Anexo:Patrimonio de la Humanidad en Mongolia

Bienes culturales y naturales editar

Mongolia cuenta actualmente con los siguientes lugares declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, uno de los cuales es compartido con Rusia:

  Cuenca del Uvs Nuur
Bien natural inscrito en 2003. Este bien es compartido con Rusia  Rusia
Localización: Mongolia / Rusia
Zona de protección: 898.064 ha. Zona de respeto: 170.790 ha.
Esta cuenca cerrada de más de un millón de hectáreas es la más septentrional del Asia Central y recibe su nombre del gran lago de Ubs Nuur. Poco profundo y muy salado, este lago desempeña un papel muy importante en la vida de las aves migratorias, tanto fluviales y lacustres como marinas. El sitio está dividido en doce zonas protegidas y posee una amplia gama de ecosistemas representativos de los principales biomas de Eurasia Oriental. El ecosistema estepario alberga una gran variedad de aves y en las zonas desérticas viven jerbos, jerbillos y una especie rara de turones jaspeados. Las zonas montañosas sirven de refugio a una especie en peligro de extinción, el leopardo de las nieves, así como a ovejas montesas (argalis) e íbices asiáticos. (UNESCO/BPI)[1]
  Paisaje cultural del valle del Orjón
Bien cultural inscrito en 2004.
Localización: Aymag de Orhon
Zona de protección: 121.967 ha. Zona de respeto: 61.044 ha.
Este paisaje cultural de 121.967 hectáreas lo componen las vastas praderas situadas a ambos lados del río Orkhon, donde hay numerosos vestigios arqueológicos que datan del siglo VI. El sitio comprende también la ciudad de Karakorum, que durante los siglos XIII y XIV fue la capital del vasto imperio mongol creado por Gengis Khan. Estos vestigios son un exponente de los vínculos simbióticos entre las sociedades de pastores nómadas y sus centros administrativos y religiosos, así como de la importancia que ha tenido el valle del Orkhon en la historia del Asia Central. Hoy en día, los pastores nómadas de Mongolia siguen apacentando a sus ganados en esas praderas. (UNESCO/BPI)[2]
  Conjuntos de petroglifos del Altái mongol
Bien cultural inscrito en 2011.
Localización: Aymag de Bayan-Ölgiy
Zona de protección: 11.300 ha. Zona de respeto: 10.700 ha.
Este sitio comprende tres zonas donde se han hallado numerosos petroglifos y monumentos funerarios, que son un exponente de la evolución de la cultura mongola a lo largo de doce milenios. Las representaciones más antiguas (11.000-6.000 a.C.) reflejan la época en que el sitio estaba en parte cubierto por bosques y en que los valles ofrecían un hábitat propicio a los cazadores de grandes presas. Las representaciones posteriores datan de la época en que el paisaje del Altái había cobrado su forma actual de estepa montañosa y en que el pastoreo se había convertido en el modo de vida predominante. Las representaciones más recientes muestran la transición al nomadismo ecuestre que se produjo a principios del primer milenio antes de nuestra era, así como el periodo escita y el periodo túrquico ulterior (siglos VII y VIII). Estos petroglifos constituyen una aportación valiosa al conocimiento de las comunidades prehistóricas del Asia Septentrional. (UNESCO/BPI)[3]
  Gran Burkhan Khaldun y su paisaje sagrado
Bien cultural inscrito en 2015.
Localización: Aymag de Hentiy
Zona de protección: 443,739 ha. Zona de respeto: 271,651 ha.
El sitio se sitúa en el noreste del país, en la parte central de la cordillera Khentii donde la vasta estepa centroasiática se encuentra con los bosques de coníferas de la taiga siberiana. Burkhan Khaldun está asociada a la devoción de las montañas sagradas, ríos y ovoo-s (mojones rocosos chamánicos), en los cuales las ceremonias se han formado a través de la fusión de prácticas budistas y chamánicas antiguas. También se cree que el sitio fue el lugar de nacimiento y enterramiento de Genghis Khan. Testifica su esfuerzo de establecer devociones a las montañas como una parte importante de la unificación de los mongoles. (UNESCO/BPI)[4]
  Paisajes del Dauria
Bien natural inscrito en 2017. Este bien es compartido con Rusia  Rusia
Localización: Mongolia / Rusia
Zona de protección: 912.624 ha. Zona de respeto: 307.317 ha.
Compartido entre Mongolia y la Federación Rusa, este sitio es un magnífico ejemplo de la eco-región de la Estepa del Dauria, que se extiende desde el este de Mongolia, Siberia y el noreste de China. Los cambios climáticos cíclicos, que distinguen entre periodos secos y húmedos, crean una amplia diversidad de especies y ecosistemas de importancia global. Los diferentes tipos de estepa representados, como praderas y bosques, así como lagos y humedales sirven como hábitats para especies raras de fauna, como la grulla cuelliblanca y la avutarda, así como millones de aves migratorias vulnerables y amenazadas. Es además un sitio crítico en la ruta de migración de la gazela mongola. (UNESCO/BPI)[5]
Monumentos de piedras de ciervo y sitios conexos de la Edad del Bronce
Bien cultural inscrito en 2023.
Localización: Provincia de Arjangai
Provincia de Övörhangay
Zona de protección: 9,768.03 ha. Zona de respeto: 9,768.03 ha.
Emplazadas en las laderas de la cordillera de Khangai, en Mongolia central, estas piedras de ciervo se utilizaban para prácticas ceremoniales y funerarias. Datan de entre los años 1200 y 600 a.C., miden hasta cuatro metros de altura y se colocan directamente en el suelo, solas o en grupos, casi siempre en complejos que incluyen grandes túmulos funerarios llamados khirgisüürs y altares de sacrificio. Cubiertas de grabados de ciervos muy estilizados o representativos, las piedras de ciervo son las estructuras más importantes que se conservan de la cultura de los nómadas de la Edad de Bronce euroasiática, que evolucionó y luego desapareció lentamente entre los milenios II y I a. C. (UNESCO/BPI)[6]
Localización del Patrimonio de la Humanidad en Mongolia.
*Sitio compartido con Rusia.
**Conjuntos de petroglifos del Altái mongol.
***Paisajes del Dauria, sitio compartido con Rusia.

