Se llama piedra judaica a una petrificación muy común en varias partes de España.

Se le dio este nombre porque las primeras se encontraron en Judea, donde más abundan. No obstante existen también en Siria y el Mediterráneo oriental y entonces les suelen dar el nombre de los lugares de donde vienen.

Es ovalada, de media a una pulgada de largo, puntiaguda por uno de sus extremos y por el otro acompañada de un piececillo de color algunas veces blanco, otras gris y muy a menudo rojizo. Las hay enteramente lisas y otras están cubiertas de puntas o rayas pequeñas que la atraviesan de una a otra punta, trazadas con tanta industria, que a la sola vista se creería que el arte tenía parte en la formación de esta labor.

Muy dura, si se quiebra aparece reluciente y de un blanco grisáceo.

Tiene uso en Medicina.

Referencias editar

Diccionario teórico, práctico, histórico y geográfico de comercio, 1840