Palante (mitología romana)

Palante o Pallas es, en la mitología romana, el hijo del rey Evandro. En la Eneida de Virgilio, Evandro le permite pelear contra los rútulos junto a Eneas, quien lo acepta y trata como a su propio hijo, Ascanio.[1]

Historia editar

En la batalla, Palante demuestra su habilidad como guerrero matando una gran cantidad de enemigos,[2]​ y es comparado con el rutuliano Lauso, hijo de Mecencio.[3]​ Más tarde, sin embargo, muere ante Turno,[4]​ quien toma el cinturón de su espada como trofeo.[5]​ Durante el resto del libro X, Eneas está lleno de rabia (furor) por la muerte de Palante y acomete entre las líneas enemigas, abriéndose paso hacia Turno. A continuación, Juno aparta al rey para salvarle la vida; Eneas mata a Lauso y lo lamenta de inmediato.[6]​ Luego se da un combate en el que Eneas vence y mata a Mecencio.[7]

Evandro recibe luego el cuerpo de Palante y se entristece.[8]​ Al final del poema, Eneas está a punto de matar a Turno; cuando le suplica, el hijo de Anquises vacila, pero al ver el bálteo de Palante en las ropas de su enemigo, da rienda suelta a su furia y le quita la vida.[9]

Referencias editar

  1. Virgilio, Eneida, VIII.514ff.
  2. Virgilio, Eneida, X.365-425.
  3. Virgilio, Eneida, X.426-438.
  4. Virgilio, Eneida, X.453-489.
  5. Virgilio, Eneida, X.496.
  6. Virgilio, Eneida, X.815-830.
  7. Virgilio, Eneida, X.896-908.
  8. Virgilio, Eneida, XI.139ff.
  9. Virgilio, Eneida, XII.940-final.