Patrimonio cultural inmaterial editar

Actualmente Mongolia tiene varios elementos inscritos en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial:

  La música tradicional del morin khuur
Bien inmaterial inscrito en 2008 (originalmente proclamado en 2003).
Desde hace más de siete siglos, el violín de dos cuerdas llamado morin khuur, ocupa un lugar predominante en la cultura nómada de Mongolia. Hay fuentes escritas, que datan del imperio mongol en los siglos XIII y XIV, en las que se mencionan instrumentos de cuerda con el mástil rematado por una cabeza de caballo. La importancia de ese violín va más allá de su simple función de instrumento musical, pues tradicionalmente formaba parte integrante de los rituales, las ceremonias y la vida cotidiana de los nómadas mongoles.

La concepción singular del morin khuur está estrechamente asociada al culto al caballo, animal predilecto de ese pueblo. El cuerpo hueco del instrumento, de forma trapezoidal, se prolonga en un largo mástil sin abrazaderas cuyo extremo está rematado por una cabeza de caballo esculpida. Un poco más abajo, a modo de orejas, sobresalen dos clavijas a ambos lados del mástil. La caja de resonancia está cubierta con una piel de animal; las cuerdas y el arco son de crin de caballo. Pese a su concepción aparentemente simple, el morin khuur posee una gama asombrosa de sonidos expresivos. El sonido característico del instrumento se produce frotando o golpeando las dos cuerdas con el arco. Las técnicas de interpretación más usuales consisten en realizar movimientos de rasgueado con el arco, al tiempo que se pulsan las cuerdas con la izquierda. El instrumento suele tocarse en solo, aunque también puede acompañar bailes, cantos (urtyn duu), relatos míticos, ceremonias o las tareas diarias del cuidado de los caballos. El repertorio del morin khuur ha conservado algunos temas musicales antiguos (tatlaga) destinados a la doma de los animales. La presencia simultánea de un tono principal y de armónicos hace difícil transcribir la música según el sistema de notación clásica, de modo que se ha ido transmitiendo de maestro a alumno y de generación en generación.

Desde hace unos cuarenta años, la mayoría de los mongoles han emigrado hacia las aglomeraciones, lejos del contexto histórico y espiritual del morin khuur. Además, el modo de afinamiento del instrumento se ha adaptado a las exigencias técnicas de la interpretación en salas de concierto, lo que produce sonidos más agudos y más fuertes en detrimento de las sutilezas del timbre. Afortunadamente, las comunidades pastoriles que viven en el sur de Mongolia han conservado el arte del morin khuur, así como los correspondientes ritos y costumbres. (UNESCO/BPI)
El Urtiin duu – cantos largos tradicionales de los mongoles
Bien inmaterial inscrito en 2008 (originalmente proclamado en 2005).
Este elemento es compartido con China  China
El Urtin duu o “canto largo” es una de las dos formas principales de cantos mongoles, el otro es el “canto corto” (Bogino duu). Ocupa un lugar particular en la sociedad mongol y es objeto de veneración en tanto que expresión asociada a importantes celebraciones y a festividades. El Urtin duu se canta en las bodas, en la inauguración de un nuevo hogar, en el nacimiento de un niño, en el momento de marcar a los potros con el hierro candente y con motivo de otros acontecimientos sociales celebrados por las comunidades nómadas de Mongolia. El Urtin duu se puede interpretar también en el naadam, una festividad donde hay competiciones de lucha, tiro con arco y carreras de caballos.

