA DE INFLUENZA A H1N1 (Ver página 27 y siguientes).
  16. http://www.msps.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/excelencia/opsc_sp2.pdf Archivado el 5 de noviembre de 2012 en Wayback Machine. Estudio Nacional sobre los Efectos Adversos ligados a la Hospitalización. Ministerio de sanidad y Política Social. ENEAS 2005 Informe. Febrero de 2006
  17. «El 'error' sanitario, una de las principales vías de transmisión del virus de la hepatitis C». Archivado desde el original el 31 de marzo de 2010. Consultado el 16 de febrero de 2010. 
  18. «Copia archivada». Archivado desde el original el 21 de junio de 2009. Consultado el 16 de febrero de 2010. 
  19. http://www.jdsanroque.com/1280x1024/publicaciones/sentencias/pericial%20contagio%20hepatitis%20C.pdf
  20. Procedimiento y proceso administrativo práctico. LA LEY. 2006. ISBN 978-84-9725-685-8. Consultado el 21 de enero de 2022. 
  21. Vigilancia Epidemiológica Prevención y control de las infecciones nosocomiales 2013, Instituto Mexicano del Seguro Social, Dirección de prestaciones Médicas, año 2013.
  22. Norma Oficial Mexicana NOM-045-SSA2-2005, Para la vigilancia epidemiológica, prevención y control de infecciones nosocomiales.
  23. Manual de procedimientos estandarizados para la vigilancia epidemiológica hospitalaria [RHOVE], Secretaría de Salud, Dirección General Adjunta de Epidemiología, septiembre de 2012.
  24. Dr. Víctor Gustavo Arias Ledesma: Panorama epidemiológico de las infecciones nosocomiales en pacientes atendidos en la unidad médica de alta especialidad de traumatología y ortopedia. Lomas Verdes, 2012.

Enlaces externos editar