Kipá

Prenda ritual hebrea

La kipá (en hebreo: כִּפָּה‎ «cúpula, parte superior» pronunciación; también conocida por su nombre en ídish, yarmulke, יאַרמלקע) es una pequeña gorra ritual usada tradicionalmente por los varones judíos.

Tienda de kipás en Jerusalén, Israel.

El plural en hebreo de «kipá» es כִּיפּוֹת (kipot o kippot), pero en español es «kipás».[1]

Características editar

La kipá —o cualquier otro gorro, sombrero o prenda que cubra total o parcialmente la cabeza— es de uso obligatorio (incluso para los no judíos o gentiles) al entrar y permanecer en determinados lugares de culto judío, como sinagogas, cementerios o lugares sagrados, o en situaciones de plegaria, celebración o estudio de Torá. Los varones judíos observantes, empero, visten kipá durante todo el día y en toda ocasión.[2]

La kipá es de tela o lana —esta última es más común dentro del público observante—, y se confecciona hoy en día de los más diversos colores, tamaños y diseños, para todos los gustos, situaciones y modas. Es posible ubicar a un judío practicante dentro de determinada rama o corriente del judaísmo por el color, el tamaño o el material del que está hecha la kipá que lleva puesta. Así, por ejemplo, los colores ocres, verdosos y marrones son tradicionales en las kipás sefardíes, los blancos y cremas predominan en los asquenazíes y la kipá multicolor —kipá bujari— entre los mizrajíes (es de un tamaño notablemente mayor que la kipá europea y a menudo las llaman erróneamente «kipá sefardita») y los judíos asiáticos. Los ultraortodoxos llevan siempre una kipá completamente negra. También blanca y de un tamaño mayor que las anteriores es la kipá de Breslev, Najman o kipá de Breslov que usan los seguidores asquenazíes del antiguo rabino Najman de Uman. La kipá yemenita tiene un sello propio, suele ser oscura (negra, normalmente) y con rebordes de colores claros.

La costumbre de llevar kipá no proviene de un precepto o mandamiento propiamente dicho, a diferencia del talit o chal ritual, o de los tefilín o filacterias, aunque se ha arraigado con el correr de los siglos, al punto de convertirse en uno de los atributos más emblemáticos del judaísmo. Aun así, sus orígenes son igualmente milenarios, y se remontan al Talmud (Maséjet Kidushín, Tratado de casamientos, 31:1), simbolizando la necesidad de tener presente en todo momento que Dios está por encima de los hombres, mujeres y las cosas.

En el servicio del Templo de Jerusalén, los cohanim (sacerdotes) tenían prohibido llevar la cabeza descubierta. Este es uno de los orígenes de esta costumbre.

Véase también editar

Referencias editar

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