El Urtin duu es un canto lírico que se caracteriza por su ornamentación, el falsetto, una gama vocal extremadamente amplia y una forma de composición de forma libre. La melodía ascendente es lenta y constante, mientras que la melodía descendente se interrumpe a menudo con un ritmo animado. La interpretación y las composiciones de Urtin duu están estrechamente asociadas al modo de vida ancestral de los nómadas mongoles en sus pastos.

Se piensa que el Urtin duu apareció hace 2.000 años. Hay referencias a él en obras literarias que datan del siglo XIII. Se ha preservado hasta hoy una rica variedad de estilos regionales, y las interpretaciones y composiciones contemporáneas siguen desempeñando un papel importante en la vida social y cultural de los nómadas que viven en Mongolia y en la República Autónoma de Mongolia Interior, situada al norte de la República Popular de China.

Desde los años cincuenta, la urbanización y la industrialización han reemplazado progresivamente los modos de vida tradicionales nómadas, lo que ha entrañado la pérdida de muchas prácticas y expresiones tradicionales. Partes de los prados donde vivían como nómadas los detentadores de la tradición han sido víctima de la desertificación, obligando a muchas familias a adoptar un modo de vida sedentario en el que muchos de los temas clásicos del Urtin duu, tales como el elogio de las virtudes y de las experiencias de los nómadas, pierden su sentido. (UNESCO/BPI)
  Música tradicional para tsuur
Bien inmaterial inscrito en 2009 sobre la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
La música para tsuur combina la interpretación instrumental con la vocal, mezclando los sonidos producidos simultáneamente por el instrumento y la garganta del músico. Íntimamente ligada a la cultura de los grupos de mongoles uriankhai que pueblan la región del Altai, esta música sigue formando parte hoy de su vida diaria. Sus orígenes se remontan a una práctica antigua de culto a la naturaleza y sus espíritus protectores, consistente en imitar los sonidos de los elementos naturales. El tsuur es un instrumento de viento fabricado con madera que tiene forma de tubo vertical y está provisto de tres orificios para los dedos. Con la presión de los dientes delanteros en su boquilla y la utilización simultánea de la garganta se imprime al instrumento un timbre único, compuesto por un zumbido y un sonido claro y suave. El tsuur se toca tradicionalmente para impetrar una buena caza, un tiempo benigno o un viaje sin percances, y también para bendecir las bodas u otras festividades. Su música, además de ser todo un arte, traduce los sentimientos íntimos del viajero solitario y vincula al ser humano con la naturaleza. La música tradicional para tsuur se está perdiendo desde hace algunos decenios por negligencia, así como por la irreverencia manifestada por los jóvenes hacia la fe religiosa y las costumbres folclóricas, y en muchos sitios ya no quedan intérpretes de tsuur ni familias que posean este instrumento. Los cuarenta instrumentos inventariados actualmente se conservan en la comunidad de mongoles uriankhai y la música para tsuur se transmite exclusivamente gracias a la memoria de las generaciones sucesivas, lo cual hace que este arte sumamente vulnerable corra el riesgo de desaparecer. (UNESCO/BPI)
El Tuuli mongol: epopeya mongola
Bien inmaterial inscrito en 2009 sobre la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
El Tuuli mongol es una tradición oral que comprende relatos épicos de varios centenares a varios miles de versos, en los que se combinan bendiciones, panegíricos, hechizos, expresiones idiomáticas, cuentos de hadas, mitos y canciones folclóricas. Está considerado como una enciclopedia viva de las tradiciones orales mongolas e inmortaliza la heroica historia del pueblo mongol. Sus intérpretes se distinguen no sólo por su memoria prodigiosa y su talento artístico portentoso en el arte del canto, la improvisación vocal y la composición musical, sino también por sus dotes teatrales. Los cantos épicos se interpretan con el acompañamiento de instrumentos musicales como el morin khuur (violín con cabeza de caballo) y el tovshuur (laúd). Las representaciones tienen lugar con motivo de eventos sociales y públicos de toda clase, por ejemplo actos oficiales, bodas, ceremonias del primer corte de cabello de un niño, juegos naadam (torneos de lucha, certámenes de tiro al arco y carreras de caballos) y ritos de veneración de sitios sagrados. Estas narraciones épicas han evolucionado con el correr de los siglos y plasman los modos de vida nómadas, los comportamientos sociales, las ideas religiosas, las mentalidades y la imaginación popular. Los intérpretes cultivan su arte tradicional de generación en generación, aprendiendo, aplicando y transmitiendo sus técnicas de padres a hijos, en el círculo familiar. Por intermedio de las narraciones épicas los mongoles transmiten sus valores a las jóvenes generaciones, reforzando así el sentimiento de identidad, el orgullo y la unidad nacionales. Sin embargo, hoy en día el número de maestros y aprendices en el arte de la narración épica está disminuyendo. Con su desaparición paulatina, todo el sistema de transmisión de conocimientos históricos y culturales se ve gravemente afectado. (UNESCO/BPI)
El biyelgee mongol, danza popular tradicional mongola
Bien inmaterial inscrito en 2009 sobre la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
El biyelgee mongol es una danza popular tradicional ejecutada por bailarines de distintos grupos étnicos de las provincias mongolas de Khovd y Uvs. Considerada la antepasada primigenia de las danzas nacionales mongolas, el biyelgee encarna el modo de vida nómada del cual procede. En principio se ejecuta dentro del reducido espacio interior del ger (la vivienda nómada), en posición medio sentada o con las piernas cruzadas. Los movimientos de manos, hombros y piernas evocan aspectos del estilo de vida de los mongoles, en particular las tareas domésticas, costumbres y tradiciones, así como los rasgos espirituales característicos de los distintos grupos étnicos. Los bailarines de biyelgee llevan atuendos y accesorios con diversas combinaciones de colores, motivos artísticos, bordados, tejidos de punto de mano, guateados, guarniciones de cuero y joyas de oro y plata distintivas de la comunidad étnica a la que pertenecen. El biyelgee mongol desempeña un papel importante en acontecimientos familiares y comunitarios como fiestas, celebraciones, bodas y prácticas relacionadas con el trabajo. Además, es una expresión de la diversidad de identidades étnicas y, a la vez, de la unidad de las familias y del entendimiento mutuo entre los grupos étnicos mongoles. Tradicionalmente se transmite a las generaciones más jóvenes por intermedio de sesiones de aprendizaje o de lecciones impartidas en el seno de la familia, dentro del clan o en la vecindad. Hoy en día, la mayoría de las personas que transmiten el biyelgee mongol son de edad avanzada y su número está disminuyendo. Asimismo, la diversidad inherente a esta danza corre el peligro de desaparecer porque quedan muy pocos conocedores de las diferentes variantes distintivas de los diversos grupos étnicos. (UNESCO/BPI)
  El Naadam, festival tradicional mongol
Bien inmaterial inscrito en 2010.
El festival nacional del Naadam tiene lugar todos los años, entre el 11 y el 13 de julio, en toda Mongolia. Se centra en tres deportes tradicionales: la carrera de caballos, la lucha y el tiro al arco. El Naadam está íntimamente vinculado al modo de vida nómada de los mongoles, dedicados desde mucho tiempo atrás al pastoreo de ganado en las vastas estepas del Asia Central. También ocupan un lugar destacado en el Naadam las tradiciones orales, las artes escénicas, la preparación de platos nacionales, la artesanía y expresiones culturales como el canto difónico khöömei, la danza bie biyelgee y el uso del violín denominado morin khuur. Durante el festival, los mongoles observan una serie de rituales y prácticas específicas, como llevar atuendos especiales y utilizar instrumentos y artículos deportivos característicos. Los participantes en el festival sienten un gran respeto por todos los deportistas –hombres, mujeres y niños– que toman parte en las competiciones, y a los vencedores se les otorgan galardones para recompensar sus triunfos. En honor de los competidores en las pruebas se entonan plegarias rituales y se recitan poemas. Al alentar y autorizar a todas las personas a tomar parte en el Naadam, se fomenta la participación y convivencia de la comunidad. Los deportes practicados en el festival guardan relación con los modos y condiciones de vida de los mongoles, y su transmisión a las jóvenes generaciones se efectúa gracias al aprendizaje efectuado en el seno de las familias, aunque recientemente se han creado sistemas de aprendizaje formal para la lucha y el tiro al arco. Por otra parte, los rituales y las costumbres del Naadam hacen hincapié en el respeto de la naturaleza y el medio ambiente. (UNESCO/BPI)
  El arte tradicional mongol del khöömei
Bien inmaterial inscrito en 2010.
El khöömei es una forma de canto originaria de las montañas del Altái, situadas al oeste de Mongolia. El cantante imita sonidos de la naturaleza, emitiendo simultáneamente dos sonidos vocales distintos: un bordón grave continuo y una melodía de armónicas. Se cree que el khöömei –palabra que significa literalmente faringe– es un canto aprendido de los pájaros, cuyos espíritus desempeñan un papel esencial en las prácticas chamánicas. Las numerosas técnicas del khöömei mongol se agrupan en dos estilos principales: el kharkhiraa (khöömei profundo) y el isgeree (khöömei silbado). En el kharkhiraa, el cantante emite con la garganta un bordón, destacando al mismo tiempo la voz baja o subarmónica de la octava inferior. En el isgeree, se destacan las voces altas superiores a la nota fundamental del bordón, creando así un silbido agudo. En ambos casos, el bordón se genera manteniendo muy tensas las cuerdas vocales, mientras que la melodía se crea mediante una modulación del tamaño y la forma de la cavidad bucal, abriendo y cerrando los labios y moviendo la lengua. El khöömei lo interpretan los nómadas mongoles con motivo de eventos sociales diversos, desde ceremonias oficiales importantes hasta fiestas familiares. El khöömei se canta también mientras se pastorea el ganado, o dentro de las yurtas para arrullar a los bebés. Los depositarios de este arte tradicional lo transmiten oralmente a quienes desean aprenderlo, y también existe una vía de transmisión de maestro a discípulo. (UNESCO/BPI)
La técnica musical de canto popular largo de los intérpretes de la flauta limbe – la respiración circular
Bien inmaterial inscrito en 2011 sobre la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
La flauta limbe es una flauta travesera, fabricada con madera noble o bambú, que se utiliza para la interpretación del canto largo popular mongol. Gracias a la técnica de la respiración circular, los flautistas pueden ejecutar las melodías continuas características de este canto. Los músicos inspiran por la nariz y expulsan simultáneamente por la boca el aire que han almacenado en los carrillos, logrando así tocar la flauta sin interrupción. Una estrofa de un canto largo popular suele tener una duración de cuatro a cinco minutos, y un canto consta de tres a cinco estrofas, lo que supone tocar la flauta continuamente por espacio de doce a veinticinco minutos. Los métodos de formación tradicionales utilizados para adquirir esta técnica comprenden ejercicios consistentes en soplar el mayor tiempo posible sobre la llama de una vela, sin apagarla, o soplar en una paja sumergida en vaso de agua. La flauta limbe se caracteriza por las notas eufónicas, el melisma, y las melodías ocultas que produce, así como por los movimientos diestros y delicados de la lengua y los dedos que exige su práctica. La disminución considerable del número de personas y grupos que tocan este instrumento hace que sean muy pocos los depositarios de esta tradición musical, lo cual no deja de ser muy preocupante. Esta situación obedece en parte al predominio que han cobrado las formas musicales y los sistemas de formación extranjeros. Hoy en día, sólo quedan catorce especialistas de la flauta limbe y eso hace que la frecuencia y el radio de acción de la práctica de este instrumento tradicional sean muy inestables. (UNESCO/BPI)
  La cetrería, un patrimonio humano vivo
Bien inmaterial inscrito en 2011 (ampliado en 2012 y 2016).[7]
Este elemento es compartido con Alemania  Alemania, Arabia Saudita  Arabia Saudita, Austria  Austria, Bélgica  Bélgica, Catar  Catar, Corea del Sur  Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos  Emiratos Árabes Unidos, España  España,   Francia, Hungría  Hungría, Italia  Italia, Kazajistán  Kazajistán, Marruecos  Marruecos, Pakistán  Pakistán,   Portugal, República Checa  República Checa y Siria  Siria
En un principio, el hombre utilizó el arte de la cetrería para procurarse alimentos, pero su evolución posterior hizo que hoy en día esté vinculado principalmente a la conservación de la naturaleza, al patrimonio cultural y a las actividades sociales de las comunidades. De conformidad con sus tradiciones y principios éticos, los cetreros doman, alimentan y adiestran para el vuelo aves de presa –halcónidos, y también águilas y acipítridos–, creando un vínculo con ellas y convirtiéndose en sus principales protectores. Practicado en muchos países de todo el mundo, el arte de la cetrería puede presentar algunas variantes prácticas –por ejemplo, en los equipamientos utilizados– pero sus métodos son siempre análogos. Los cetreros se consideran un grupo específico. A veces viajan juntos durante semanas, cazando y contándose luego mutuamente las vicisitudes de cada jornada en las veladas que organizan. Consideran que la cetrería les une al pasado, especialmente cuando pertenecen a comunidades en las que este arte representa uno de sus últimos vínculos con el medio ambiente natural y su cultura tradicional. Las prácticas y conocimientos relacionados con este elemento del patrimonio cultural inmaterial se transmiten de generación en generación en el seno de las familias, así como mediante sistemas de tutoría formal y aprendizaje o cursos de formación impartidos en clubs y escuelas. En algunos países es preciso aprobar un examen de nivel nacional para ser cetrero. La celebración de encuentros y festivales permite a las comunidades de cetreros intercambiar conocimientos, fomentar la diversidad y sensibilizar más al público al valor de su arte. (UNESCO/BPI)[7]
  La caligrafía mongola
Bien inmaterial inscrito en 2013 sobre la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.[8]
La caligrafía mongola es una técnica de escritura clásica, cuya base es un conjunto de noventa letras que se unen verticalmente con trazos continuos para formar palabras. Las letras se forman con seis trazos principales denominados respectivamente “cabeza “, “diente”, “tallo”, “estómago”, “arco” y “cola”. Este tipo de escritura es muy meticuloso y se utiliza para la redacción de cartas oficiales, invitaciones, correspondencia diplomática y cartas de amor. También se utiliza para una modalidad de taquigrafía denominada escritura sincrónica y, en su forma “plegada”, se usa para los emblemas, logos, monedas y sellos. Los maestros en este arte de escribir suelen seleccionan a sus mejores alumnos para hacer de ellos calígrafos al cabo de un periodo de formación de cinco a ocho años de duración. Los vínculos que se establecen entre profesores y alumnos subsisten de por vida, y todos ellos se estimulan mutuamente para perfeccionar su labor artística. El ritmo veloz de la transformación de la sociedad, la urbanización y la mundialización ha tenido como consecuencia una importante disminución del número de calígrafos jóvenes. Actualmente, sólo hay tres profesores universitarios de edad madura que enseñan voluntariamente el arte de la caligrafía a un pequeño grupo de unos veinte jóvenes. Además, el aumento del costo de la vida ya no permite que los maestros calígrafos sigan enseñando su arte a más generaciones de jóvenes sin percibir remuneración alguna. Por eso, es preciso adoptar medidas especiales para atraer a los jóvenes a la práctica de este arte tradicional de la escritura, y también para salvaguardar y revitalizar la escritura y la caligrafía mongolas tradicionales. (UNESCO/BPI)
  La artesanía tradicional del ger mongol y las costumbres conexas
Bien inmaterial inscrito en 2013.[9]
El ger mongol es una estructura circular compuesta por mamparas, postes y un techo, cubiertos con fieltro y lonas que se atan y tensan con cuerdas. Su fabricación artesanal es una práctica tradicional que requiere el trabajo conjunto de una familia o una comunidad: los hombres se encargan de tallar la madera y luego, junto con las mujeres, la pintan, cosen las lonas y fabrican el fieltro. El ger es lo suficientemente ligero como para ser transportado por las comunidades nómadas, lo suficientemente maleable como para ser plegado y embalado, y lo suficientemente sólido como para poderlo montar y desmontar con frecuencia. El ger resiste muy bien el embate de los fuertes vientos primaverales que soplan en Mongolia. Sus principales características son idénticas en todo el país: estructuras de madera pintadas y ornamentadas con motivos mongoles tradicionales, cubiertas de lonas y fieltro de color blanco, cuerdas fabricadas con vellón de animales, alfombras y revestimientos del suelo fabricados con fieltro y cosidos a mano, y mobiliario. Las generaciones jóvenes aprenden la fabricación artesanal del ger bajo la dirección de los maestros artesanos más veteranos. Las operaciones de montar y desmontar el ger se realizan siempre en familia y los niños aprenden a efectuarlas observando a los adultos. El esquileo de las ovejas, la preparación de su lana, la fabricación del fieltro, la operación de coser las lonas y la preparación de la madera son tareas que también se suelen realizar en común. Hábitat tradicional de Mongolia, el ger desempeña un papel social y cultural de primera importancia para las familias nómadas. Los artesanos que fabrican los gers son sumamente respetados en sus comunidades. (UNESCO/BPI)
El tiro mongol a las tabas
Bien inmaterial inscrito en 2014.[10]
Los mongoles veneran algunas partes de los huesos de animales que forman parte de sus ganados domésticos y las utilizan tanto en sus ritos religiosos como en sus esparcimientos y juegos tradicionales. El tiro a las tabas es uno de esos juegos tradicionales, muy popular, que se practica en equipos de seis a ocho miembros. En una plancha de madera lisa, los jugadores lanzan treinta tabletas de mármol –parecidas a las fichas de dominó– contra una diana formada por tabas de carnero para conseguir que éstas caigan dentro de la zona delimitada como blanco. Mientras practican el tiro, los jugadores entonan melodías y canciones tradicionales propias de este juego. Cada miembro de un equipo posee sus propios instrumentos de juego, fabricados artesanalmente, y lleva una indumentaria con distintivos que indican su clasificación y sus méritos. Los lazos de amistad anudados entre los miembros de un equipo son inquebrantables y los jugadores se guían por normas de conducta basadas en la dignidad y el respeto mutuo. Los ritos, conocimientos y competencias que guardan relación con el tiro a los huesos, así como las técnicas de fabricación de instrumentos, accesorios y equipamientos se transmiten de maestros a aprendices. El tiro a las tabas crea un clima propicio para que, aprendiendo unos de otros y ayudándose, los jugadores contribuyan al éxito de sus respectivos equipos, así como a su desarrollo personal y al bienestar general de la sociedad. Este juego tradicional agrupa a personas de diferentes orígenes, estimula su interacción, fomenta el respeto por los demás –en particular, por las personas de más edad– y refuerza la cohesión social. (UNESCO/BPI)
  Ritual para amansar a las camellas
Bien inmaterial inscrito en 2015 sobre la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.[11]
Los pastores mongoles practican un ritual de amasamiento de las camellas para incitarlas a que acepten a crías recién nacidas o huérfanas. Una vez atada la camella junto a la cría, un cantor entona una melodía monótona acompañada de gestos y salmodias. El amansador cambia de melodía en función de la reacción de la camella –que al principio puede ser agresiva– y paulatinamente la va amansando hasta lograr que prohije a la cría. La ejecución de este rito comienza al anochecer y exige una gran destreza en el trato con los camellos, así como en el arte de tocar la flauta o el morin khuur (violín de dos cuerdas ornamentado con una cabeza de caballo). La mayoría de las pastoras mongolas saben aplicar técnicas y métodos de amansamiento, pero a veces se recurre a amansadores profesionales para practicar este ritual cuando no hay un cantor o músico disponibles en una comunidad. Este ritual constituye un medio simbólico para crear y mantener vínculos sociales entre las familias nómadas y sus comunidades. Son los padres y las personas mayores de las comunidades quienes lo transmiten a los jóvenes, dispensándoles consejos en el hogar. No obstante, cabe señalar que los cambios ocurridos en plano social y cultural han influido negativamente en la viabilidad de este elemento del patrimonio cultural. Hoy en día se prefiere utilizar la moto como medio de transporte, en vez del camello; y además la creciente emigración a los centros urbanos ha tenido como consecuencia una reducción considerable del número de pastores y pastoras jóvenes. Todo esto ha provocado una rápida disminución de los depositarios de esta práctica cultural, a medida que las nuevas generaciones se han ido apartando de los vínculos tradicionales que les unían al modo de vida pastoral. (UNESCO/BPI)
Prácticas mongolas tradicionales de veneración de sitios sagrados
Bien inmaterial inscrito en 2017
Las prácticas mongolas de veneración des sitios sagrados nacieron el ámbito cultural de la vida de las poblaciones nómadas, que se caracteriza por una estrecha comunión del hombre con el medio ambiente. Según el chamanismo tradicional, estas prácticas se basan en la creencia en deidades invisibles del cielo, la tierra, las montañas y todos los elementos de la naturaleza. Las personas mayores de las comunidades enseñan a los jóvenes cómo se participa y qué conducta se debe observar en las ceremonias en honor de esas deidades. Estas prácticas religiosas infunden a los creyentes un sentido de pertenencia a la comunidad y de solidaridad con ella, y también les hacen cobrar conciencia de la relación de interdependencia del ser humano y el medio ambiente. La veneración de sitios sagrados fue una de las prácticas culturales proscritas en Mongolia por el régimen comunista, y esto provocó que su viabilidad se halle seriamente amenazada. Los denodados esfuerzos realizados por las autoridades y las comunidades para revitalizar este elemento del patrimonio cultural tropiezan todavía con diversos obstáculos: el ritmo acelerado de la mundialización y la urbanización; la migración de los pastores de las regiones sagradas a las ciudades; el desarrollo de la minería; y la drástica disminución del número de depositarios y practicantes de este elemento poseedores de los conocimientos necesarios para transmitirlo a las jóvenes generaciones. Pese a todo, las comunidades locales están entusiasmadas con la idea de hacer revivir estas tradiciones y transmitir los conocimientos correspondientes. Estos últimos años se han restaurado numerosos templos y se han creado condiciones favorables a nivel local para la celebración de ceremonias de veneración. (UNESCO/BPI)
Procedimiento tradicional de preparación del “airag” en un “khokhuur” y costumbres conexa
Bien inmaterial inscrito en 2019
El procedimiento de preparación de la bebida de leche de yegua fermentada denominada “airag” en un recipiente de cuero de vaca (“khokhuur”) con la ayuda de una espátula (“buluur”) y un molde (“khovoo”) es una costumbre tradicional que va acompañada de la ejecución de una serie de rituales. El proceso de fabricación consiste básicamente en dejar enfriar la leche de yegua ordeñada; verterla en el recipiente de cuero donde se ha depositado un poco de “airag” preparado anteriormente para facilitar la fermentación; y batir luego la mezcla con unos 500 movimientos de espátula acompasados, antes de depositarla en el molde. El “khokhuur” y los demás utensilios son fabricados por personas que no sólo poseen competencias prácticas ancestrales, sino también los conocimientos requeridos para preparación y conservar los cuajos lácteos. Bebida nutritiva y fácilmente digerible, el “airag” es un componente importante de la dieta alimentaria del pueblo mongol y, además, resulta ser eficaz para el tratamiento de determinadas enfermedades. También desempeña un papel esencial de bebida simbólica en la vida diaria de las comunidades de ganaderos, así como en diversas celebraciones sociales. Se usa para libaciones, ofrendas y bendiciones rituales en determinadas festividades. Los depositarios y practicantes de este elemento del patrimonio cultural vivo han heredado de sus antepasados los conocimientos y prácticas pertinentes que les han permitido mantenerlo vivo durante milenios. (UNESCO/BPI)

Véase también Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Lista indicativa editar

La inscripción en esta lista es la primera etapa para cualquier futura candidatura. Mongolia, cuya lista indicativa fue revisada por última vez el 23 de noviembre de 2015,[12]​ ha presentado los siguientes 12 sitios:

  Paisajes mongoles del Gran Desierto de Gobi

Bien natural

Propuesto en 2014

  Sitios de fósiles de dinosaurios del Cretáceo en el Gobi mongol

Bien natural

Propuesto en 2014

  Estepas mongolas orientales

Bien natural

Propuesto en 2014

  Monasterio de Amarbayasgalant y su paisaje cultural sagrado

Bien cultural

Propuesto en 2014

  Monasterio de Baldan Bereeven y sus alrededores sagrados

Bien cultural

Propuesto en 2014

  Montaña sagrada de Binder y sus sitios de patrimonio cultural asociados

Bien cultural

Propuesto en 2014

  Sitios funerarios de la élite Xiongnu

Bien cultural

Propuesto en 2014

  Sitio arqueológico de Khuduu Aral y su paisaje cultural

Bien cultural

Propuesto en 2014

  Monumentos de las Piedras de Ciervo, el corazón de la cultura de la Edad del Bronce

Bien cultural

Propuesto en 2014

  Complejos de petroglifos en el Gobi mongol

Bien cultural

Propuesto en 2014

  Tierras altas del Altái mongol

Bien mixto

Propuesto en 2014

  Montañas sagradas de Mongolia (incluye seis bienes individuales, Otgontenger, Eej Khairkhan, Khanbayanzurkh, Gran Bogd, Altan Ovoo y Sutai Khairkhan)

Bien cultural

Propuesto en 2015

Anteriores candidatos a Patrimonio Mundial editar

Los sitios que siguen estuvieron anteriormente en la lista Indicativa, pero fueron retirados o rechazados por la UNESCO. Los sitios que aún se incluyen en otras entradas en la lista Indicativa o que fueron aceptados y son parte de sitios del Patrimonio Mundial no se incluyen aquí.[13]

Imagen Nombre Año Tipo Descripción
Pinturas rupestres de la cueva Khoit Tsenkher 1996-2014 K La cueva Khoit Tsenkher está decorada con pinturas rupestres realizadas entre 20.000 y 15.000 años atrás, en el Paleolítico Superior.
  Lago Ubsugul, paisaje chamanístico de los tuvanos 1996-2014 K/N Alrededores del lago Ubsugul como hábitat del pueblo tuvano que se adhieren al chamanismo.


Referencias editar

  1. Cuenca del Uvs Nuur
  2. Paisaje cultural del valle del Orjón
  3. Conjuntos de petroglifos del Altái mongol
  4. Gran Burkhan Khaldun y su paisaje sagrado
  5. Paisajes del Dauria
  6. Monumentos de piedras de ciervo y sitios conexos de la Edad del Bronce
  7. a b «La cetrería, un patrimonio humano vivo». UNESCO Culture Sector. Consultado el 4 de diciembre de 2016. 
  8. «La caligrafía mongola». UNESCO Culture Sector. Consultado el 16 de agosto de 2014. 
  9. «La artesanía tradicional del ger mongol y las costumbres conexas». UNESCO Culture Sector. Consultado el 1 de diciembre de 2014. 
  10. «El tiro mongol a las tabas». UNESCO Culture Sector. Consultado el 1 de diciembre de 2014. 
  11. «Ritual para amansar a las camellas». UNESCO Culture Sector. Consultado el 4 de agosto de 2016. 
  12. Lista indicativa de Mongolia
  13. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas ex-tentative

Enlaces externos editar